31 de julio 2020 - 00:00

Sónico, o la misión de recuperar el tango del pionero Eduardo Rovira

A cuatro décadas de la muerte de un músico revolucionario al que eclipsó Astor Piazzolla.

sónico. Al centro (de barba), el contrabajjista Ariel Eberstein, mentor y líder de la formación.

sónico. Al centro (de barba), el contrabajjista Ariel Eberstein, mentor y líder de la formación.

Sónico es un grupo de “nuevo tango” establecido en Bélgica y formado por músicos argentinos, franceses, belgas y estadounidenses. También es el titulo de uno de los mejores discos que grabó en la década de 1960 el revolucionario compositor argentino Eduardo Rovira (de quien se cumplieron 40 años de su muerte), álbum en el que entre otras cosas distorsionaba el sonido del bandoneón con toques electrónicos adelantados a su época. La conjunción entre el grupo Sónico y la obra de Rovira empezó hace cinco años cuando Ariel Eberstein, contrabajista argentino radicado en Bélgica, se unió durante el Festival de Tango de Bruselas con el violinista Stephen Meyer y el bandoneonista Lysandre Donoso y entre los tres coincidieron en difundir la obra de Rovira.

“En la música de Rovira hay mucho de jazz, Bach, Bartok, Beethoven, Schoenberg, Debussy e inclusive, a diferencia de Astor Piazzolla, mucho folklore argentino”, explica Ariel Eberstein en diálogo con este diario desde Bruselas. “Pero por sobre todo, y como hilo conductor, siempre está el tango. Tocar esta música, o la de Piazzolla, sin conocer los estilos fundamentales del tango es contar una historia de amor sin importar si es durante la Segunda Guerra Mundial, la Edad Media o en Marte. Es descontextualizar y no entender las intenciones; eso, lamentablemente, se ha transformado en una tendencia de muchos músicos clásicos que toman unos tanguitos y descontextualizan el material. Es raro porque estudian a Bach en profundidad pero no hacen lo mismo con Piazzolla”.

La música de Rovira no es tan conocida como la de Piazzolla, ni siquiera en la Argentina, y para este grupo internacional no fue fácil dedicarse a difundirlo. El conjunto, que completan el pianista Ivo de Greef y el guitarrista Camilo Córdoba, dedicó su segundo disco“Inédito e inconcluso” a temas reconstruidos. El álbum, que recorre temas que Rovira no terminó de grabar en 1975, iba a estar acompañado por una gira de conciertos del quinteto por Europa y también la Argentina. Aunque la pandemia impidió el tour en vivo, el disco acaba de lanzarse en las principales plataformas digitales.

“Tratar de redescubrir su obra es imposible sin reconstruir su material a través de investigación de archivo y transcripciones”, dice Eberstein. “Era deseable en algún momento toparse con material desconocido, inédito. Así, en 2018, tuvimos la posibilidad de conocer al productor de Rovira, Oscar del Priore. Él nos invitó a su casa y nos entregó una grabación inédita de Rovira con un material invalorable. Con una precaria instalación, que hizo Del Priore (unos cables conectados del receptor radial a un viejo grabador de cinta abierta Wilcox), grabó el único arreglo existente del conjunto “Los Tres”, formado por Rovira, Kicho Diaz y Manzi. Este encuentro nos motivó a sumar materiales que habíamos encontrado anteriormente”.

Entre los aspectos más interesantes de la música de Rovira están los efectos o distorsiones electrónicas para el bandoneón, pero es un desafío con el que el grupo Sónico recién se está enfrentando, según explica Eberstein: “Las distorsiones o ecos que aparecen en el LP de Rovira “Sónico” (1969), por primera vez en el tango, surgen de un pedal que Rovira mismo construyó. Estamos hablando de un elemento revolucionario para la época, que luego, como muchas otras ideas de vanguardia que Rovira propuso, desapareció. Tal vez porque luego de este disco no realizó ninguna grabación más hasta 1975 con el LP “Que lo Paren” antes de su muerte a los 55 años. Creo que Rovira usó la electrónica como búsqueda de colores, más a modo impresionista. Nosotros, el año pasado, hemos realizado diferentes residencias artísticas (Tanzhaus Zurich, Szene Nationale Montbeliard, Grote Post Ostende) junto a la coreógrafa Lisi Estaras para la creación de la primera obra con danza contemporánea y música de Eduardo Rovira, “The Heart Is The Muscle We Like To Workout” y durante estas residencias trabajamos con efectos de electrónica en el bandoneón”.

Piazzolla tuvo éxitos como “Adiós Nonino” o “Balada para un loco”, preguntamos. ¿Rovira puede haber sido un Astor sin hits?

Eberstein casi se ríe: “Hits como Astor Piazzolla no tuvo nadie excepto Gardel, ya que nadie hizo una carrera internacional ni posee la vigencia de Astor. Esto no quiere decir que Rovira no haya tenido obras muy conocidas. ‘A Evaristo Carriego’ es una obra que en el mundo de la milonga tiene mucho enganche, especialmente la versión de Osvaldo Pugliese. El ‘Engobbiao’ para la orquesta de Gobbi es también una obra muy tocada, pero no es comparable con la facturación de un “Libertango”. Piazzolla y Rovira fueron pioneros de una vanguardia del tango que pudieran atraer a un nuevo público. Piazzolla lo logró, Rovira quedó fuera del mapa musical. Rovira propuso un lenguaje diferente del que propuso e impuso Piazzolla. Esos lenguajes no son antagonistas, sino complementarios. Hoy en día veo que esas dos lecturas de lo que podría ser la modernidad empiezan a confluir creando nuevas hibridaciones en el tango. Y esta fusión es la mera esencia del tango”.

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