Entre el restrictivo “No hay plata” y el boicot de un sector del cine nacional, el 39° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata está casi a punto de entrar al agua.
Entre aciertos y falencias abrirá Mar del Plata el jueves próximo
Se anunció esta semana su programación, que tiene títulos valorables. Paralelamente, habrá un festival Contracampo contra las políticas del INCAA
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Todo se va dando sobre la hora. En agosto se decidió su nueva dirección artística, pronto se restringió la cantidad de salas (solo estarán el Auditorium, el Colón, el Centro Chauvin y el Complejo Aldrey), recién la semana pasada se abrieron las acreditaciones (en otros festivales clase A cierran dos meses antes), esta semana, sin mayor convocatoria, se anunció oficialmente la programación, que por suerte no parece mala, aunque se le notan huecos y faltantes, hoy se abren las boleterías y el jueves 21 se inaugura.
Como por casualidad, justo el 20 empieza el 16° Festival LatinUy de Punta del Este. Y como un declarado antifestival, el 22 se inicia en la sala Enrique Carreras, de Mar del Plata, el llamado Contracampo de diversas entidades de cine. Según declaraciones, será “una acción política que nace porque la libertad de expresión, la radicalidad estética y el federalismo cinematográfico están bajo amenaza” por las actuales autoridades del Incaa.
A juzgar por la programación anunciada, el Festival intenta desarmar dichas aseveraciones poniendo unas cuantas películas nacionales del más diverso estilo y origen provincial. Por ejemplo, sin agotar la lista, “1978”, de terror, que viene ganando premios por todas partes (platenses Nicolás y Luciano Onetti), “El casero” (Matías Lucchesi), “La quinta” (Silvina Schnicer), “Adios Madrid” (Diego Corsini), “Después del final” (Pablo César), “El Ariston” (Gerardo Panero), “La llegada del hijo” ( Cecilia Atán, Valeria Pivato), “Wainrot, tras bambalinas” (Teresa Costantini), “El agujerito” (Ana Hayzus y Leandro Questa) y “Lalo” (Alejandro Clancy, sobre Lalo Schifrin).
Además, un homenaje a la feliz producción argentina de 1974 (“Boquitas pintadas”, “La Patagonia rebelde”, “La tregua”, pero faltan “Quebracho” y otras buenas), breves recuerdos de Manuel Antin y Jorge Rivera López, la presentación de “Historias breves” y cortos de la Enerc. Nada será suficiente.
Algunos títulos extranjeros para tener en cuenta. El primero, en la inauguración, “Emilia Pérez”, de Jacques Audiard, candidato francés al Oscar. Otros cuatro candidatos están en una sección informativa: “Sujo” (Astrid Rondero, México), “Cloud” (Kiyoshi Kurosawa, Japón), “La semilla de la higuera sagrada” (Mohammad Rasoulof, Alemania) y “Vermiglio” (Maura Delpero, Italia). Y dos posibles candidatos norteamericanos al Oscar van a Competencia Oficial: el polémico “Cónclave” (Edward Berger) y “Saturday Night” (Jason Reitman).
Más para tener en cuenta, el dibujo “La plus précieuse des merchandises” (Michel Hazanavicius), “Megalopolis” (Francis Ford Coppola), “Flow” (Gints Zilbalodis), y en especial la comedia “Tratamos demasiado bien a las mujeres” (Clara Bilbao, con la inefable Carmen Machi), sobre novela de Raymond Quenau adaptada al ambiente español. Hay más.
Para descubrir, dos películas de la japonesa Miwa Nishikawa, que promete visitarnos, y tres (las únicas tres que se conservan) de Sadao Yamanaka, maestro del “jidaigeki”, o género histórico en los años ‘30, junto a un manga de 2003 dedicado a su memoria.
Para redescubrir, tres del armenio Sergei Paradjanov, poeta naif perseguido en tiempos de la URSS: “El color de la granada”, “La leyenda de la fortaleza de Suram” y “Sombras del pasado”, que acá se estrenó como “Los caballos de fuego” (título original traducido, “La sombra de nuestros antepasados olvidados”). Este lote viene con un documental evocativo de Zara Jian: “Me vengaré de este mundo con amor”.
Aparte, se anuncia un muy irregular repaso a películas vistas en ediciones anteriores (incluyendo “Buenos Aires viceversa” y “Pizza, birra, faso”), el rescate de dos trabajos de la peruana María Barea y uno de la colombiana Marta Rodríguez (¿por qué no la pionera venezolana Margot Benacerraf, que ganó en Cannes 1959 y murió este año semiolvidada?), y algo que vale la pena destacar: “Los nibelungos”, magna obra de Fritz Lang, 1924, con música en vivo a cargo del maestro José María Ulla (composición original y piano), Duggan Bayerque Zuzulich, Victoria Cicchitti y Paula San Martín (voces). Gratis, en el Colón de Mar del Plata. Las otras funciones salen $ 3000 en el Auditorium y $ 4000 en el Centro Chauvin y el Complejo Aldrey. No se informa sobre descuentos a jubilados y estudiantes.
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