"Fauda" profundizó su nervio narrativo
Una mirada realista sobre el conflicto en Medio Oriente, aunque con algunos toques de acción inverosímiles.
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Fauda 3. Doron (Lior Raz), siempre entre actos heroicos y amores.
Volvió Doron, el visceral agente del servicio secreto israelí que lleva adelante la acción de la magnífica “Fauda”. La tercera temporada, que acaba de subirse a la plataforma, es la más vertiginosa, aunque hacia la segunda parte tienda a incluir algunos elementos poco verosímiles. Lior Raz es el protagonista, creador y guionista de la serie que reconstruye como pocas la complejidad de los enfrentamientos en la franja de Gaza, y vuelve a tensar todos los hilos de una trama que se teje a nivel político. Doron padece no sólo su lucha para no estar ausente ante sus hijos sino la condena e indiferencia del mayor. Ese perfecto equilibrio entre el adentro y el afuera es el que genera la universalidad de este relato, así como también la celebrada ausencia de juicio moral.
En “Fauda”, hablada en hebreo y árabe, no se muestra sólo al activista de Hamás dispuesto a morir como Jihad mientras vuela en mil pedazos con un chaleco explosivo, sino también la cotidianeidad y padecimientos dentro de una familia árabe cuyo pater familiae estuvo preso durante 20 años y es capaz de volver a arriesgarse en nombre de Dios y el movimiento. Y a la inversa, no se queda en el sesgo de los israelíes encargados de exterminar terroristas para proteger o vengar la sangre de su pueblo sino que se anima a desnudar los muchos errores en los que incurren a diario, lo que lleva a que asesinen por error a un compañero o las decisiones equivocadas que cuestan la vida de propios y ajenos. Los fantasmas por errores que devienen en ataques contra niños, mujeres, el abandono a su suerte de colaboradores o el destino fatal de rehenes, invaden tarde o temprano las almas de casi todos.
Puede reprochársele a esta tercera temporada una cuota de inverosimilitud en el afán de impregnarla de adrenalina y espectacularidad. Si bien no falta a la verdad cuando incorpora los túneles subterráneos que conectan Israel con Gaza, los secuestros o los tan actuales “cuchillazos”, que hablan a las claras de la fragilidad de un estado militarizado como Israel, la misión que encara Doron y su equipo se emparenta más con “Misión imposible”. El espectador, que sin duda está cautivado por la historia y la acción, comienza a desconcentrarse hacia la segunda parte, preguntándose si es posible que cuatro soldados israelíes librados a su suerte en Gaza, donde carecen de comunicación y protección, logren enfrentarse contra toda la artillería de Hamás en territorio hostil consiguiendo varios de sus objetivos (y también dejando otros en el camino). No se pone en duda que estas acciones y otras peores tengan lugar en esa zona, lo que resulta difícil de creer es que la victoria de una misión como esa sea israelí, y lo peor llega hacia el final cuando una rehén israelí recuperada queda absolutamente desprotegida. ¿Cómo es posible que no estuviera custodiada?
La temporada cierra con una nueva promesa de venganza, como la que marca el pulso de esta guerra eterna. De hecho el cocreador del show, Avi Issacharoff, reveló que está en proceso la cuarta temporada, si el coronavirus lo permite.
=“Fauda. Tercera Temporada” (Israel, 2020) Creada por A. Issacharoff, L. Raz. Int.: L. Raz, I. Cohen, N. Gart. (Netflix).
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