1 de noviembre 2025 - 16:04

El cometa interestelar 3I/ATLAS sorprende con un cambio de trayectoria inexplicable cerca del Sol

El hecho desconcertó a los astrónomos. También modificó su aceleración.

La incertidumbre científica persiste sobre el 3L/ATLAS

La incertidumbre científica persiste sobre el 3L/ATLAS

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El cometa 3I/ATLAS, tercer objeto interestelar confirmado en ingresar a nuestro sistema solar, desconcertó a los astrónomos al mostrar un comportamiento inesperado durante su paso por el perihelio, el punto más cercano al Sol en su órbita. Las observaciones registradas indicaron que el cuerpo experimentó “un cambio de trayectoria y aceleración que no puede explicarse únicamente por la gravedad”, lo que impulsó nuevas hipótesis sobre su naturaleza.

Aceleración anómala y pérdida de masa

El astrofísico de Harvard, Avi Loeb, analizó la información disponible y destacó que el cometa mostró una “aceleración no gravitacional”, es decir, una fuerza adicional que actúa más allá de lo que dictan las leyes conocidas del movimiento celeste. Lo notable, explicó el especialista, fue que la aceleración no solo se produjo alejándose del Sol, sino también de manera transversal, “como si algo estuviera desviándolo lateralmente”.

Según Loeb, una posible causa podría ser la expulsión violenta de gases producto de la sublimación del hielo, proceso habitual en los cometas cuando se acercan al calor solar. No obstante, advirtió que “la magnitud del empuje supera lo que se esperaría para un objeto natural”, ya que durante el perihelio el 3I/ATLAS habría perdido una décima parte de su masa solo a raíz de ese mecanismo.

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El comportamiento del 3I/ATLAS recordó al del objeto interestelar ‘Oumuamua, observado en 2017, que también presentó desplazamientos fuera de lo previsto. En este caso, además, el cometa mostró “un cambio de color hacia el azul –inusual para un cuerpo que se calienta al acercarse al Sol–”, lo que sugiere una composición diferente a la de los cometas del sistema solar.

A diferencia de Borisov, segundo visitante interestelar registrado, el 3I/ATLAS no mostró una evolución estable. “Parece estar desintegrándose más rápido de lo esperado, expulsando material a gran escala y modificando su curso”, indicaron los reportes astronómicos.

El debate científico

La conducta errática del objeto llevó a que “algunos científicos ya se pregunten si se trata realmente de un cometa o de algo más”. Aunque Avi Loeb reiteró que la explicación más plausible sigue siendo natural, insistió en la necesidad de “mantener la mente abierta” ante la posibilidad de que se trate de una tecnología interestelar, hipótesis que ya había planteado en relación con ‘Oumuamua.

La mayoría de los astrónomos se mantiene escéptica frente a esa teoría, aunque reconocen que las observaciones son limitadas, ya que el cometa estuvo “oculto tras el brillo solar durante el momento clave de su aproximación”. El perihelio ocurrió el 29 de octubre, y a medida que el cuerpo continúa su alejamiento, “la ventana para obtener datos se achica”, puesto que hacia fin de año estará “demasiado lejos para ser estudiado con detalle”.

Los expertos subrayaron que el 3I/ATLAS no representa “ningún riesgo para la Tierra”, ya que su distancia mínima será de aproximadamente 270 millones de kilómetros. Sin embargo, el episodio dejó abierta una cuestión que inquieta a la comunidad científica: “¿por qué los tres objetos interestelares detectados hasta ahora se comportan de manera tan distinta a lo previsto?”.

Este interrogante vuelve a colocar en el centro del debate la necesidad de nuevas misiones de observación y análisis para comprender mejor a estos visitantes cósmicos, cuyas trayectorias parecen desafiar las leyes más establecidas de la física espacial.

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