Tres artistas de fuerte personalidad
Inaugurada pocos días antes de la cuarentena, la valiosa exposición reabrirá apenas sea posible su visita.
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Con la curaduría de Angel Navarro, Catalina Chervin tituló su muestra en el Museo de Arte Contemporáneo de Buenos Aires “Atmósferas y Entropías”. Al igual que el resto de las exposiciones públicas en el país, se espera su reapertura para después del levantamiento de la cuarentena. Conocimos la obra de Chervin a fines de los 80 y desde entonces el adjetivo virtuosa era esencial para describir su dibujo, ya sea a través de la pluma, plumín, grafito, rotring, tinta, carbón. Con estos materiales parte de un punto y avanza hacia un mundo invisible que puede ser el retrato de una idea, la forma paisaje, un retrato humano, zonas insondables de la mente que exigen una contemplación sin urgencias. En esta ocasión, Chervín adopta también el gran tamaño en los que pega afiches callejeros que arranca -de allí el nombre de esta serie, Street Art-, sobre un bastidor en un entramado en el que despliega una acción física, mostrando que también es capaz de incursionar en otra faceta en la que el cuerpo juega un papel protagónico. La obra de Catalina Chervin integra las colecciones del British Museum y Victoria & Albert de Londres; Albertina de Viena, Blanton de Austin, Texas, y Metropolitan de Nueva York. y entre sus premios, recibió el Trabucco de Dibujo en 2005 y el del Salón Manuel Belgrano en 2018.
Nacida en Chile, Liliana Iturriaga vivió más de 30 años en Venezuela donde se conectó con el cinetismo. En 2005 regresó a su país donde continuó su formación artística; su propuesta es indagar en la revalorización del geometrismo en Latinoamérica, enfatizando las formas libres y abiertas. Al observar sus obras es inevitable el recuerdo de Soto, Vasarely y otros artistas de esta disciplina. Bajo la curaduría de Patricio Zárate, la exposición titulada “Concéntricos” “indaga en la condición natural de las cosas, específicamente en su carácter azaroso y errático”. Las obras, algunos objetos, son en general circulares y tienen superficies pintadas transparentes que se superponen provocando el efecto óptico, y de movimiento que las convierten en interactivas, ya que el visitante puede hacerlas girar. Las líneas son sinuosas y curvas, se mezclan con las rectas y el color muy atractivo. Se destaca una escultura metálica ”Más Circus” con elementos que flotan y reflejan sombras. Patricio Zárate señala que “Iturriaga se ha propuesto sobrepasar las convenciones habituales del cinetismo y la geometría, ponerlos a prueba, extremando las posibilidades de uso, hasta llegar a su completa disolución”.
Y si de obsesiones hablamos está la de Miguel Angel Giovanetti cuya obra ocupa otra de las salas del MACBA, con curaduría de Laura Casanovas. Hace mucho que este artista argentino ha elegido al pentágono como centro de su investigación. “Proyecto pentágono” deriva de otras muestras anteriores, por ejemplo: “Concepto pentágono” hasta llegar a la actual que se titula “Fragmentos de pentágonos”. Realizadas con bolígrafos con gel, esta figura geométrica es de investigarse ad infinitum.
Dibujos sobre papel, líneas rectas paralelas a las que dota de un ritmo y color armoniosos. Un trabajo impecable, la multiplicación y superposición de las líneas están realizadas más sutilmente y le toca al contemplador completar la imagen. Este conjunto es de gran delicadeza visual además del rigor con el que Giovanetti aborda la abstracción geométrica, teniendo también en cuenta las atractivas tonalidades cromáticas según el grosor de las rectas.
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