11 de marzo 2020 - 00:00

Wikipedia: cómo dejar atrás la condena y ser válida aliada del saber

El autor, que expone una apasionante historia, fue fundador de la filial argentina de la famosa enciclopedia digital y recibió el Princesa de Asturias.

Patricio Lorente.

Patricio Lorente.

“Todo lo que usted quería saber sobre Wikipedia y no se atrevía a preguntar” podría ser el título alternativo de “El conocimiento hereje. Una historia de Wikipedia” (Paidós) de Patricio Lorente, libro sobre esa enciclopedia infinita que es un sitio de internet que recibe más de 600 millones de visitas por día, y que está compuesta por 50 millones de artículos en 301 idiomas. Lorente es secretario general de la Universidad Nacional de La Plata; fue fundador de Wikipedia Argentina, presidió el consejo de administración de Wikimedia Foundation en San Francisco, EE.UU, y en representación de la comunidad Wikipedia recibió el Premio Princesa de Asturias 2015. Dialogamos con él.

Periodista: ¿Por qué califica el conocimiento de Wikipedia como hereje?

Patricio Lorente: Wikipedia comenzó a ser popular de manera disruptiva. La primera herejía es que cualquier persona puede participar en el desarrollo de una enciclopedia. En algunos lugares todavía se sigue cuestionando que en Wikipedia cualquiera pueda escribir. La evidencia, en ya casi 20 años, es que cuanta más gente participa en el desarrollo de un tema, ese tema termina siendo de mayor calidad en contenidos, sobre todo cuando participa gente con distintas visiones. Cuando hay una participación escasa, o esa participación está monopolizada por gente que piensa parecido, los artículos son sesgados, tienen lagunas, no cumplen con el precepto de neutralidad que consiste en sumar de manera equilibrada todos los puntos de vista que pueda haber sobre un tema.

P.: Usted da como ejemplo la guerra entre Chile, Bolivia y Perú.

P.L.: En los temas donde se suscita un debate público suceden esas cosas. Muchas veces hay enojo entre quienes participan porque se sienten agraviados. Hay a veces desacuerdos y reacciones intempestivas, pero siempre eso termina conduciendo a un diálogo. Y, cuando eso se logra, genera contenidos de mucha calidad, como en el artículo sobre la Guerra del Pacífico.

P.: ¿Esa es otra herejía?

P.L.: Otra herejía son los límites para el conocimiento. ¿Tiene sentido un artículo enciclopédico para cada uno de los personajes de Los Simpson o uno sobre la pelusilla del ombligo? ¿Por qué en otros idiomas se da orientación sobre cómo se coloca el papel higiénico? ¿Es eso conocimiento? Eso también resulta provocador. Wikipedia muestra que el conocimiento es diálogo. No cualquier diálogo sino un diálogo guiado con reglas y un objetivo. En la ciencia, que tiene reglas más rigurosas, a veces se pierde noción de que lo que se plantea hoy como verdad en algún momento fue una herejía. Cuando eso pasa se pierde el hecho de que hay que cuestionarse todo todo el tiempo. Años atrás tuvimos que convencer a educadores y periodistas de que había contenidos de mucho valor en Wikipedia. Ahora, que ya se naturalizó la existencia de Wikipedia, tenemos que decir: “Cuidado, no crean a ciegas en lo que hay en Wikipedia; pero eso vale para cualquier fuente de información o conocimiento”.

P.: Y para una enciclopedia que está al día, ¿qué hace con el coronavirus?

P.L.: El primer artículo en la Wikipedia en inglés es del 5 de enero de 2020, en paralelo con las primeras noticias de la amenaza de epidemia. Tres meses después tuvo 11.289 ediciones o veces en que alguien agregó información, hizo un cambio o puso un gráfico. Eso fue hecho por 4.640 personas distintas. Dado que el inglés es la lingua franca de la ciencia y tiene liderazgo en el desarrollo de los contenidos, hay mucha traducción y homogeneización entre las distintas lenguas. El desarrollo científico sobre el Covid-19 ha sido fabuloso a partir de cuando las autoridades chinas decidieron poner en acceso abierto los descubrimientos sobre el virus, incluida su secuencia genética. Se produce un fenómeno entre información accesible a cualquier investigador en cualquier lugar del mundo, más la web que permite un intercambio rapidísimo y las redes sociales con su interacción entre personas que ni se conocen, pero que trabajan en continentes distintos sobre el mismo tema. Ese fenómeno se da en Wikipedia todo el tiempo.

P.: Tiempo atrás Wikipedia era tan desestimada como “El rincón del vago”, pero hoy es valorada como una herramienta del más alto nivel académico.

P.L.: Se ha generando sinergia entre instituciones del conocimiento y la cultura y Wikipedia. En 2009 se produjo la colaboración masiva entre el Museo Británico y Wikipedia. El Museo Británico contrató una consultora para hacer un análisis de riesgo antes de lanzarse a hacer algo con los herejes de la cultura. La semana pasada el Smithsonian puso a disposición cientos de miles de imágenes en colaboración con wikepedistas de Nueva York. Hoy hay una colaboración intensa entre universidades, museos, bibliotecas y Wikipedia, lo que diez años atrás era raro.

P.: ¿Ha superado la borgeana Biblioteca de Babel y la mítica de Alejandría?

P.L.: Wikipedia pretende ser una compilación de conocimientos ya producidos y publicados en otro lugar. No es un lugar para investigaciones o ensayos originales. Es una enciclopedia. Pero no es de papel, por tanto no tiene límites, está en permanente construcción, no hay artículos que estén terminados.

P.: Eso se presta a manipulaciones como las que intentaron Andahazi y Philip Roth.

P.L.: La forma para luchar con las manipulaciones es que más gente participe. Cuantos más ojos hay mirando el contenido es más difícil que alguien pueda usar la Wikipedia como una plataforma publicitaria o de agravio. Evitar eso es uno de los desafíos más importantes de Wikipedia. En el caso de esos escritores se les explicó que Wikipedia se basa en lo ya publicado, y lo que ofrecían como datos no estaban en ningún lado, no había una fuente ajena al autor. Roth fue extraordinario, escribió una nota en The New Yorker con citas, datos y referencias comprobables, ahora eso está en Wikipedia. Hay un puñado de normas que son obligatorias, a partir de ahí se establecen políticas editoriales de cómo titular los artículos, cuál es el contenido de cada sección, cómo se escribe una biografía, cómo se presentan las referencias, etcétera. La comunidad de wikipedistas confía a un subconjunto de wikipedistas herramientas administrativas para facilitar la política editorial. Así, a un usuario disruptivo un bibliotecario lo puede bloquear; un artículo que está siendo vandalizado ese bibliotecario lo puede proteger, un artículo que es irrecuperable, pésimamente escrito, o el tema irrelevante, un bibliotecario lo puede borrar. Para ser libre, para no tener publicidad, Wikipedia vive de las donaciones, sumas muy pequeñas -un promedio de 20 dólares- que anualmente donan 8 millones de personas distintas. Tiene algunas donaciones millonarias, pero eso no puede ser destinado a financiar la operación diaria, y eso se coloca en proyecto específico como, por caso, un mejoramiento en el software.

P.: ¿En qué está ahora?

P.L.: En otras cosas que escribiré sobre el tema.

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