9 de noviembre 2020 - 00:00

El Gobierno fijará hoy el protocolo para teatros

El diálogo había quedado en suspenso el fin de semana, mientras continuaba la queja de empresarios.

Ariel Stolier. “Se pierde el verano si no nos autorizan ahora”.

Ariel Stolier. “Se pierde el verano si no nos autorizan ahora”.

Hoy a las 11 horas quedará establecido el “Protocolo general para las actividades teatrales” con autoridades de la Secretaría General de Presidencia, el Ministerio de Cultura, el Ministerio de Salud y el Ministerio de Trabajo de la Nación, junto a miembros de la Asociación Argentina de Empresarios Teatrales y Musicales (AADET) e integrantes de la Asociación Argentina de Actores (AAA).

Este Protocolo, recomendado para las actividades teatrales y sujeto a la aprobación de cada jurisdicción del territorio nacional, fue “resultado del trabajo con las partes involucradas para atender las demandas y necesidades específicas del sector para la vuelta segura a la actividad”.

La resolución del protocolo se conoció a última hora de ayer, después de un tenso fin de semana en el que los empresarios y la comunidad artística había visto con decepción que, pese a las muchas reaperturas autorizadas el viernes, los cines y teatros habían vuelto a quedar en compás de espera, pese a las costosas reformas que se hicieron en ventilación y sistemas de refrigeración de acuerdo con el protocolo.

El fin de semana, los referentes del teatro continuaron las conversaciones con funcionarios y esperaban una reunión esta semana con Nación (las tuvieron con autoridades de Provincia y Ciudad) o bien una reformulación de las habilitaciones para que las salas sean autorizadas de manera gradual, lo que se conoció ayer por la noche. O al menos, que se fije hoy el protocolo. Consultado por este diario sobre la novedad, Caros Rottemberg dijo: “Final abierto. Noche de diálogos cruzados”.

La Asociación de Empresarios Teatrales, AADET, había sostenidos en un comunicado que “Evidentemente el teatro y la música en vivo no son considerados importantes ni forman parte de la agenda política, comparado con otros sectores que desarrollan su actividad en ámbitos cerrados”.

Ariel Stolier, del Paseo La Plaza, dijo a este diario: “Fue decepcionante. Hace ocho meses que estamos parados, y fuimos acompañando las medidas de prevención. No pedimos la reapertura hasta después de los siete meses, cuando actividades en espacios cerrados se habilitan. Los teatros hicieron grandes esfuerzos para trabajar en propuestas protocolares como la adecuación de poner filtros y la ventilación de aire exterior que antes no existía, como en todo espacio cerrado. Hicimos inversiones costosas para adaptar los sistemas y trabajamos en una aceptación del aforo mínimo del 30% que no tiene coherencia de sustentabilidad económica, pero que busca recomenzar. Stolier insistía en que fue “desconcertante porque siempre se dijo que si no se abría para esta fecha no tenía sentido abrir para el resto del año, porque la temporada termina en noviembre. Apuntamos a una mini temporada de cinco semanas previa a Navidad para poder demostrar que la actividad se puede desarrollar. Si no reabre para esta fecha, el verano también queda cancelado porque ninguna producción ni artista puede comprometerse si no se sabe qué pasará. ”

Sebastián Blutrach, del Teatro Cervantes y El Picadero, decía: “El Cervantes abre el año próximo porque ahora estamos grabando las 21 obras del concurso, con lo que no hay personal para hacer nada este 2020 con ese volumen de trabajo. En cuanto a El Picadero, teníamos toda la previsión de que se iba a autorizar, con las obras de ventilación y adecuaciones, pero vemos que todo abre y no entendemos el retraso. Hay que abrir para ordenar 2021. Carlos Rottemberg, por su parte, dijo a este diario: “No entienden el valor simbólico que tiene abrir porque en la práctica son apenas media docena de salas que lo harían, por la fecha del año en que estamos. Se trabajó estos meses con técnicos en refrigeración. ”.

El caso con los cines es diferente. Las grandes cadenas como Hoyts o Village prefieren seguir cerradas ante la falta de estrenos, de modo que abrir para poco público y dejar de percibir el ATP que aún cobran para sostener estructuras de mil empleados promedio no resulta redituable. En cambio, compañías más pequeñas desean reabrir. Jack Harari, titular de Cinema La Plata, dijo a este diario: “El anuncio del viernes pegó en el poste siendo el cine y teatro actividades que están en situación crítica. El tema de los cines es unánime, si no hay estrenos a nivel mundial es muy difícil sobrellevarlo, sin embargo, tenemos la obligación de abrir y comenzar. Vivimos un estado dramático por dos motivos, porque los cines son grandes superficies con gastos de electricidad que serán difíciles de absorber durante los primeros tres meses. El ATP no es un objetivo para nosotros; esta es una actividad que está en cero hace ocho meses. Sería bueno que el ATP continuara seis meses más para el teatro y cine porque es la única manera de comenzar con un aforo del 30% al 50%. En el mundo el Estado está presente con subsidios: España con electricidad, Francia subsidia cadenas, pero hay un cuidado de lo que representan esas industrias y el efecto multiplicador que son el cine y el teatro. Si esos empiezan se da una evolución de los comercios aledaños”.

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