"Un gran fracaso": la reapertura de las escuelas en Israel que generó un rebrote de coronavirus

Mientras algunos países consideran distintas estrategias de regreso a clases para el otoño boreal, una secundaria de Jerusalén presentó un rebrote de Covid-19 que puso nuevamente en cuarentena a más de 22.520 maestros y estudiantes, y contagió a 977 alumnos.

Elgobierno israelí creyó que había vencido al coronavirus e instó a losestudiantes a volver a clases.

El gobierno israelí creyó que había vencido al coronavirus e instó a los estudiantes a volver a clases.

Foto: Gil Cohen-Magen (Agence France-Presse)

Mientras que Estados Unidos y otros países están evaluando distintas estrategias para la reapertura de las escuelas cerradas por la pandemia de Covid-19, Israel, una de las primeras naciones en reanudar la actividad educativa presencial, ilustró el fracaso que significó moverse con demasiada precipitación.

“En cuestión de días, se informaron infecciones en una escuela secundaria de Jerusalén, que rápidamente se convirtió en el mayor brote de contagio en un colegio israelí, y posiblemente de todo el mundo. El virus se extendió a las casas de los alumnos y luego a otras escuelas y vecindarios, infectando a cientos de estudiantes, maestros y familiares”, continuó explicando el texto.

Otros brotes obligaron a cientos de instituciones educativas a cerrar. En todo el país, decenas de miles de estudiantes y maestros fueron puestos en cuarentena. "Definitivamente no deberían hacer lo que hemos hecho", dijo Eli Waxman, profesor del Instituto Weizmann de Ciencias y presidente del equipo que asesora al Consejo de Seguridad Nacional de Israel sobre la pandemia. "Fue un gran fracaso", agregó.

Según los expertos, incluso las comunidades que han logrado controlar la propagación del virus deben tomar precauciones estrictas al reabrir las escuelas. Es probable que las clases más pequeñas, el uso de máscaras, el mantenimiento de escritorios a seis pies de distancia y el suministro de ventilación adecuada sean cruciales hasta que haya una vacuna disponible.

"Si hay un número bajo de casos, existe la ilusión de que la enfermedad ha terminado", dijo a The New York Times el Dr. Hagai Levine, profesor de epidemiología en la Facultad de Salud Pública de la Universidad Hebrea-Hadassah. "Pero es una ilusión completa", sentenció.

"El error en Israel", agregó, "fue que podés abrir el sistema educativo, pero tenés que hacerlo gradualmente, con ciertos límites, y debes hacerlo de una manera muy cuidadosa".

El manejo de la pandemia por parte del país hebreo se había considerado exitoso al principio. Entre otras medidas, cerró sus escuelas a mediados de marzo e introdujo el aprendizaje remoto para sus dos millones de estudiantes. Sin embargo, a mediados de mayo, envalentonado por la caída de las tasas de infección y deseando reanimar una economía devastada, el Gobierno reabrió por completo los centros escolares.

Pero tiempo después, tratando de contener el contagio, el Ministerio de Educación prometió clausurar cualquier establecimiento con incluso un caso Covid-19. Finalmente, cerró más de 240 escuelas y puso en cuarentena a más de 22.520 maestros y estudiantes. Al terminar el año escolar, a finales de junio, 977 alumnos y docentes habían contraído el coronavirus.

Fuera de las escuelas, el coronavirus también regresó con venganza. Las salas de Covid-19, que habían cerrado con ceremonias festivas a fines de abril, comenzaron a llenarse nuevamente, con 800 infecciones confirmadas por día a fines de junio y más de 2.000 por día a fines de julio.

El nuevo año escolar

Ahora Israel se enfrenta a las mismas preguntas que otros países, tratando de aprender de sus errores en la planificación del año escolar que comienza el 1 de septiembre.

Los expertos en salud pública de todo el mundo se han unido en torno a un conjunto de pautas para reabrir las escuelas. Una recomendación importante es crear grupos de 10 a 15 estudiantes que permanezcan juntos en las aulas, durante el recreo y la hora del almuerzo, con maestros asignados a un solo grupo.

Cada uno tiene un contacto mínimo con los otros, lo que limita cualquier propagación de infección. Y si surge un caso de Covid-19, un grupo puede ser puesto en cuarentena en casa mientras que otros pueden continuar en la escuela.

Otras recomendaciones clave incluyen enseñar a los estudiantes mayores en línea, mantener los escritorios separados por varios metros, desinfectar las aulas con mayor frecuencia, proporcionar ventilación y abrir ventanas si es posible, y requerir máscaras para el personal y los estudiantes con la edad suficiente para usarlas adecuadamente.

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