25 de enero 2005 - 00:00

Verano a todo show en Punta del Este

Diego Torres cantó en el Conrad ante 4.500 fans, entre ellos el empresario Daniel Hadad, el actor Mariano Martínez, Zulemita Menem y las vedettes Luciana Salazar y Pamela David.
Diego Torres cantó en el Conrad ante 4.500 fans, entre ellos el empresario Daniel Hadad, el actor Mariano Martínez, Zulemita Menem y las vedettes Luciana Salazar y Pamela David.
Punta del Este- Este verano, Punta del Este ofrece un heterogéneo panorama de espectáculos y shows para todos los gustos y edades. Así, tan sólo el último fin de semana se pudo elegir entre un exquisito programa de Julio Bocca y Eleonora Cassano en el Ballroom del Conrad; un show de Diego Torres en el parking del mismo hotel, que agotó entradas de entre 20 y 50 dólares, y contó con muchos fans famosos en la platea; y un recital gratuito del ex Fabulosos Cadillacs, Vicentico, en la playa de La Barra.

El recital de Diego Torres atrajo el viernes a su habitual público familiar, al que en todo momento dedicó sus bailes y chistes, pero sin perder de vista en ningún momento la concurrencia femenina de la primera fila, encabezada por las vedettes Luciana Salazar y Pamela David. Es que el recital convocó, entre sus 4.500 personas, a varios personajes del show bussiness rioplatense. Daniel Hadad asistió con su familia. Días atrás dicho sea de paso, Hadad había recibido la visita de Marcelo Tinelli, con quien conversó acerca del pase de Alejandro Stoessel a «Canal 9», según se dice, sólo el primero.

Tampoco faltó la tropa de galancitos comandada por Mariano Martínez, quien de día se camufla y esquiva lugares públicos pero a la noche no pudo zafar del acoso de fans con cámaras digitales. A Martínez lo acompañaban su amigo Fabián Mazzei y los hermanos Guido y Diego Barsky. También estuvo Ricardo Piñeyro, otro galán, aunque más maduro, y los periodistas deportivos Martín Liberman y Sergio Hendler que también asistieron en familia a ver el show.

• Omnipresencia

Cuando ya eran varios los flashes y cámaras encendidas buscando el testimonio de los famosos mencionados, la aparición de la noche la hizo Zulemita Menem, que llegó sola a poco de comenzar el show y se ubicó velozmente en la primera fila, para evitar a los molestos y omnipresentes movileros. «Nunca se sabe cómo aparecen, pero pateás una piedra y salen diez noteros de abajo», se quejaba una de las vedettes. Conocedora del acoso, Zulemita logró escabullirse, se retiró custodiada antes de que terminara el show y así evitó a los paparazzi.

La que no pudo escapar fue
Luciana Salazar, que multiplicó sus guardaespaldas tras el exitoso desfile de Roberto Giordano, donde, según denunció, hombres del público la habían «manoseado». Sin embargo, se la vio paciente ante un impensado público pre-puber, femenino y masculino, que le pedía autógrafos.

El show de
Torres no salió de lo habitual, con alternancia entre sus hits («Color Esperanza», «Déjame estar», «Tratar de estar mejor», etc.) y extensos monólogos donde el cantante se luce como showman. Sin embargo, lo mejor estuvo, como siempre, en su espontaneidad, con sketchs ocurrentes que excedían el libreto, lo que se advertía al oír las carcajadas de sus asistentes desde el backstage. Como siempre también, el cantante le dio el lugar que se merece a su excelente banda, en especial el conjunto de cuerdas y violines, el percusionista y los vientos a cargo del director musical del show. Pero el broche de oro volvió a ser Miguelius, un hombre que genera sonidos asombrosos con sus cuerdas vocales, similares a los de la música electrónica. No por nada se lo anunció como el señor «multitráquea». Para cerrar, sorprendió Torres con el tango «Nostalgias» .

El maratón musical se reanudó el sábado a la tarde con el show gratuito que brindó
Vicentico ante unas 5000 personas en el parador de una compañía de teléfonos celulares. Este tipo de acciones publicitarias se afianzaron este verano y son legión las marcas que sponsorean paradores playeros, festivales de rock, recitales, torneos deportivos, etc. La mayor novedad la proveen los canales de cable generando programas a la medida de las marcas, donde se muestra la «movida» del verano en los principales puntos turísticos y a modelos consumiendo las marcas en cuestión.

Vicentico
combinó temas de su último disco «Los rayos» y viejos clásicos de «Los Fabulosos Cadillacs», pero no varió demasiado la rutina del show que había ofrecido en diciembre en el Luna Park. Lo que sí se alteró fue la postal de esa pintoresca playa de La barra, deslucida por la cantidad de basura que dejó la multitud.

Finalmente, el sábado a la noche ofrecieron su segunda gala en el Ballroom del Conrad
Julio Bocca y Elenora Cassano, con un programa ideado a medida del público que había pagado entre 30 y 50 dólares para verlos bailar. La audiencia del ballet también resultó heterogénea en edades, aunque con claro predominio de parejas maduras. A ellos estuvo dedicada la segunda parte del programa, con temas musicales de Frank Sinatra como «Softly», «Strangers» o «My way», que componían la coreografía «Nine Sinatra Songs».

En la primera parte los bailarines cautivaron a la platea con un bello «pas de deux» de «El lago de los cisnes», y en «The River» se lució la Compañía Ballet Argentino que dirige Bocca, en especial los cada vez más ascendentes Ceclia Figaredo y Hernán Piquín.

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