Tiroteo en Retiro: allanaron la casa del hombre que mató a la policía

El procedimiento fue encarado por la División Homicidios de la Policía Federal en la Villa 31, en la propiedad de la Manzana 14, ubicada en la calle Arequipa 2.100, de la Ciudad de Buenos Aires.

El crimen de la oficial de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires continúa arrojando más información gracias a la investigación que se está llevando a cabo por estas horas.

En ese marco, Martín Peluso, encargado del Juzgado Nacional, Criminal y Correccional N°9, ordenó ayer por la noche un allanamiento en la casa ubicada en la Villa 31 de Oscar Gustavo Valdez (29), el hombre detenido por el crimen de la policía de la Ciudad Maribel Zalazar (35), a quien le quitó el arma reglamentaria en la estación Retiro de la línea C de subte y la baleó de dos tiros.

Según precisó Infobae, el procedimiento fue encarado por la División Homicidios de la Policía Federal en la propiedad de la Manzana 14, ubicada en la calle Arequipa 2.100, de la Ciudad de Buenos Aires.

En ese lugar, el imputado, que ya fue trasladado desde la alcaldía a la Unidad 28, alquilaba una pieza desde hacía dos meses en una casa de cuatro habitaciones junto a su pareja, que al igual que el detenido es costurera.

Los efectivos policiales buscaban en la pieza armas, documentación y bibliografía particular que pueda aportar información sobre “la idea de odio y adversión al personal policial”, explicaron. Sin embargo, según indicaron las fuentes consultadas por Infobae, no hallaron “nada de interés”, más allá de documentación del detenido y de su pareja.

Asimismo, agregaron que los otros inquilinos de la casa de la Manzana 14 de la Villa 31 “se quejaron con el dueño tras el crimen”. Tildaron a Valdez de “violento”. Hay que recordar que el acusado, oriundo de Ciudad del Este, Paraguay, tiene dos ingresos a comisaría por violencia de género (2021) y resistencia a la autoridad (2020).

Valdez fue arrestado a la altura del Hotel Sheraton de Retiro por agentes de la Policía de la Ciudad y de la PFA cuando escapaba tras balear a la oficial porteña. En el camino, descartó el arma que le había quitado a Zalazar cuando la mujer, junto a otro empleado del subte, intentaban socorrer al hombre, que no se sentía bien y subirlo a una camilla.