5 de agosto 2024 - 14:48

Mercados en crisis desafían a la Fed, mientras se desarma el "carry trade" global

La corrección tan temida parece haber llegado. El mensajero y los detonantes fueron varios. Lo cierto es que el pánico se adueñó de los espíritus y ahora todos miran a Powell.

Jerome Powell, titular de la Reserva Federal.

Jerome Powell, titular de la Reserva Federal.

Federal Reserve

Todo se tiñó de rojo, con algunas pocas excepciones como el maíz y el cacao y algunos cruces de monedas, el resto, está cayendo como hacía tiempo no se veía. Desde hace meses muchos alertaban por una depuración del rally que viven los mercados en los últimos años.

Es eso lo que se ve hoy, hasta ahora, un ajuste de precios vinculado a varias razones, que no son de ni de ayer ni de hoy. Los detonantes para todos los gustos, pero lo cierto es que el desarme del "carry trade" global con epicentro en Japón fue la gota que rebalsó el vaso. Ahora todo parece un “sálvese quien pueda” donde el pánico parece dominar la toma de decisiones.

La ola de ventas es insoslayable con algunas principales víctimas, sobre todo, tecnológicas y también financieras. Pero a los ojos de los inversores todo está en caída.

Sin duda, la audaz decisión del Banco de Japón (BoJ) de subir la tasa de interés por primera vez en décadas pateó el tablero. El atractivo carry trade en yenes a tasa cero se dio vuelta y esto obliga a los especuladores a cerrar y liquidar posiciones para cubrir los préstamos baratos.

La novela de siempre, pero esta vez montada sobre un rally que acumula suculentas ganancias. Hasta hoy, mirando en perspectiva, la caída de los mercados aún tiene al índice Nasdaq un 12% arriba de que como arrancó el año, un 165% acumulado desde 2023, incluso está por encima del máximo del 2021 pos-pandemia cuando subió más de 100% desde los mínimos del inicio de la pandemia. Mientras que el índice S&P todavía está hoy 11,5% por encima de comienzos de año, un 34% desde 2023 y un 93% desde los mínimos de la pandemia; y el Dow Jones, otro tanto, hoy está 3,3% arriba en el año, un 17,6% acumulado desde 2023 y un 103% desde los mínimos de pandemia.

Hasta acá, todo muy lindo pero cuando los ánimos de inversores y operadores son doblegados por el miedo no se sabe dónde termina. Algunos, siempre optimistas, ven una oportunidad de compra bajo el dicho adjudicado al Barón de Rothschild de comprar cuando hay sangre en las calles, mientras que para otros, no tan positivos es la oportunidad de salir. Ahora todos miran a la Fed, señalada como uno de los culpables de que se haya llegado a esta situación por no empezar los recortes de las tasas de interés hace tiempo. Estos desempolvan la frase de Churchill: esto no es el final, ni siquiera es el principio del final, pero es, tal vez, el final del principio.

Semana recargada

Como señalamos la debacle no comenzó hoy, ni el viernes, ya viene gestándose hace meses por diferentes causas, con foco en las tensiones geopolíticas y el andar parsimonioso de la Fed, que puso a las elecciones presidenciales de EEUU en el rol de catalizador de lo que vendrá según quién triunfe.

El atentado a Trump, las tensiones vinculadas con la guerra en Ucrania, el crecimiento del conflicto en Medio Oriente, no hicieron más que acelerar la rotación de las carteras de los fondos e inversores, con epicentro en el abanico de acciones tecnológicas.

La última semana de julio estuvo marcada además por acontecimientos importantes en los mercados financieros mundiales, impulsados por las decisiones de los bancos centrales sobre las tasas de interés, los resultados corporativos y las tensiones geopolíticas.

Recrudecieron las dudas sobre el crecimiento económico mundial, donde China sigue mostrando poca reacción y ello repercute en el mercado de commodities, y los temores sobre una recesión en EEUU, o sea, en lugar de un “soft landing” se tema un “hard landing”. Argumentos para todos los gustos para explicar la ola de ventas de la semana pasada y la profundización reciente.

Por lo pronto ya salieron importantes voces como la de Mohamed El Erian a señalar que la Fed podría verse presionada para recortar 50 puntos básicos en septiembre, y según el estimador CME FedWatchTool ahora hay una probabilidad implícita del 95,5% de una reducción de 50 puntos básicos en la tasa objetivo de los fondos federales.

Esto podría ser similar a lo que hizo la Fed en el cuarto trimestre de 2018, cuando la volatilidad del mercado de valores la obligó a dar un "cambio de rumbo en su política" que no estaba justificado por las condiciones económicas, dijo El-Erian. Los operadores están aumentando el tamaño y la velocidad de un ciclo de recortes de la Fed, agregó: el mercado de futuros ve ahora una probabilidad del 95,5% de una reducción de 50 puntos básicos en la tasa de Fed funds del 5,25%-5,50% al 4,75%-5% y asigna una probabilidad del 4,5% para una reducción de 0,25 puntos porcentuales.

“Es ciertamente posible que, al carecer de los anclajes estratégicos habituales y guiarse por un marco de política monetaria obsoleto, esta Fed pueda verse presionada por los mercados a aplicar un recorte de 50 puntos básicos en septiembre”, dijo el prestigioso economista y gestor. “Un resultado de ese tipo constituiría un cambio notable en la narrativa política de la Fed, que también necesitaría estar acompañado de revisiones significativas de sus proyecciones económicas”, sostuvo.

Para los defensores de la teoría de la inflación, como Larry Summers, el camino sería el contrario, en lugar de bajar la Fed debería subir la tasa. Sin embargo, la necesidad de estímulo para estabilizar los mercados aumenta. De ahí que surgieron rumores de una reunión especial de la Fed en la que recortaría la tasa un cuarto de punto para calmar los ánimos. Pero una reacción de esta índole puede poner más nervioso al mercado y sería interpretada como que la Fed de repente estaba viendo la economía bajo una perspectiva mucho peor.

Un cambio de actitud tan rápido en la Fed podría sin duda socavar su credibilidad, lo que podría tener un impacto negativo en las expectativas de inflación más adelante. Es probable que la Fed espere que algunos de los próximos datos estadounidenses que se publiquen indiquen que la economía estadounidense se está desacelerando a un ritmo moderado y no rápido.

Por su parte, el profesor de Finanzas de Wharton, Jeremy Siegel, advirtió en la CNBC que las acciones tendrán problemas y una recesión está sobre la mesa si la Fed no reduce las tasas en septiembre. El mercado laboral está cerca de activar un indicador de recesión muy preciso, según Siegel quien sostuvo que EEUU enfrenta un mayor riesgo de recesión sin recortes, con una desaceleración del crecimiento del PIB y del empleo. Más pérdidas de empleo han acercado a la economía a activar un indicador de recesión de gran precisión conocido como la Regla Sahm, señaló Siegel.

La Regla Sahm es un indicador de recesión desarrollado por la ex economista de la Fed, Claudia Sahm, que dice que la economía estadounidense está en recesión cuando el promedio móvil de tres meses de la tasa de desempleo aumenta un 0,5% desde su mínimo de 12 meses. Según la Fed el indicador subió hasta 0,43 el mes pasado.

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