28 de enero 2003 - 00:00

Otorgaron los premios Vitruvio a arquitectos

Obra de Alvaro Siza
Obra de Alvaro Siza
En el Museo Nacional de Bellas Artes se entregaron los Premios Vitruvio 2002, que se otorgan anualmente como reconocimiento a los profesionales de la arquitectura y el urbanismo. Son distinciones a los protagonistas de las realizaciones más destacadas dentro del amplio espectro de la arquitectura. El Jurado estuvo integrado por los arquitectos Roberto Converti, Enrique Cordeyro, Alfonso Corona Martínez, Rubén Cherny, Fernando Diez, Mederico Faivre, Matías Gigli, Berto González Montaner, Luis Grossman, Rodolfo Miani, Francisco Pratti y Jorge Turjanski.

El Premio a la Trayectoria de un arquitecto internacional fue otorgado a Alvaro Siza (1933). Construyó sus primeras casas a los veintiún años cuando aún era estudiante de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Porto donde actualmente es docente. Muchas ciudades costeras del norte de Portugal tienen obra suyas.

Convocado por la Municipalidad de Evora, se radicó allí y trabajó más de diez años. Su presencia generó un gran debate de ideas con la gente. Esta riqueza debía ser capitalizada por la obra a juicio del arquitecto. También tuvo una metodología de trabajo similar en Holanda y en Alemania. El conjunto habitacional de Holanda y el edificio Bonjour Tristeza, construido dentro del programa IBA en Berlín, están asociados por los objetivos, que fueron básicamente los de dar respuesta a problemas de convivencia en zonas de conflicto, dada la composición de la población.

Siza
continuamente incorpora nuevas reflexiones en la arquitectura; entonces, se siente limitado por la sensación de que nada es estable. Asume todo lo que ha hecho hasta hoy, como obras que tienen limitaciones en cuanto a las ideas de cada momento.

El mexicano Abraham Zabludovsky (1924) fue distinguido con el Premio a la Trayectoria de un arquitecto latinoamericano. Esta columna se referirá a él en un artículo próximo, en especial, porque es hoy uno de los grandes maestros del continente. El viernes pasado inauguró el Museo del Niño en Villa Hermosa, y ayer, un Centro de Arte y Auditorio en Veracruz. Flora Manteola, Javier Sánchez Gómez, Josefina Santos, Justo Solsona y Carlos Sallaberry, recibieron el Premio a la Trayectoria de un estudio argentino. Desde la década del 60, el estudio ha aportado a la arquitectura argentina muchas de sus obras capitales. En primer lugar la sede de ATC (1978). Pero la firma ya había manifestado su capacidad en la década anterior con la sede del Banco Ciudad de Buenos Aires (1968), una enorme caja de cristal construida con ladrillos de vidrio, que fue insertada en la estructura metálica de un edificio preexistente.

Entre su producción de los últimos años debe destacarse el reciclaje del Palacio Alcorta (1995), el Complejo Natatorio para los juegos panamericanos de Mar del Plata (1995), la torre Altopalermo Plaza (1997), la ampliación del Aeropuerto Internacional Ezeiza (2000) y el reciclado del estadio de Boca Juniors. Recientemente, el estudio obtuvo el Primer Premio en el concurso para la construcción de la Televisora Nacional Chilena, junto con Víctor Gubbins de ese país.

•Obra argentina

La Universidad Nacional de Córdoba -Facultades de Odontología, Economía y Artes-de Miguel Angel Roca, obtuvo el Premio a la Mejor Obra Argentina La Facultad de Odontología incluye un departamento educativo y el hospital odontológico. Cerca de ellos un auditorio diseñado para diversos usos académicos. La Facultad de Artes consta de cuatro edificios, uno para cada departamento de la facultad: Cine, Teatro, Música y Escultura, y fueron articulados por un hall transparente. El edificio de la Escuela de posgrado en Economía surge en torno a una directriz norte-sur. Abierto en la cubierta y en ambos extremos, el espacio central está rodeado por paredes de madera.

El Centro de Diagnóstico Urológico, Buenos Aires, de
Daniel Szuldman, Mario Zambonini y Sandra Rudelir, recibió el Premio a la Mejor Obra Argentina Emergente (para arquitectos menores de 45 años). El pórtico que remata la fachada de este edificio ubicado sobre la avenida Córdoba asegura su visibilidad, pese a estar rodeado por torres más altas. Fue una remodelación que tuvo que adaptarse a la estructura de una obra existente. Con un cielo raso de casetones de hormigón, los pisos son plantas libres con diferentes niveles y mochetas sobre las paredes medianeras. La luz natural entra a través de ventanas corridas y lucarnas, que son repetidas como fuentes de luz artificial en todas las plantas. La otra obra premiada para la joven generación es La Martona, Club de Campo de Federico Kelly, Paula Lestard y Hernán Maldonado. Esta urbanización ubicada en la localidad bonaerense de Cañuelas decidió, a partir de la voluntad de sus socios, de construir un espacio multifunción para actividades deportivas y sociales. Desde el hall, se visualiza el gran espacio deportivo (la cancha de golf), a través de puertas pivotantes con grandes paños vidriados.

Con el Premio a la Integración de Obras de Arte a la Arquitectura fue distinguido
Claudio Vekstein, con su Paseo de la Costa, en Vicente López. Es un monumento homenaje para Amancio Williams en un extremo, y un auditorio en el otro. Mojones ubicados en un parque costero con una restricción presupuestaria importante que genera una estética ascética. El diseño de la tercera etapa (no se concibieron juntas), se inició a mediados del 2000. Los senderos surgen de multiplicar aquellos que se desarrollaran en el monumento a Amancio Williams. Los senderos luminosos, badenes y canales van atravesando e involucran todos los elementos a través de un recorrido peatonal.

•Investigación

Martín Evans y Silvia de Schiller recibieron el Premio a la Investigación. Fundaron el Centro de Investigación Hábitat y Energía y el Laboratorio de Estudios Bioambientales en 1987 en el marco de la Facultad de Arquitectura de la UBA. Actualmente cuentan con un túnel de viento, un heliodón de soles múltiples, un cielo artificial, instrumental de medición, equipos y programas de computación, que abrieron sus puertas en 1994 a los investigadores y arquitectos especializados en Arquitectura Bioambiental.

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