25 de julio 2008 - 00:00
Cristina se ganó un 7 en la calificación de su vestuario
Definitivamente, no es casual el cambio de look de Cristina de Kirchner. El giro rotundo en su guardarropas hace más de tres meses, más allá del cambio de temporada, parece ser terminante en el calendario y en el gobierno. Ya no más estampados llamativos, en amarillo, azul eléctrico, naranja, rojo, magenta y turquesa. Hoy prefiere tonos tristes, con ayuda de la moda que los ofrece en los escaparates. Tanto cambio merece ser analizado. Por eso, Ambito Financiero recopiló la opinión de los especialistas en imagen más reconocidos de la Argentina para que califiquen con un puntaje del 1 al 10 el nuevo look presidencial. Y aunque la mayoría aplaude el cambio, esta cronista que la observa con atención todas las semanas no cree que la renovación sea meritoria. Todavía le falta mucho camino por recorrer a Cristina para lograr el charme que tanto persigue. Le falta a la dama aún descubrir de qué se trata el glamoroso mundo de la moda. Confunde elegancia y sobriedad con abuso de tailleurs clásicos y en tonos oscuros. Un nuevo estilo que aburre y pasa inadvertido. Esta vez, se sacó un 6, pero el promedio final entre todos los puntajes la favorece con un 7. Veamos las opiniones de los especialistas consultados.
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VERONICA ALFIE (Diseñadora)
«En las últimas semanas mejoró su guardarropa. Tuvo elecciones correctas, como las chaquetas de paño con cuellos importantes y cintos marcando la silueta. Además, está optando por telas sobrias y nobles, como el jacquards, y est a m p a d o s clásicos de c u a d r o s . Igualmente, sigue equivocándose con la elección de ornamentación exagerada, cuellos de encaje sobre telas brillosas y el uso de pieles. Una combinación exagerada que le suma edad.»
BENITO FERNANDEZ (Diseñador)
«Cristina de Kirchner de a poco está encontrando un look propio. Logró emprolijar el peinado y el maquillaje. Es evidente que el conflicto con el campo influyó en la forma en que se viste. No se sintió cómoda en su vida diaria y por eso comenzó a usar prendas neutras. Si bien esto le quita frescura, la falta de color y la sobriedad es un recurso para asegurar comodidad. No quiere sumarse una preocupación más. Se nota que la asesoran, porque en un contexto tan tenso como el actual no es adecuado lucir estridencias. Igualmente, antes estaba más femenina, con texturas finas, como el encaje. Lo positivo es que logró un look más homogéneo, pero aún se encuentra en la búsqueda.»
ANA ROMANELLI (Maquilladora)
«Cristina sigue errando en sus elecciones. El maquillaje sigue siendo desacertado. Está bien que quiera repetirlo siempre, porque es una forma de mantener un estilo, crear su propia marca. Les pasa a todas las divas, que son muy conservadorasen el make-up. El problema es que está equivocada en usar maquillaje tan oscuro y opaco en los ojos. Endurece su mirada. El rímel con grumos es inadmisible para una presidente. Pareciera que está de luto por lo que está ocurriendo en el país, porque últimamente elige colores oscuros. Debería usar tonalidades neutras pero vivas, y prendas más décontracté que suavicen esa imagen soberbia que transmite. Cristina endurece cada vez más su estilo. Tal vez, es una estrategia para transmitir una imagen más fuerte. Las gorras y las pieles no pegan con su rol y los pañuelos que tanto usa últimamente deben ser siempre engamados».
CLAUDIA ARCE (Diseñadora)
«O Cristina no está bien asesorada o no escucha los consejos de sus asesores. Su look es errado. Debería usar prendas que suavicen su personalidad tan dura. Es una lástima, porque es una mujer bella, que podría vestirse destacadamente. No se entiende cómo si le gusta tanto el fashion, se equivoca tanto en la elección de la imagen. Su look refleja soberbia. Pero es evidente que hay un antes y un después en su forma de vestir a partir del conflicto por las retenciones. Y el cambio en parte fue bueno, porque se animó a prendas más simples que le dan un toque de sofisticación. Todavía no hay un estilo presidencial».
MARIA PINOLA (Asesora de imagen)
«Cristina realmente cambió su forma de vestir. Esta más sobria, seria, sin perder femineidad. De todas maneras, le recomendaría que juegue más con los colores tanto en trajes como abrigos, para tener más variedad de o p c i o n e s . Debe tener en cuenta que los tapados favorecen más si tienen un largo por debajo de la rodilla y no a la mitad de la pantorrilla, como muchas veces elige, ya que no estiliza las piernas. En polleras y vestidos, el largo que más la favorece es el Chanel (justo debajo de la rodilla), que la ayudaría a estilizar las piernas. Nunca debería elegir pantalones con ruedo por debajo del empeine: quedan desprolijos y no ayudan a elongar la figura. La favorecen los pañuelos, las perlas y los aros discretos. Eso sí, aunque luce manos prolijas, las uñas deben ir más cortas».
LAURENCIO ADOT (Diseñador)
«Cristina tiene un estilo propio. Suma puntaje a su look porque es fiel a sus gustos y no se deja llevar por los dictámenes de una marca.
Usa buenos géneros y cortes. Le recomendaríaque no use ropa de cóctel para el día y que no se sobrecargue de joyas. Por ejemplo, ese reloj de oro es demasiado para una jornada diurna. Le sienta bien romper los protocolos y usar gorras y camperas de cuero».
AGOSTINA BIANCHI (Diseñadora)
«Logró una imagen de autoridad, más acorde para una presidente. Bajó el tono de su cabello y se viste con sobriedad. Está bien que se juegue por los grises y los negros, la originalidad la debe lograr no con las texturas y colores estridentes, como los terracotas y naranjas que solía usar, si no por la morfología de las prendas. Tiene una person a l i d a d fuerte, un maquillaje cargado y un tono subido en su cabellera. Si a esto le suma vestimenta llamativa, el resultado es un aspecto circense.
Abandonó ese estilo fashionista que la caracterizaba y adoptó un look acorde con su puesto y su trabajo, sin dejar de estar actual».
FRANCISCO AYALA (Diseñador)
«Se nota que el vestuario, con todo lo que está viviendo el país, pasó a un segundo plano en sus prioridades y, curiosamente, le sienta bien. Se deshizo de las joyas y luce más sobria
Hasta repite prendas. Opta por sacos estilo príncipe de Gales, que logran un look elegante y descontracturado, una buena fórmula, lista para trabajar. Ya no desentona con prendas o accesorios estridentes. Su aspecto está menos armado, más casual. Aunque le bajo puntaje porque sigue usando, de vez en cuando, pieles naturales y blusas de cuello alto que convierten en grotescos sus rasgos finos»
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