11 de octubre 2007 - 00:00

Demoran a un chico que disparaba a sus vecinos en Flores

Un adolescente de 16 años fue demorado hoy acusado de herir a una joven con un rifle de aire comprimido con el que, "por hobbie", disparaba desde su casa del barrio porteño de Flores a las personas que pasaban por la calle, informaron fuentes policiales.

Los voceros consultados indicaron que el episodio más grave se produjo el pasado domingo, cuando una adolescente transitaba por la calle Gavilán al 600, entre Méndez de Andes y Aranguren, y recibió un impacto en la zona cervical.

Por el hecho, la joven de 17 años debió ser atendida en el hospital Álvarez y luego le quitaron el proyectil en un sanatorio privado.

Para ese entonces, ya se había dado aviso al personal de la comisaría 50, con jurisdicción en la zona, que inició una investigación por el hecho.

La pesquisa derivó en reiteradas palabras de vecinos que dijeron haber sido atacados con "balines" en distintas partes del cuerpo, aunque sin lesiones graves.

A partir de ese momento, la investigación se centró en los lugares desde donde podrían salir los disparos, y así fue como esta mañana se llegó a la vivienda ubicada en Gavilán 659.

En el interior de la casa estaba el adolescente con dos rifles de aire comprimido, uno de los cuales -calibre 5.5- poseía una mira telescópica, por lo que se presume que fue el utilizado para los ataques.

Pero este "hobbie" pudo ser más trágico aún, ya que las tareas policiales descubrieron un árbol con varios impactos de bala y del cual colgaba una botella de plástico, que hacía las veces de "blanco" a la distancia.

Además, detrás de este árbol, existe la salida de un jardín de infantes, y en las paredes y carteles del establecimiento se hallaron impactos.

En tanto, y al margen de las pericias balísticas, se constató a través de una página del "Club de amigos del aire comprimido" que el joven tenía este pasatiempo.

El adolescente fue liberado a las pocas horas de estar demorado, ya que es menor de edad e ininputable, por lo que quedó bajo tutela de sus padres.

"Me arrepiento de lo que hice", dijo el adolescente francotirador al volver a su casa. "Tiraba por hobbie", agregó en sus breves declaraciones el joven de 16 años.

El muchacho enfrentó a las cámaras tapado con un casco negro -de los que se usan para circular en motocicleta- y sólo se limitó a contestar escuetamente dos preguntas de los periodistas.

Ante la que se refirió a su arrepentimiento, el joven respondió que sí, y sobre la razón de sus disparos, aseguró que eran su pasatiempo.

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