13 de julio 2021 - 00:00

La infalible fórmula de Grisham

1.jpg

Luego de haber publicado unas 50 novelas de suspenso judicial, varias llevadas al cine (“Informe pelícano”, “El cliente”, “Legítima defensa”) , el escritor, abogado y político demócrata John Grisham pasó a escribir novelas de suspenso con librerías, bibliotecas, manuscritos, escritores, amantes de las letras y crímenes. Como escenario inventó la Isla Camino en la costa de Florida, con centro en el pueblo de Santa Rosa y como eje la librería Bay Books, propiedad del editor y traficante de manuscritos, incunables y operas primas en el mercado negro internacional, Bruce Cable.

El primer tomo de la serie fue “El caso Fitzgerald” donde una banda que robó de la Universidad de Princeton los manuscritos de los primeros libros de Francis Scott Fitzgerald quiere convertirlos en al menos 25 millones de dólares. El FBI sospecha que la banda está negociando con el inescrupuloso librero Bruce Cable. El mismo dato lo tiene un grupo privado que contrata a la endeudada escritora Mercer Mann para que se instale en la isla y le saque información a Bruce Cable. Un poco de salsa de violencia y la intriga está servida.

Acaba de aparecer “Manuscrito”, segundo libro de la serie. La isla debe enfrentar un furioso huracán. Visitantes y pobladores huyen. Pocos residentes permanecen. Entre ellos el librero Cable. Luego de que el huracán arrasa Santa Rosa, entre los muertos está el autor de thrillers Nelson Kerr, viejo amigo del librero. Cable sabe que si bien Kerr nunca lo ha dicho sus novelas están basadas en hechos reales y si bien más de un preso quisiera tenerlo a tiro no cree que éste sea el caso. Caso que, cuando encuentra el borrador del libro que Kerr escribía, Cable decide resolver.

M. S.

=John Grisham, “El manuscrito” (Bs. As., Penguin, 2021, 317 págs.)

Dejá tu comentario

Te puede interesar