El bienestar se convirtió en una prioridad en un mundo donde el cansancio y el estrés parecen haberse naturalizado. Frente a ese escenario, surgen espacios que van más allá del gimnasio tradicional y que proponen un enfoque integral de salud física y mental. Los wellness club combinan entrenamiento, tecnologías de recuperación y momentos de comunidad.
Bienestar en auge: cómo es el nuevo ritual urbano de los Wellness Club
El bienestar es un pilar fundamental en la vida diaria. ¿Pero cómo se consigue y qué herramientas hay para alcanzarlo?.
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Las bañeras de crioterapia son un boom.
El auge de los wellness club responde a un cambio cultural profundo. La inmersión en agua helada tras el entrenamiento, las sesiones de sauna, la regeneración muscular guiada por tecnología y los espacios de encuentro marcan un nuevo paradigma en el modo de cuidar el cuerpo.
Actualmente, la Argentina empieza a adoptar una tendencia global que en ciudades como Nueva York, Londres o Barcelona ya es parte del día a día. Los wellness club no son solo un espacio para entrenar, sino un nuevo modelo de vida urbana: lugares donde se entrena, se recupera y se comparte, en busca de un bienestar más integral y humano.
Innovación y cultura del bienestar
“La recuperación no debe ser una respuesta ante una lesión, sino una práctica cotidiana. Queremos instalarla como un hábito tan esencial como alimentarse bien o dormir. Mantenerse en presente es parte de entrenar el cuerpo y la cabeza”, sostiene Francisco Bártoli, fundador de Boss Recovery. La empresa, nacida en 2021, ofrece soluciones tecnológicas que mejoren la calidad de vida de las personas, sin importar edad, rutina o nivel de actividad física. Inspirada en las herramientas del deporte profesional, la compañía desarrolló dispositivos como bañeras de crioterapia, botas wireless y saunas portátiles, que hoy llegan a un público que quiere aliviar tensiones y descansar mejor.
La coyuntura actual refuerza esa necesidad. Según un estudio de la Facultad de Psicología de la UBA, el 48,1% de los argentinos padece ansiedad, el 40,27% atraviesa cuadros de depresión y más de la mitad declara estar en crisis personal, económica o emocional. En ese contexto, existen dispositivos que combinan calor infrarrojo y vibración que apuntan a aliviar dolores y a ofrecer pausas de bienestar accesibles en medio de la rutina. “No hace falta ser atleta para necesitar recuperar el cuerpo. Alcanzan diez minutos de vida intensa para que algo duela. Nosotros apuntamos a esa persona común, que trabaja, corre, se exige y no encuentra tiempo para parar”, explica Bártoli. El proyecto, validado por figuras deportivas de elite, cuenta con un Wellness Club dentro del predio de River.
Pero el objetivo de la compañía es trascender el mundo deportivo y llevar este modelo a otros ámbitos, donde ya se trabaja en alianzas con hoteles, coworkings, oficinas y clínicas, convencida de que la recuperación física y mental debe estar disponible en la vida diaria de cualquier persona.
Comunidad, running y estilo de vida
Otro nombre que impulsa esta tendencia es SWAG, un proyecto que nació en torno al running pero que rápidamente se transformó en un espacio donde entrenar es solo una parte de la experiencia. “En los últimos años vimos un boom muy fuerte en todo lo relacionado con el bienestar: running, yoga, meditación, entrenamiento funcional, espacios de comunidad. La gente no solo busca entrenar o mejorar su rendimiento, también busca sentirse bien, equilibrar su día a día y rodearse de un entorno que potencie eso”, explica Franco Impieri, cofundador de SWAG.
Con actividades como los Social Run o los Long Run, la comunidad de corredores crece de manera sostenida y supera cada vez las expectativas de convocatoria. El público predominante está entre los 25 y 35 años, un rango etario que no solo busca mejorar marcas deportivas, sino también conectar, divertirse e inspirarse en un entorno compartido.
En definitiva, los wellness club no son solo un lugar para entrenar sino también un lugar para acceder a rituales de recuperación. En lugar de enfocarse únicamente en el rendimiento, estos clubes promueven el equilibrio entre cuerpo y mente en la vida urbana acelerada. Así, se consolidan como el nuevo refugio de quienes buscan energía y descanso.
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