Cuando los efectos especiales estropean la gracia de un cuento
"Harold y su crayón mágico", de Carlos Saldanha ("La era del hielo", "Río") desnaturalizan el encanto original de los relatos infantiles de Crockett Johnson
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En un viejo episodio de los Simpson, las hermanas de Marge están mirando a la nena más chica y Bart desespera por llamarles la atención haciendo morisquetas, hasta que una de las hermanas lo mira con desdén y le clava una frase tan cierta como dolorosa: “Cuando crecen pierden la gracia”. Algo así ocurre con Harold, y no hay nada que hacerle.
Harold era un personaje de cuento infantil, un chiquito de dos o tres años que todo lo que dibujaba con su crayón color púrpura se convertía en realidad. Así lo imaginó Crockett Johnson, que entre 1955 y 1963 publicó una serie de libros con esa criaturita curioseando y dibujando en su habitación el cielo, el circo, el Polo Norte, los animalitos amigos, en fin, todo de un mismo color, porque el crayón siempre era el mismo, y todo apenas con unos trazos simples que eran parte de su encanto.
Fieles a ese espíritu se han hecho entre 1959 y 1974 unos dibujitos animados, y en 2001 una serie televisiva de apenas 13 episodios, con la voz de Sharon Stone como narradora. Hasta aquí, ningún problema.
Pero algún inteligente decidió cambiarlo todo. En la película que acaba de estrenarse mundialmente Harold ha crecido, es un muchacho grande e ingenuo que nunca salió de su habitación, donde vive con un alce y un puercoespín amigos suyos.
Para encontrar respuesta a ciertas inquietudes, un día decide pintar una puerta y salir al mundo. Apenas sale se acabaron los dibujitos, Harold y sus amigos se convierten en personas como cualquiera, pero claramente inexpertas e inmaduras y aceleradas. Ahora en sus manos el crayón puede ser un peligro, y peor aún si cae en manos de un ambicioso.
Por ahí va el cuento, que no tiene mayor gracia ni ingenio, sino apenas unos efectos especiales, unas vueltas alrededor del creador de Harold, el entusiasmo del protagonista Zachary Levi (“¡Shazam!”) y la presencia medio desaprovechada de Zooey Deschanel como una joven madre viuda que orienta un poco al niño grande.
Dirección, Carlos Saldanha, que en mejores ocasiones supo lucirse con “La era del hielo”, “Rio” y “Ferdinando el toro”. Con la de ahora solo se pasa el rato, se lamenta la ausencia de mejores guionistas, y se agradece que acá a nadie se le haya ocurrido hacer una película, o una historieta, con Mafalda ya grande o cosa por el estilo.
“Harold y su crayón mágico” (Harold and the Purple Crayon, EE.UU., 2024); Dir.: Carlos Saldanha. Int.: Zachary Levi, Zooey Deschanel, Alfred Molina.
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