2 de agosto 2009 - 19:31
«Enemigos Públicos»
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Justamente ése es otro punto en el que se detiene el guión basado en un libro de no ficción que estudia con rigor esa época. La formacion de un FBI que mezclaba los primeros métodos modernos de lucha contra el crimen, sin dejar de perpetrar otros recursos más convencionales y arcaicos como los interrogatorios con apremios ilegales. Del mismo modo, ésta es la primera película sobre John Dillinger que intenta describir los complicados contactos entre su banda (que incluía a otros gangsters legendarios como Pretty Boy Floyd y Baby Face Nelson) y el crimen organizado de Chicago, que al igual que el FBI, también estaba en plan de modernización.
El aspecto más flojo del film es el retrato de Melvin Purvis, al que convierte en un némesis menos interesante que el que encarnaba Ben Johnson en el «Dillinger» de 1973 de John Milius, con un desaforado Warren Oates en el rol estelar. En esto influye negativamente la actuación imperturbable durante casi toda la película de Christian Bale en el rol de Purvis.
Como en realidad este personaje sirve más que nada como contrapunto a cada escena con Dillinger, este lunar no se nota demasiado en el conjunto, que gracias al inteligente tempo narrativo aplicado por Mann, logra que los 140 minutos de proyección cargados de drama, acción y suspenso -más algún toque irónico- transcurran con gran agilidad.
Michael Mann parece haberse entretenido al plantear cada escena de violencia, dándole un estilo distinto a cada balacera, lo que genera enorme tensión incluso en los momentos de resolución ya archiconocida, como la célebre visita de Dillinger al cine Biograph de Chicago para ver el policial «Manhattan Melodrama».
Salvo el error de casting de Bale, todas las actuaciones están en su lugar, mientras que Johnny Depp se luce con uno de los Dillinger más medidos y creíbles que haya visto el cine. También está excelente Marion Cotillard como su novia Billie. Tanto, que hay que elogiar a Michael Mann por resistirse a la tentacion de forzar el rigor histórico y narrativo para mostrar una mayor cantidad de encuentros entre la imperdible pareja protagónica.
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