29 de diciembre 2001 - 00:00

EE.UU. abre las puertas al arte latinoamericano

Marcelo Pacheco
Marcelo Pacheco
(31/12/01) E l Museo Fine Arts de Houston, Texas, se apresta a crear el mayor centro de arte latinoamericano en EE.UU., donde la Argentina podría ocupar un sitio privilegiado, tanto en la nueva colección permanente que se dispone a formar, como en el calendario de exposiciones dedicadas a esta parte del continente. En diálogo con este diario, Marcelo Pacheco, director de la Fundación Espigas y curador independiente -que realizó varias exposiciones con Mari Carmen Ramírez, flamante curadora del Museo de Houston y referente de América latina en EE.UU.-, cuenta el origen y los alcances de este proyecto, pero también advierte sobre las condiciones básicas que demanda el estilo norteamericano.

Para comenzar, los galeristas, funcionarios y coleccionistas argentinos que fueron recientemente invitados para debatir los futuros pasos a seguir, faltaron a la cita, mientras los de Brasil, Venezuela o México, acudieron en bloque.

El Museo de Houston es el tercero en importancia de los EE.UU., fundado a principios del siglo XX posee un patrimonio de 40.000 obras, recibe casi dos millones de visitantes anuales, cuenta con un presupuesto operativo de más de 32 millones de dólares y 425 personas en su staff. Sus colecciones son ricas en arte antiguo y norteamericano, pintura europea del siglo XIX y principios del XX, y en obras cumbre de Picasso, Matisse y el expresionismo alemán. Su director, Peter Marzio, que impulsó la fundación del área dedicada a Latinoamérica, percibe un sueldo de 2,1 millones de dólares anuales, el más alto del mundo para su cargo. Dato que refleja las razones de peso que apoyan la creación de esta nueva colección. Por un lado, motivos económicos y sociales, dado que la riqueza de Houston, que se asienta sobre el petróleo, la ganadería y la informática (en el año 2000 reunieron 126,1 millones para el Museo con una campaña), reconoce a los hispanos como primera minoría. Por otro lado, el arte de Latinoamérica es todavía tierra virgen para un museo de primer nivel. «El elemento que juega a favor -señala Pacheco-es que son ellos quienes demuestran interés por conocerlo y apreciarlo. Este proyecto es prioritario para Marzio, que su Museo lidere el tema, tanto en Estados Unidos como en Europa».

Periodista: ¿Cómo surge la idea de crear una colección de arte latinoamericano en Houston?


Marcelo Pacheco:
En realidad es algo mucho más ambicioso que una colección. Peter Marzio, director del Museo, tenía la idea de hacer una muestra que se iba a llamar «Artistas del Río de La Plata» y que finalmente no se concretó. Pero siempre le interesó el arte latinoamericano, especialmente del siglo XIX y las primeras vanguardias rioplatenses. El tema quedó en suspenso hasta que surgió este proyecto y la nombró a Mari Carmen Ramírez curadora del departamento latinoamericano en Houston. Con ella diseñó varias líneas de acción, por una lado la nueva colección, y a partir de 2002 en el programa de exposiciones temporarias, incluirán muestras de artistas latinoamericanos. Además, crearán un programa educativo. Así, el Museo ocupará una posición clave en EE.UU..

P.: Será un centro consagratorio para los artistas latinoamericanos...


M.P.:
Desde luego. El arte latinoamericano ingresará a un entorno privilegiado y a perpetuidad, ya que el proyecto tiene un fondo fiduciario propio que asegura la permanencia.

P.: ¿Cuál es el mecanismo de compras?


M.P.:
Al igual que el resto de las adquisiciones del museo. El curador presenta al comité de compras la propuesta de cada obra para conseguir fondos, y ellos deciden. Ramírez también se encargará de conseguir fondos, forma parte de su gestión y en este sentido deberá mostrar sus habilidades.

P.: Además de formar la colección, ¿en qué otras áreas trabaja Ramírez?


M.P.:
Concretamente en las áreas de educación, investigación y publicaciones sobre arte latinoamericano del museo. Creo que este proyecto brinda una oportunidad casi única para el arte latinoamericano, porque hablamos de un museo de primera línea y formador de opinión, que decide centrar en este sector la máxima energía. Marzio aclaró que el proyecto era el mas importante del Museo para los próximos 10 años. Y quedó claro que no es un amor pasajero.

P.: ¿Cuál es el cronograma de las muestras?


M.P.:
En marzo se inaugura la muestra de la venezolana Gego, y para 2003 preparan una reedición de «Heterotopías», la muestra que Ramírez presentó en el Reina Sofía de Madrid, que ocupará en Houston todo el edificio de Mies Van de Rohe.

P.: ¿Qué contactos mantiene el Museo con instituciones de Latinoamérica?


M.P.:
La idea es convertirse en el punto de mayor visibilidad, por las obras y las actividades, pero también por la influencia en el mercado. De hecho, el simposio donde se lanzó el proyecto lo financió Christie's. El Museo responde a la comunidad latina interna de los Estados Unidos, pero consideran importante ver qué ofrece cada país para forjar los proyectos futuros. En el simposio no sólo había curadores, sino también galeristas, gente de museos, fundaciones, coleccionistas, algunos de Estados Unidos, que poseen arte latinoamericano.

P.: Con respecto a las compras, se comenta que tienen idea de comenzar por el Sur, y no por México como es habitual.


M.P.:
El tema de las compras se debatió, pero tipo «brain storming», ya que las grandes preguntas fueron: por dónde tendría que empezar, qué períodos van a abarcar, y cómo se estructurará esa colección. El debate se extenderá durante el 2002 con la gente de América Latina. Hay muchas cosas por definir antes de ver específicamente qué comprar. Está claro que lo primero no es salir a comprar sino decidir qué comprar, y creo que no va a comenzar por Frida Kahlo.

P.: De acuerdo a la situación particular del mercado argentino ¿estas compras generan expectativas?


M.P.:
Sí, de hecho Argentina es uno de los países que más les interesa. Ramírez le ha dado un lugar privilegiado en «Heterotopías», y Marzio está muy interesado, al punto que viajará muy pronto para conocer museos, colecciones y galerías. Veo que se abre una oportunidad interesante, el tema sería aprovecharla, que haya interlocutores capaces de intervenir activamente, pues las dinámicas aquí son diferentes a las de EE.UU.. La Argentina tiene artistas excelentes y las instituciones existen, pero los engranajes del sistema no siempre funciona fluidamente. Fue un grave error no haber estado presentes en el simposio, yo no podía argumentar ciertas cosas desde mi lugar de curador, hubo ciertos puntos que debían tratar los galeristas o las instituciones.

P: ¿Las muestras de Houston se verán también en otros museos?


M.P.:
Sí, de todo Estados Unidos, porque con un museo importante el diálogo es de igual a igual. Lo atractivo es que se abren posibilidades ilimitadas en el campo del arte latinoamericano. Es la primera vez que nos convocan desde un museo de primer nivel y que la Argentina puede apostar por su arte.

P.: ¿Va a proponer una exposición de arte argentino?


M.P.:
Sí. Estoy trabajando en esto.

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