3 de enero 2007 - 00:00

De "Montecristo" al viajante de Miller

MaríaOnetto: «Sibien ‘Lamuerte deun viajante’es una obraprepsicoanálisisy preliberaciónfemenina,es muyactual ensu tratamientodetemasfamiliares».
María Onetto: «Si bien ‘La muerte de un viajante’ es una obra prepsicoanálisis y preliberación femenina, es muy actual en su tratamiento de temas familiares».
Respaldada por una extensa trayectoria en el circuito independiente, María Onetto se incorporó el año pasado al elenco de «Montecristo» sin necesidad de someterse a la desgastante experiencia del casting.

Alguien ligado a la producción de Telefé la descubrió en «Nunca estuviste tan adorable» de Javier Daulte, que tras debutar como «Biodrama» en el Teatro Sarmiento y hacer temporada en el Teatro de la Ribera, terminó en la Avenida Corrientes (Teatro Broadway II).

A pocos días de finalizada la tira, la actriz admite que su papel de Leticia -una mujer con serios transtornos psíquicos y frecuentes raptos de amnesia motivados por los crímenes de su marido (Oscar Ferreiro) y los de su hijo (Joaquín Furriel)- deslumbró a todos, incluido Alfredo Alcón quien quiso tenerla de partenaire en «La muerte de un viajante» de Arthur Miller sólo por su labor televisiva.

Esta nueva versión del clásico del teatro norteamericano (Premio Pulitzer de 1949) subirá a escena el próximo 15 de enero, en la Sala Pablo Neruda del Paseo la Plaza, bajo la dirección de Rubén Szuchmacher. A los 39 años, Onetto volverá a encarnar a una madre de mucha más edad. Ya lo hizo en «La escala humana», pero esta vez le toca un hijo bastante más crecido, el actor Diego Peretti.

A sus trabajos en teatro («Faros de color» de Javier Daulte, «Donde más duele» de Ricardo Bartís, entre otros) la intérprete ha ido sumando diversas participaciones en cine: «Cuatro mujeres descalzas» de Santiago Loza, «La punta del diablo» de Marcelo Paván, y en «El otro» de Ariel Rotter que se estrenará en breve. Dialogamos con ella:

Periodista: ¿La dejó satisfecha su participación en Montecristo?

María Onetto: Mucha genteme dice que no idealice tantoesa novela. Trabajé con actores de primera línea y estrellas de la televisión que yo no conocía, y que desde las primeras escenas me alentaron. Con ellos compartí la alegría de actuar sin la amenaza de que otro vaya a opacarte, como en el fútbol.

P.: Y ahora le toca jugar con Maradona.

M.O.: Sí, claro, para un actor es una escena mítica poder actuar junto a Alfredo Alcón. El nunca me vio actuar en teatro, pero sí vio algunas escenas de «Montecristo-» y estuvo de acuerdo en que yo interpretara a Linda, la esposa de Willy Loman.

P.: ¿Sigue vigente esta obra?

M.O.: La obra reflexiona sobre el fenómeno del capitalismo a comienzos de la década del '50 y la idea de consumo como modelo de vida, con su consecuente influencia en el ámbito familiar. Mi personaje, por ejemplo, habla de lo que hay comprar: la heladera, la aspiradora... son siempre ensoñaciones vinculadas a lo económico ... de hecho en el final de la obra que es tristísimo ella no entiende el suicidio de su marido siendo que ese día ellos han terminado de pagar su hipoteca. Miller también analiza ese lugar de peso que tradicionalmente han tenido los hombres en nuestra sociedad. Ahora está más compartido con la mujer, pero en ese momento el hombre era el único sostén cultural, económico, y social. Miller se pregunta qué es ser un hombre, si es el que gana plata, el que ve progresar a sus hijos o si es alguien que tiene que luchar para sobresalir del resto.

P.: Su personaje es muy diferente de esas madres desquiciadas o perdidas en sus fantasías que transitó anteriormente.

M.O.: Es cierto. Si las otras mujeres eran aire esta es pura tierra. Es alguien que está firme junto a su marido y que lo banca en todo. Acá el que sueña es Willy, de hecho toda la obra hay un cruce entre la realidad y sus ensoñaciones y recuerdos.

P.: ¿Y en qué reside la actualidad de esta obra?

M.O.: Si bien es una obra pre-psicoanálisis y preliberación femenina, habla de la violencia profunda que domina la relación padre-hijo con sus inevitables expectativas y deseos y de cómo los hijos se hacen cargo de eso que les puede jugar a favor o en contra.

P.: ¿Por qué cree que la convocan para papeles de tanta fragilidad emotiva?

M.O.: A mí me emociona actuar, más allá del personaje que haga. Creo que esto hizo que me convocaran para papeles trágicos o muy sufrientes. Pero también puedo hacer otras cosas bien, no me importa si mi papel es grande o pequeño.

Entrevista de Patricia Espinosa

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