“Quise traer un problema lejano que se originó en Rusia pero que sin dudas encuentra puntos de contacto con nuestro país y nuestra actualidad”, dice el productor y director Pablo Cernadas, quien estrena el año próximo “Finist, el halcón resplandeciente”, una obra rusa que recibió premios en su país y cuya autora, Svetlana Petriychuk, y directora, Zhenya Berkovich, resultaron apresadas por considerarlas terroristas. En el marco de una represión de niveles inéditos desde que Moscú envió tropas a Ucrania, en julio pasado estas mujeres estuvieron presas esperando una audiencia que falló en contra.
Traen al país obra rusa por la que sus autoras siguen presas acusadas de terroristas
El productor y director llevará a escena "Finist, el halcón resplandeciente", una obra premiada en Rusia por la que su autora y su directora fueron juzgadas y apresadas. Aborda el engaño a mujeres jóvenes desde el ISIS.
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También el año próximo, Cernadas lanzará “Grillos”, que recibió una mención honorífica de ARTEI. Escrita por Alfredo Meña, trata sobre la desaparición del músico, Silvio Mario Valderrama, a fin de los 70, y actualmente la ensayan junto con Eduardo Lamoglia para estrenarla en El Tinglado. Conversamos con Cernadas.
Periodista: ¿Cómo llegaste a la obra rusa?
Pablo Cernadas: De manera accidental, leyendo una nota periodística, sobre el apresamiento de una directora y una dramaturga rusa por una obra que habían presentado. Investigué y di con el marido de la dramaturga y me dio los derechos de la obra para Latinoamérica, que ya tiene la traducción al español. Por esa obra, ambas ganaron dos premios muy importantes de ese país el año pasado y poco después las metieron presas. Las sometieron a un juicio ridículo. Una de ellas se había manifestado en contra de la guerra, aparentemente fue por eso.
P.: ¿De qué trata la obra por la que las encarcelaron y que vas a dirigir?
P.C.: Trata sobre chicas rusas jóvenes que son captadas por el ISIS de una manera rara. Son entre 2000 y 3000 chicas al año, que desaparecen de sus familias y son absorbidas por el yihadismo, enamorándolas. No hay cuestión política ni ideológica, se les presentan de una manera virtual como hombres ideales y mientras las enamoran mediante chats y Telegram, empiezan a operar en ellas y las convierten al ISIS. Les envían pasajes y ellas viajan de una manera idealista. Sueñan con encontrarse con un hombre ideal y llegan a Siria vía Estambul. Casi todas son puestas presas por el ejército curdo, que las manda de vuelta a Rusia, donde las encarcelan por disidentes. Todo esto está basado en casos reales.
P.: ¿A qué se refiere el título, “Finist, el halcón resplandeciente?
P.C.: Responde a una leyenda rusa que cuenta sobre un padre y los regalos que hace a sus tres hijas. A una le obsequia un vestido, a otra un collar y a la tercera una pluma que encuentra. Las otras hermanas se mofan ante el supuesto regalo insignificante pero a la noche, esa pluma se transforma en un halcón y en un hombre que la enamora. Ella conversa con este hombre ideal, las hermanas la espían y le cuentan al padre. Así que le colocan cuchillos en una ventana y cuando ellas irrumpen el hombre se asusta, se convierte en pájaro y escapa, herido. El dice a su enamorada que lo busque por el mundo que la va a esperar y ella se pone su vestido de metal y sale a buscarlo. Recorre el mundo hasta que lo encuentra en un país lejano. Estaba casado con una mujer que lo tenía preso en una jaula como un pájaro, entonces ella se presenta, revela ese amor verdadero y hacen un juicio sobre el verdadero amor, ¿cuál es? ¿El del esfuerzo, el de buscar y encontrar, o el de la cárcel y el sojuzgamiento? Concluyen que es aquel que se busca toda la vida, así que piden que lo liberen y la pregunta de la obra gira en torno al amor real.
P.: ¿Qué otros interrogantes aparecen en la obra?
P.C.: La mujer explotada, un pueblo como Rusia que pasó por tres guerras, la idealización del verdadero amor en contraste con la violencia, el querer escapar, la utopía. La obra tiene mucho audiovisual, así que estoy en etapa de casting, además colabora un artista plástico ruso y actrices rusas. Estamos generando un crowfounding para la difusión y en búsqueda de sala. Hay una actriz que tendrá muchos personajes, y las otras son ayudantes.
P.: ¿Cómo sigue la historia de la dramaturga y la actriz en Rusia?
P.C.: Siguen presas, hicieron apelaciones y se las negaron, están incomunicadas. El marido está fomentando que la obra se haga, se hizo en Grecia, Italia, Alemania, es best seller en Inglaterra, y la autora está presa por lo que escribió. Le preguntaron si se arrepiente de lo que hizo y dijo que no, y que lo volvería a escribir. Tiene dos hijos adoptados discapacitados, es una persona muy íntegra, de mucha lucha.
P.: ¿Qué alcance imaginás que tendrá la obra en Argentina? ¿Qué puntos de contacto encontrás?
P.C.: Poner en Argentina una obra prohibida en otro país tiene un mensaje en torno a la cultura, que no se debe prohibir. Tenemos libre expresión y hay que cuidarla, podemos hacer las obras que sean, y si son disidentes se tienen que respetar y escuchar con respeto. En ARTEI planteamos el problema de que las salas subsisten a pulmón, que Proteatro no está aportando nada, es importante subsidiar la cultura y el teatro independiente. Hay teatros emblemáticos de capital que se están desmoronando, quieren acallar no dando dinero. La obra también puede alertar sobre el cuidado de nuestros hijos respecto de las organizaciones que roban chicos. A veces con un tema extrapolado uno encuentra la empatía.
P.: Además tenés tu programa en el streaming.
P.C.: Quiero hacer uno nuevo con producción mensual y buscarle una vuelta. El streaming está atomizado, quiero hacer un programa interesante que no sea multitema sino artístico. Estoy recabando información en librerías, hay variables para el streaming, algo más cultural y prolijo, para salir de lo común.
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