12 de diciembre 2006 - 00:00
Ley del Intérprete enfrenta a músicos y discográficas
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El histórico Leopoldo Federico, que preside AADI desde 1986, dijo a este diario: «Somos músicos, no abogados. Ante un gesto o cara rara, se nos viene el mundo abajo. Nos tranquilizaron algunos senadores que explicaron que estaba todo bastante encaminado ante un panorama que vimos muy negro. Actualmente hay un decreto con el que nos manejamos pero queremos que este decreto sea transportado a una ley. Desde que estoy acá estuvimos seis o siete veces cerca de lograrlo, y siempre apareció algo en el camino. No es que uno sale con querer cobrar no sé qué derechos, esto no es un invento, es algo que ya existe».
En la reunión de la semana pasada hubo tensión entre los representantes de CAPIF, quienes expresaron diferencias con el texto del proyecto de ley, y los intérpretes, entre quienes se encontraban Estela Raval, Horacio Ferrer, Donald, Leopoldo Federico, Horacio Malvicino, Mariano Mores, José Votti, Fena Della Magiora, Juan Carlos Saravia, Suma Paz, Miguel Cantilo y Susana Rinaldi (que, enojada, acusó de tener «actitudes mezquinas» a los productores musicales).
Sobre la descarga ilegal y copia de música, Federico expresó: «Esta nueva forma de bajar música cambia el sistema, las grabadoras se encuentran con el problema de la piratería. Somos solidarios con los autores, que son socios nuestros y nos importan todos los géneros, más allá de que la mayor proliferación de música bajada de Internet o pirateada no sea el tango. Si la radio emite un disco pirata, no nos perjudica a nosotros porque si la emisora manda la planilla para pagar derechos, lo cobramos y nunca nos enteramos si pasaron un disco pirata u original».
En la reunión de la semana pasada, los senadores presentes se manifestaron a favor de sacar un dictamen favorable al proyecto en su comisión, mientras que el senador Guillermo Jenefes, consideró que se debía impulsar el consenso. Asimismo apuntó que no veía necesidad de apuro, lo que fue tomado por AADI como la imposibilidad de poder tratar en el recinto el proyecto durante este año.
Al respecto, Federico indicó: «El intérprete debe ser conocido; no puede ser que esté trabajando de incógnito, poniendo todo en beneficio de alguien que sería el director. Yo también fui un héroe anónimo cuando toqué como músico de fila en alguna orquesta como la de Salgán, o en el octeto de Piazzolla, aunque allí había mucho reconocimiento. Pero hay mucha gente que, con el tiempo, dejó de actuar y muchos que ya no están. O que ya están grandes y no trabajan. Tenemos que admitir que noventa por ciento de los músicos no han llegado a jubilarse, por un descuido o porque en la época en que uno trabajaba no hacía aportes, y de repente se quedó en cero. Mucha gente vive como si tuviera una jubilación mínima de los derechos que le ha dejado su trabajo con las orquestas, por ejemplo, y a veces me toca recibir a los herederos o las viudas de músicos o de cantantes para pedir un adelanto de 300 0 400 pesos para seguir viviendo.»
Pero la situación se complica pues los tiempos legislativos no se extenderán para posibilitar la media sanción o sanción completa al proyecto antes de fin de año. La preocupación de los músicos es que el proyecto caducaría y debería realizarse una nueva presentación.
«Hay muchos músicos en todos los géneros, estoy sorprendido y a la vez me pregunto de dónde salieron», continúa Federico. «La necesidad de estos artistas de mostrarse es tan grande que la oferta supera a la demanda y no se olvida el deber moral de cobrar una retribución digna. Así se produce la competencia desleal pues hay muchos haciendo cola esperando tocar por nada de dineroy nos quitan lugar. La gente se regala».
Cuando le preguntamos qué opina entonces de los discos surgidos de los programas de TV, estilo «Operación Triunfo» y últimamente una vedette como Iliana Calabró con discos agotados, Federico apunta a la imperiosa necesidad de cobrar por los temas que animan los programas: «¿Qué sería de 'Bailando por un sueño' sin la música? La gente va a bailar pero también tienen que reconocer a los autores de los temas. Es doloroso pero hay productoras independientes que ganan mucho dinero con eso y se oponen a este proyecto de ley».
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