3 de noviembre 2011 - 22:07

Despidieron los restos de las víctimas del trágico choque en San Luis

Congoja y dolor en la despedida en la Catedral de San Luis.
Congoja y dolor en la despedida en la Catedral de San Luis.
Varios centenares de personas se acercaron a la Catedral de San Luis para despedir a las víctimas del trágico choque entre un tren y un micro escolar ocurrido en la localidad de Las Zanjitas.

En medio del desconcierto y el dolor por la tragedia, un prolongado aplauso se hizo escuchar con fuerza en las puertas de la Catedral cuando pasado el mediodía salieron los féretros con los restos de cinco niñas que habían sido velados allí.

Familiares de las víctimas, integrantes de la comunidad del colegio Santa María y de otras instituciones educativas expresaron su dolor por la tragedia ocurrida el miércoles y tras las misa oficiada por el obispo diocesano local, monseñor Pedro Martínez, despidieron los cortejos fúnebres que se trasladaban a distintos cementerios de las afueras de la capital puntana.

Desde las primeras horas de la madrugada, fueron velados en la Catedral local los restos de las niñas Paula Quiroga, Julieta Sánchez, Luz Biancotti, Jara Medero y Zaira Mariani Manucha, de 10 años.

Las demás víctimas del accidente, la niña Ana Paula Guerrero, de 11 años; la vicedirectora de colegio, María Virginia Farías, de 30 años; y la maestra Jésica Brancal, de 22, fueron despedidas por sus familiares en distintos velatorios privados.

En la Catedral se vivió desde la media mañana hasta el mediodía un respetuoso e impresionante silencio, entre una multitud en la que abundaban los uniformes del tradicional colegio al que asistían las víctimas y otras entidades educativas de la capital puntana.

"Sentimos un gran dolor por lo que pasó. El clima, como se prevé, no es fácil", expresó el obispo Martínez, encargado de oficiar la misa para pedir el descanso de las docentes y las niñas fallecidas.

El accidente también dejó como saldo 35 heridos, entre ellas dos niñas que sufrieron amputaciones de miembros y una que padeció fractura de cadera, además de una catequista de 50 años, todas ellas internadas en terapia intensiva.

Para empezar a comprender la forma en la que ocurrió la tragedia, los encargados de investigar el hecho aguardaban el testimonio de Julio Jofré, el chofer del micro que trasladaba al contigente escolar, que aparentemente se detuvo en medio de las vías justo cuando se aproximaba el tren.

El hombre se encuentra internado y brindará declaración en las próximas horas, luego de que hicieran lo propio el conductor del tren de carga, Juan José Urrutia, y su acompañante, Alberto Fernández.

El terrible accidente se produjo alrededor de las 12:00 del miércoles cuando el micro que llevaba a las niñas a un retiro espiritual pasaba un cruce ferroviario sobre la ruta provincial 3 y fue embestido por un tren de carga, que lo arrastró por unos 200 metros.

El hecho fue descripto por el gobernador local, Alberto Rodríguez Saá, como "la peor tragedia en la historia de la provincia", mientras su administración decretó tres días de duelo en territorio puntano.

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