Argentina esconde lugares asombrosos para el turismo más allá de los destinos tradicionales. En sus provincias más remotas y altas se descubren rincones que parecen de otro mundo, con paisajes extremos, colores intensos y silencio absoluto. Viajar hacia esos lugares exige paciencia, audacia y ganas de encontrarse con la naturaleza en su estado más puro.
El mágico destino de La Rioja que te conquistará con su belleza: una obra de arte natural en la altura
Se trata de uno de los atractivos turísticos más lindos del país y poco conocidos que existen en el país.
-
El hotel de lujo que funciona dentro de un templo japonés con más de 1.000 años de historia
-
Éxodo argentino a Chile por el fin de semana largo: filas interminables y tour de compras
Uno de los paisajes más hermosos de la República Argentina.
Uno de esos sitios encantados es Laguna Brava, en La Rioja. Conocida como “la pintura de Dios”, esta laguna ubicada a más de 4.300 metros sobre el nivel del mar se instala entre volcanes, salares y cielos inmensos. Quienes la visitan hablan de una experiencia mística, donde los colores, la altura y la quietud se combinan para ofrecer una postal inolvidable.
Dónde se ubica Laguna Brava
La Laguna Brava forma parte de la Reserva Provincial Laguna Brava, situada en el extremo oeste de la provincia de La Rioja, muy cerca de la frontera con Chile. Se encuentra a aproximadamente 4.300 metros de altura sobre el nivel del mar. Los accesos habituales parten desde las localidades de Vinchina y Villa Unión, que actúan como puertas de ingreso a la ruta hacia la laguna.
En la zona cercana, dentro de la reserva y sus alrededores se pueden explorar otras lagunas de altura como la Laguna de Mulas Muertas, además de formaciones geológicas como la Quebrada del Yeso y el refugio El Peñón. También están presentes volcanes apagados y cerros icónicos como el Bonete Chico y el Veladero, que delinean el horizonte montañoso.
La reserva cubre más de 400.000 hectáreas, abarcando ecosistemas de altura, salares, llanuras áridas y una topografía agreste que requiere caminos de ripio y tramos complejos.
Qué se puede hacer en Laguna Brava
Visitar Laguna Brava es sumergirse en una experiencia de naturaleza salvaje y repensada. Uno de los mayores atractivos es su paleta de colores naturales: los minerales presentes en el suelo tiñen los cerros de tonos rojizos, violeta, ocres y verdes. Las aguas de la laguna reflejan esas montañas y el cielo, generando efectos ópticos impresionantes.
En cuanto a vida silvestre, la laguna alberga tres especies de flamencos (chileno, austral y andino), que suelen congregarse especialmente desde septiembre en adelante, cuando el agua alimentada por el deshielo se vuelve más activa. También es posible observar vicuñas, guanacos y zorros en sus alrededores.
Además del disfrute paisajístico y la contemplación, los visitantes recorren senderos naturales, realizan travesías fotográficas y participan del viaje mismo: el trayecto por la Quebrada de la Troya, los antiguos puestos de arrieros y las formaciones volcánicas ya son parte de la vivencia.
No hay grandes servicios turísticos dentro de la reserva: no hay señal celular ni infraestructura avanzada. El valor está en el contacto íntimo y austero con el entorno.
Cómo ir hasta Laguna Brava
Desde la capital de la provincia de La Rioja, el camino hacia Laguna Brava se divide en etapas. Primero se debe conducir hasta Vinchina por la Ruta Nacional 76, que conecta la ciudad capital con el tramo cordillerano oeste. Desde allí, se prosigue por rutas provinciales y caminos de ripio que atraviesan la Quebrada de la Troya hacia la reserva.
El trayecto total puede llevar entre siete y ocho horas, dependiendo del estado del camino y las condiciones climáticas. Solo es posible acceder con vehículos 4×4 o autos que podrán seguir caravana guiada, ya que algunos tramos son estrechos y de alta montaña.
- Temas
- Turismo
Dejá tu comentario