12 de diciembre 2006 - 00:00

Ley del Intérprete enfrenta a músicos y discográficas

Leopoldo Federico, presidente de la asociación de músicos,donde no quieren innovar en los porcentajes que correspondena intérpretes y productores: 67 y 33, respectivamente;las discográficas piden 50 y 50.
Leopoldo Federico, presidente de la asociación de músicos, donde no quieren innovar en los porcentajes que corresponden a intérpretes y productores: 67 y 33, respectivamente; las discográficas piden 50 y 50.
Se profundizó el malestar entre músicos y discográficas a través de sus asociaciones AADI (Asociación Argentina de Intérpretes Musicales) y CAPIF (Cámara Argentina de Productores de Fonogramas y Videogramas), luego de varias reuniones que buscan concensuar aspectos de la postergada Ley del Intérprete. Aunque en AADI esperan que hoy se logre consenso con CAPIF para llevar a la Comisión de Legislación del Senado las ideas para redactar el proyecto, las diferencias entre ambos sectores son cada vez más profundas.

El director general de AADI, Gustavo Sáenz Paz, dijo a este diario: «El jueves pasado por primera vez los productores hablaron en concreto y no atacaron. Pero los puntos principales que nos separan tienen que ver con la recaudación y con Internet.

Actualmente la recaudación por la música corresponde 67 por ciento para intérpretes y 33 para productores. Ellos piden repartir 50 y 50, lo cual es inaceptable; entonces propusieron cobrar parte de la recaudación por piratería. CAPIF sigue el lobby de las compañías discográficas. Aclaremos que hablamos siempre de derechos de gestión colectiva, no de derecho de reproducción y distribución, En el caso de Internet, buscamos tomar modelos de Europa donde si el intérprete pone un tema en Internet, se queda con los derechos. Proponemos que AADI sea quien vaya a los sitios de Internet a cobrar los derechos, así como es AADICAPIF en conjunto la que cobra en radios, bares o locales bailables».

Por CAPIF, consultamos a su director ejecutivo, Roberto Piay, quien indicó: «Lo que AADI impulsa en el Senado es una ley para beneficio de su propio monopolio que lo agranda, le da alcance ilimitado y hasta busca fijar precios. Pretende además pautar la distribución porque estos derechos de gestión colectiva se hacen en todo el mundo al 50 y 50. Lo que hace AADI además es destruir AADI-CAPIF y nos quita el marco legal para recaudar. Todo el articulado propuesto busca en realidad privar a los intérpretes del manejo en usos de Internet. AADI recauda 50 por ciento de artistas extranjeros que jamás recibieron un peso de parte de esa asociación. Los obliga a una representación forzosa. Me da pena porque Leopoldo Federico y los músicos que integran el consejo directivo de AADI son personas bellísimas y merecen respeto, pero no están al tanto del marco legal ni tienen claro de qué se trata proyecto. Estan a merced de los burócratas».

El enfrentamiento resurgió la semana pasada luego de que no se aprobara el texto definitivo de la ley. «CAPIF intenta trabar la Ley del Intérprete», manifestaron en AADI. Este proyecto se propone otorgar status de ley a los derechos de los intérpretes, hoy reglamentados por un decreto de 1974.

El histórico Leopoldo Federico, que preside AADI desde 1986, dijo a este diario: «Somos músicos, no abogados. Ante un gesto o cara rara, se nos viene el mundo abajo. Nos tranquilizaron algunos senadores que explicaron que estaba todo bastante encaminado ante un panorama que vimos muy negro. Actualmente hay un decreto con el que nos manejamos pero queremos que este decreto sea transportado a una ley. Desde que estoy acá estuvimos seis o siete veces cerca de lograrlo, y siempre apareció algo en el camino. No es que uno sale con querer cobrar no sé qué derechos, esto no es un invento, es algo que ya existe».

En la reunión de la semana pasada hubo tensión entre los representantes de CAPIF, quienes expresaron diferencias con el texto del proyecto de ley, y los intérpretes, entre quienes se encontraban Estela Raval, Horacio Ferrer, Donald, Leopoldo Federico, Horacio Malvicino, Mariano Mores, José Votti, Fena Della Magiora, Juan Carlos Saravia, Suma Paz, Miguel Cantilo y Susana Rinaldi (que, enojada, acusó de tener «actitudes mezquinas» a los productores musicales).

Sobre la descarga ilegal y copia de música, Federico expresó: «Esta nueva forma de bajar música cambia el sistema, las grabadoras se encuentran con el problema de la piratería. Somos solidarios con los autores, que son socios nuestros y nos importan todos los géneros, más allá de que la mayor proliferación de música bajada de Internet o pirateada no sea el tango. Si la radio emite un disco pirata, no nos perjudica a nosotros porque si la emisora manda la planilla para pagar derechos, lo cobramos y nunca nos enteramos si pasaron un disco pirata u original».

En la reunión de la semana pasada, los senadores presentes se manifestaron a favor de sacar un dictamen favorable al proyecto en su comisión, mientras que el senador Guillermo Jenefes, consideró que se debía impulsar el consenso. Asimismo apuntó que no veía necesidad de apuro, lo que fue tomado por AADI como la imposibilidad de poder tratar en el recinto el proyecto durante este año.

Al respecto, Federico indicó: «El intérprete debe ser conocido; no puede ser que esté trabajando de incógnito, poniendo todo en beneficio de alguien que sería el director. Yo también fui un héroe anónimo cuando toqué como músico de fila en alguna orquesta como la de Salgán, o en el octeto de Piazzolla, aunque allí había mucho reconocimiento. Pero hay mucha gente que, con el tiempo, dejó de actuar y muchos que ya no están. O que ya están grandes y no trabajan. Tenemos que admitir que noventa por ciento de los músicos no han llegado a jubilarse, por un descuido o porque en la época en que uno trabajaba no hacía aportes, y de repente se quedó en cero. Mucha gente vive como si tuviera una jubilación mínima de los derechos que le ha dejado su trabajo con las orquestas, por ejemplo, y a veces me toca recibir a los herederos o las viudas de músicos o de cantantes para pedir un adelanto de 300 0 400 pesos para seguir viviendo.»

Pero la situación se complica pues los tiempos legislativos no se extenderán para posibilitar la media sanción o sanción completa al proyecto antes de fin de año. La preocupación de los músicos es que el proyecto caducaría y debería realizarse una nueva presentación.

«Hay muchos músicos en todos los géneros, estoy sorprendido y a la vez me pregunto de dónde salieron», continúa Federico. «La necesidad de estos artistas de mostrarse es tan grande que la oferta supera a la demanda y no se olvida el deber moral de cobrar una retribución digna. Así se produce la competencia desleal pues hay muchos haciendo cola esperando tocar por nada de dineroy nos quitan lugar. La gente se regala».

Cuando le preguntamos qué opina entonces de los discos surgidos de los programas de TV, estilo «Operación Triunfo» y últimamente una vedette como Iliana Calabró con discos agotados, Federico apunta a la imperiosa necesidad de cobrar por los temas que animan los programas: «¿Qué sería de 'Bailando por un sueño' sin la música? La gente va a bailar pero también tienen que reconocer a los autores de los temas. Es doloroso pero hay productoras independientes que ganan mucho dinero con eso y se oponen a este proyecto de ley».

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