«Cosa Nostra. Historia de la mafia siciliana» de John Dickie. Traducción Francisco Ramos. Editorial Debate. Buenos Aires, 2006. 495 págs.
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En este trabajo, John Dickie se ocupa de investigar los orígenes de la mafia y de analizar críticamente su estructura y procedimientos dentro de un extenso período histórico (de 1860 a 2003). Tiene dos objetivos. El primero, recordarle a la opinión pública que se trata de una organización criminal de elite que satisface sus intereses a través del asesinato; el segundo, arrebatarle a la Cosa Nostra ese halo de « siniestro glamour» que le otorgó la literatura -sobre todo a partir de la publicación de «El padrino» de Mario Puzo (en 1969)- y que más tarde fue alimentado tanto por el cine como por las series de televisión.
El historiador y periodista Dickie, profesor titular de Estudios Italianos en el University College de Londres, detesta que se siga idealizando a los grupos mafiosos como si éstos formaran parte de una gran familia, unida por pactos de sangre y estrictos códigos de honor; cuando, en realidad, lo que impera en ellos es la desconfianza y la brutalidad. Dickie maneja un amplio caudal de información y lo expone en forma dosificada, sin abrumar al lector con datos farragosos. Cada período histórico es ilustrado con hechos y anécdotas pintorescas que podrían dar material para varias películas. No hay que olvidar, sin embargo, que se trata de una investigación rigurosa destinada a derrumbar mitos.
«Durante 140 años se pensó que la mafia no era una organización sino la viva expresión del orgullo y el honor del pueblo siciliano», señala el autor. Y esa confusión sirvió a los intereses del crimen organizado y garantizó su invisibilidad durante mucho tiempo. El libro rastrea las relaciones de la mafia con el Estado italiano desde los tiempos en que Garibaldi liberó a Sicilia del dominio borbónico hasta nuestros días, destacando un importante punto de inflexión: el asesinato del juez Giovanni Falcone (1992) célebre por su investigación antimafia que llevó a la cárcel a 342 mafiosos y sacó de las sombras su accionar.
«No es casualidad que la primera historia creíble sobre la mafia, escrita en italiano, se publicara solo después de ese atentado», señala el historiador. También analiza el origen y modus operandi de la mafia estadounidense (sus años de esplendor bajo la Ley Seca y sus notorias diferencias con la mafia siciliana, siempre más sanguinaria y silenciosa). El principal punto en común es que ambas se consideran «por encima del bien y el mal». Así lo expresó un capo de Catania: «Nosotros somos mafiosos, los demás son sólo hombres».
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