Antes de esconderse en el mar, el sol del atardecer de Aruba es una perfecta bola naranja que se refleja en el agua y en la arena blanca. La imagen, que corona cada uno de los tranquilos días en la isla, explica en parte por qué este destino se convirtió en uno de los favoritos de los argentinos en 2025.
Aruba suma vuelo directo desde Argentina: los números detrás del destino de moda
Ronela Croes, CEO de la Autoridad de Turismo de Aruba, adelantó en diálogo con Ámbito y Buenos Aires Herald que en las próximas semanas se anunciarán los detalles de un vuelo directo entre Buenos Aires y la isla.
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Se iniciaron las negociaciones con Aerolíneas Argentinas por una frecuencia semanal a partir del próximo verano, pero los detalles aún no son definitivos.
Ronela Croes, CEO de la Autoridad de Turismo de Aruba, adelantó en diálogo con Ámbito y Buenos Aires Herald que en las próximas semanas se anunciarán los detalles de un vuelo directo entre Buenos Aires y la isla. Hasta el momento, para llegar a Aruba desde Argentina es necesario hacer al menos una escala, por lo general en Colombia, pero también pueden encontrarse aerolíneas con una primera parada en Lima, Panamá, Miami o Atlanta, para luego volar a la isla.
Fuentes del sector aéreo argentino confirmaron que se están llevando adelante negociaciones por una frecuencia semanal a partir del próximo verano, pero los detalles aún no son definitivos.
El anuncio cobra relevancia cuando se analizan los números. En lo que va de 2025, la cantidad de argentinos que vacacionaron en Aruba creció un 110%. Según datos del INDEC, entre enero y julio la cantidad de argentinos que vacacionaron en el exterior aumentó un 57,3%, que se explica no solo por un crecimiento durante los meses de verano sino por un sostenido aumento de los viajes internacionales durante todo el semestre, con una particular suba durante el mes de julio.
El mix entre las bajas temperaturas durante el invierno, el atraso cambiario y una mala temporada de nieve en los centros de esquí de la Patagonia impulsó a los argentinos a elegir destinos alternativos. Y Aruba captó gran parte de esos viajes.
Aruba, “one happy island”
La belleza de Aruba es exuberante. El mar turquesa, cálido, de aguas transparentes y arena blanca, con sol pleno y una brisa constante que hace más amable el calor, deslumbra desde el primer momento. Es, literalmente, como estar dentro de una postal perfecta.
Además de los paisajes paradisíacos, Aruba es considerada la isla más segura del Caribe según el Índice de Seguridad de las Islas del Caribe. La puntuación más alta del ranking se debe a una baja incidencia de delitos (tanto delitos comunes como violentos), bajo riesgo de huracanes y buen acceso a atención médica de emergencia. Además, Aruba se encuentra entre los destinos identificados como “nivel 1” del Departamento de Estado de Estados Unidos, el mismo nivel que tiene la Argentina.
A pesar de ser un destino seguro, se recomienda prestar atención y no dejar objetos de valor desatendidos, para evitar eventuales hurtos en lugares públicos.
La oferta gastronómica de la isla es de remarcable calidad. Si bien no existe la “comida arubiana”, sí se pueden probar algunos platos típicos, como el Keeshi Yena, una especie de guiso agridulce con pollo y carne con queso gratinado por encima, que algunos restaurantes incluyen en su menú.
A pesar de que Aruba no tiene producción de alimentos más allá de algunas frutas, vegetales y huevos, la calidad de la oferta gastronómica es impresionante. La variedad de propuestas abarca la cocina de más de 100 nacionalidades diferentes, incluyendo también las cadenas de comida rápida más conocidas de Estados Unidos.
Nada es “made in Aruba”
Como Aruba no tiene industria, todo lo que se utiliza en la isla es importado. Según los últimos datos oficiales disponibles en la oficina de estadísticas de Aruba, el rubro que más incide en las importaciones es “Alimentos”, que representan alrededor del 16% de sus compras internacionales. Ir a un supermercado arubiano es como un catálogo internacional de la industria alimenticia.
Si bien casi la mitad de los productos son importados desde Estados Unidos (46%), la inexistencia de una producción local abre la oportunidad a proveedores internacionales de abrir ese mercado, sobre todo de productos premium.
El vino argentino es el producto que tiene más llegada a Aruba. En todos los restaurantes hay alguna o varias botellas de bodegas principalmente mendocinas, con el Malbec a la cabeza de presencia.
¿Y la inflación? ¿Cómo la manejan? Si bien el Banco Central de Aruba (CBA) intenta controlar el aumento de precios vía política monetaria y tasas de interés, funcionarios de la Secretaría de Economía de la isla reconocieron en diálogo con Ámbito y Buenos Aires Herald que no hay mucho que hacer para frenar el impacto de los precios a nivel general, especialmente con los precios de la energía.
