“Curioso, inquieto y aprendiz a tiempo completo”, es como se define el emprendedor y tecnólogo especializado en Big Data, Fredi Vivas. Tras haber estudiado en Singularity University de Silicon Valley con diferentes líderes tecnológicos en 2017 fundó la consultora de Data Science, RockingData, junto con sus compañeros Diego Oyola y Martín Maffioli. “Estamos viviendo una revolución en la era del conocimiento y la industrias”, afirmó Vivas y completó: “Aprender a trabajar en conjunto y comprender cómo funcionan es la clave del presente y futuro”.
Diseñador, programador y periodista, fueron algunas de sus pasiones a lo largo de sus 41 años. Sin embargo, en el mundo de la tecnología encontró una forma de vivir. El oriundo de Lomas de Zamora entendió que a través de los datos podemos recopilar información y predecir que nos deparada en el próximo tiempo. “En los últimos dos años, el 90% de datos de la humanidad se crearon estando en pandemia. Necesitamos perfiles que los entiendan y analicen”, sentenció el autor de “¿Cómo piensan las máquinas?”
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Periodista: ¿Cómo nos tenemos que parar frente a las nuevas tecnologías?
Fredi Vivas: Si bien se veía un cambio tecnológico en la sociedad, se acentuó en estos últimos meses cuando nos dimos cuenta que lo digital era parte del mundo real. Estábamos acostumbrados a la relación física, pero en marzo del 2020 nos encontramos con una situación irreal. El encuentro presencial se convirtió en un modelo digital. Las videollamadas, la posibilidad de hacer cursos a distancia o trabajar de forma remota, era y es guiado por herramientas de software. Todo es revolucionario. No solo las personas se dieron cuenta de esta transición y de su importancia, sino que también las empresas; fue ahí donde decidieron incorporarse a esta nueva era.
P.: Según el último estudio del Foro Económico Mundial, ser especialistas de Big Data es uno de los trabajos del futuro.
FV.: Las empresas necesitan perfiles que entiendan del análisis de datos, estadísticas, software, entre otras cosas. En latinoamérica, el trabajo que más se va a necesitar son los analistas de datos o de negocios. Lo interesante es que no se tienen que contratar, sino que se entrenan a los perfiles internos con habilidades de datos. Si vos le das esas herramientas a tu equipo, se convertirán en un acquiring de conocimiento.
P.: Y, ¿En cuánto a los científicos e ingenieros de datos?
FV.: Son dos perfiles que se complementan con el analista de datos. Los científicos, o programadores, se encargan de crear modelos colectivos. Entienden lo que sucedió en el pasado para hacer predicciones del futuro. En cambio, los ingenieros son más técnicos, preparan los datos para que –posteriormente- se puedan utilizar. Cualquier equipo de transformación digital necesita de estos tres perfiles.
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P.: ¿La inteligencia artificial (IA) puede llegar a sustituir a los empleados?
FV.: Estamos viviendo un momento bisagra. La IA se introdujo tanto en nuestra vida cotidiana que ya la pasamos por alto. Los avances que están habiendo son inmensos. La inteligencia artificial va a reemplazar las tareas de los puestos de trabajo, no personas. La búsqueda de trabajar en conjunto es nuestro desafío como sociedad. Empatizar y las soft skill, son habilidades en las que nos destacamos, las máquinas nunca van a tener esa capacidad.
P.: El prólogo de "¿Cómo piensan las máquinas?" tiene la particularidad de ser uno de los primeros en el mundo en estar escrito íntegramente por una inteligencia artificial.
FV.: Busqué hacer algo concreto y que llame la atención. Mi intención es mostrar lo que se puede hacer ahora, y no en el futuro. Quise despertar curiosidad sobre las tecnologías y explicar que estas potencian nuestra capacidad de innovar sobre problemas reales.
P.: A su vez, en los últimos capítulos te pusiste como objetivo que la sociedad entienda la necesidad de construir la inteligencia artificial ética.
FV.: A través de los datos se puede trasmitir conocimientos o manipular a las personas. La IA viene a cambiar el mundo, entonces si está la posibilidad, hay que utilizarla para el bien. La inteligencia artificial es una réplica del mundo físico: cómo piensan y reaccionan los seres humanos. Todos estamos de acuerdo de que algunas cosas no se hicieron bien, de estos errores hay que aprender. Si se los trasmitimos a la IA, su algoritmo puede exigir niveles de explicabilidad que no tenemos en el mundo físico.
P.: ¿Se puede confiar en el algoritmo?
FV.: ¿Se puede confiar en el mundo físico? Los algoritmos muchas veces replican lo que el humano se equivocó antes. Si el algoritmo lo repite, se corre el riesgo de amplificar el error y eso sería bastante peligroso. Hoy tenemos la posibilidad de replantear cómo hacemos las cosas, esto se logra con miradas de género y socioculturales diferentes.
P.: ¿Cuál es el camino a seguir en los próximos años con las nuevas tecnologías?
FV.: La adopción de ciencia de datos y la inteligencia artificial es el futuro. Empresas, gobiernos y universidades están cada vez más interesadas en mejorar, analizar y mirar subjetivamente los datos. Entender cómo funcionan y perderles el miedo, es la clave. Quieras o no vas a estar relacionado con ellas y los algoritmos, si desde un principio entendemos cómo funcionan va a resultar más fácil.
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