13 de septiembre 2007 - 00:00

Ser o no ser: cuestionan identidad de Shakespeare

W.S.: un hombre que apenas sabía leer y escribir no pudoposeer los conocimientos legales, históricos y matemáticosque hay en sus sublimes tragedias, comedias y sonetos. Ymenos ser capaz de esa escritura.
W.S.: un hombre que apenas sabía leer y escribir no pudo poseer los conocimientos legales, históricos y matemáticos que hay en sus sublimes tragedias, comedias y sonetos. Y menos ser capaz de esa escritura.
Londres (EFE).- «Shakespeare, ¿era o no era Shakespeare?». Esa es la cuestión para algunos de los más famosos actores shakesperianos, que siempre han dudado de la identidad real de William Shakespeare y han reabierto ese polémico debate en el Reino Unido. El nuevo «misil» lo han lanzado los actores Derek Jacobi, que en su larga carrera ha encarnado a personajes del famoso dramaturgo como Hamlet, y Mark Rylance, ex director artístico del Globe Theatre, la conocida réplica del teatro original de Shakespeare en Londres.

Jacobi y Rylance acaban de divulgar la denominada «Declaración de Duda Razonable» sobre la identidad del Bardo de Avon. El documento, informó «The Observer», se divulgó al término de la función teatral «Yo soy Shakespeare», que investiga la autenticidad del famoso dramaturgo y se representa en el Minerva Theatre de Chichester, al sur de Inglaterra.

La declaración cuestiona que William Shakespeare, un plebeyo del siglo XVI criado en un hogar analfabeto de Stratford-upon-Avon, escribiera las geniales obras que llevan su nombre.

Promovido por la llamada «Coalición de la Autoría de Shakespeare» y avalado por casi 300 firmas, el comunicado argumenta que un hombre que apenas sabía leer y escribir no pudo poseer los rigurosos conocimientos legales, históricos y matemáticos que salpican las tragedias, comedias y sonetos atribuidos a su pluma.

«Los eruditos han hallado pocos nexos, la mayoría dudosos, entre la vida del supuesto autor y las obras», señala la declaración, al explicar que los libros rezuman gran familiaridad con la vida de las clases altas e incluyen « detalles oscuros» sobre países como Italia. Los signatarios, entre los que figuran más de treinta académicos, también esgrimen que no existen pruebas de que el aldeano de Stratford-upon-Avon recibiera estipendio o mecenazgo por escribir algunos de los libros más famosos de la literatura universal.

Además, la Coalición, fundada el pasado 23 de abril coincidiendo con los 391 años de la muerte del escritor, subraya que el testamento de Shakespeare, en el que el literato legaba a su esposa su «segunda mejor cama con los muebles», no menciona libro, obra teatral o poema alguno ni incluye tampoco frases « shakesperianas».

Desde el siglo XVIII, no han faltado teorías que defienden la idea de que William Shakespeare no fue más que un seudónimo. Con el tiempo han surgido sospechas de que detrás de ese «alias» pudieron esconderse el dramaturgo Christopher Marlowe (1564-1593), el filósofo y hombre de letras Francis Bacon (1561-1626) o Edward de Vere (1550-1604), decimoséptimo conde de Oxford.

«Suscribo la teoría de la Coalición», dijo Jacobi, al inclinarse por Edward de Vere, que frecuentó la vida cortesana en el reinado de Isabel I (1533-1603), como su «candidato» preferido, dadas las supuestas similitudes entre la biografía del conde y numerosos hechos relatados en los libros del bardo.

«Creo que el que más luz arroja al enigma es posiblemente de Vere, pues pienso que un autor escribe sobre sus propias experiencias, su propia vida y su propia personalidad», comentó el actor.

Jacobi y Rylance han entregado una copia de la declaración al profesor William Leahy, responsable del departamento de Inglés en la Universidad Brunel de Londres y director del primer programa de estudios dedicado a la autoría de Shakespeare, que empieza este mes.

Para Leahy, el debate que proponen los más escépticos resulta «legítimo», pues el problema encierra un «misterio en su origen y la discusión intelectual nos acercará a ese origen. Eso no quiere decir -agregó el profesor- que vayamos a hallar una respuesta a todo. Naturalmente, ésa es la cuestión...».

Quizá quien mejor resumió este dilema sobre la identidad de Shakespeare fue Woody Allen cuando escribió: «He pasado años investigando el problema acerca de la identidad de Shakespeare, y sólo he podido llegar a una conclusión: jamás le aceptaría un cheque».

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