Sin embargo, el gobierno de la isla lleva adelante un control de precios en productos de la canasta básica, imponiendo a las empresas un rango de precios con una rentabilidad permitida. Es el caso de los huevos de producción local, que por decisión del gobierno deben estar en 6,80 florines la docena (u$s3,90). Inspectores de la Secretaría de Economía hacen relevamiento en diferentes locales comerciales e imponen multas si encuentran productos por fuera del rango de precios.
Diversificación económica: los desafíos de la isla
El principal desafío de Aruba es diversificar sus ingresos. Actualmente, el 80% del PBI depende directa o indirectamente del turismo y, del restante 20%, un aporte significativo lo hace el Estado vía inversión pública.
Ronela Croes explica que la estrategia de la gestión del turismo se basa en dos ejes: el primero es diversificar la procedencia de los visitantes, con una especial atención a los viajeros de América Latina. Esto se consigue con la creación de rutas aéreas directas entre los países, que brinden comodidad a los viajeros para llegar con un solo vuelo a la isla.
El segundo eje es qué tipo de turismo quieren recibir. Debido a una prohibición de construir nuevos hoteles, las autoridades de la isla ahora buscan consolidar a Aruba como un destino exclusivo, que permita aumentar los ingresos pero no la cantidad de visitantes.
La falta de trabajadores es otro de los grandes desafíos de la isla. Por año, Aruba recibe alrededor de 1,4 millones de turistas, comparada con una población estable de aproximadamente 110.000 personas.
Daniel Ferrara, CSO del grupo gastronómico Gianni’s, le dijo a Ámbito y Buenos Aires Herald que, por ese motivo, buscan asistir a los trabajadores que quieren emigrar a Aruba a conseguir vivienda que les permita asentarse con sus familias, además de garantizar un sueldo por encima del promedio de la industria.
En este mismo sentido, Crescenzia Biemans, CEO del resort de lujo Bucuti & Tara, ratificó que la política de retención de talentos en su compañía no tiene que ver solo con una cuestión salarial, sino con beneficios para los trabajadores que permitan asegurar la permanencia y garantizar una atención de calidad a los huéspedes.
Cinco visitas infaltables para viajeros
- Playas: Eagle Beach / Rodger Beach: Lo ideal es alquilar un auto para poder recorrer la isla. Debido a su pequeña extensión, es posible hacerlo en menos de una hora. Sin embargo, se recomienda destinar al menos un día en cada playa elegida. Las infaltables: Eagle Beach, en la costa oeste, y Roger Beach, en la costa sudeste con vistas a la vieja refinería.
- Los murales San Nicolás: San Nicolás es la capital cultural de Aruba. A solo 30 minutos de la zona de los hoteles, San Nicolás es una galería de arte urbano y murales a cielo abierto. Con más de 80 obras de arte, el recorrido por esta parte de la isla es un lindo paseo para conocer a Tito Bolivar, el “alcalde callejero” y creador de la Feria Internacional de Arte.
- Dónde comer: La oferta gastronómica de la isla es de alta calidad. La variedad de pescados y comida de mar es muy buena. El restaurante más antiguo, Papiamento, ofrece el plato típico Keeshi Yena (delicioso) y cuenta con una cava de más de 2000 botellas de vino de todo el mundo. Otro restaurante muy recomendable es Caya House, que busca agregar sabor caribeño a la comida latinoamericana. Para quienes quieran disfrutar de un atardecer en el mar tomando algo, pueden reservar su lugar en The West Deck. Y, si son amantes de la comida italiana, el tradicional Gianni’s en la zona de los hoteles ofrece una excelente variedad de pastas.
- Paseo en catamarán: Las puestas de sol son tan maravillosas que literalmente desde cualquier lugar que se disfruten parecen inmejorables. Sin embargo, un paseo en catamarán durante el atardecer es un plan diferente y muy placentero para terminar un día perfecto en la isla.
- El centro de la ciudad: una caminata por la zona antigua: Para quienes quieran salir del circuito “turístico” más tradicional, pueden ir por un desayuno o brunch en “Aruba experience”, una cafetería en el centro de la ciudad que es un rincón secreto de locales, con una oferta de desayunos saludables con productos caribeños deliciosos. El sabor extra lo da Susana de Ruiter, una venezolana amante de Aruba, que busca rescatar el valor identitario de esa zona de la ciudad y tiene varios emprendimientos que rescatan el corazón arubiano.
Esta zona, que es también donde llegan los cruceros, es un centro comercial a cielo abierto. Hay tiendas de marcas internacionales (Zara, Adidas, entre otras) junto con locales de los más variados souvenirs. Es recomendable dejar las compras de regalos para esta zona de la ciudad, por los precios más convenientes.
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