Blues Motel es una de las bandas más reconocidas de la escena nacional del rock and roll. Sus 35 años, sin interrupciones, dan cuenta de esto. También sus más de 140 canciones distribuidas en 13 discos que atravesaron las diferentes etapas que vivió el género desde 1989 a esta parte. Los clásicos como “Hojas vacías”, “Rock and roll en la carretera” y “Ángel” fueron (y son) inspiración para muchos grupos que hoy ya consolidaron su camino dentro del universo musical local.
Larga vida al rock and roll: Blues Motel cumple 35 años y los celebra con un nuevo show en Niceto
La banda se presentará este sábado en Palermo para seguir con los festejos de un nuevo aniversario. “No hay motivos como para dejar de hacer lo que nos gusta”, sostiene Gaba Díaz, cantante de uno de los grupos con más años sin interrupciones de la escena local.
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Tras llenar Niceto en mayo pasado, la banda rompió la lógica comercial para volver a celebrar, junto a sus seguidores, los 35 años de historia en el reducto de Palermo este sábado. “La pasamos tan bien que decidimos hacerlo de nuevo. Sabemos que nada puede repetirse tal cual. Pero logramos cumplir con esa expectativa y nos permitimos volver a celebrar”, le cuenta a Ámbito, Gaba Díaz (voz), quien lidera junto a Adrián Herrera (guitarra) la banda que además está integrada por Ariel Herrera (bajo), Sebastián Voyajtides (teclados), Nacho Piedrabuena (guitarra) y Pucho Ledesma (batería).
Periodista: ¿Después de 35 años qué tan pendientes en cuáles son los pasos a dar?
Gaba Díaz: Para nosotros hubiese sido un golazo meter en un show un festejo de 35 años en Obras, ponele. O una sala más grande. Pero cuando llegó momento evaluamos la situación general del país y elegimos hacerlo en Niceto, una sala que nos permite el equilibrio justo para lograr cierta intimidad con mucha gente. Pero ahora el próximo paso seguro será ver hasta dónde podemos llegar el año que viene. Es algo complicado porque también existe cierto caparazón que te ponés porque la frustración siempre está ahí cerquita de todo lo bueno que podés conseguir.
P.: La distancia entre el éxito y la frustración es muy pequeña.
G.B.: Sí, claro. Si estuviésemos con una discográfica, que te apoya y que se la juega…que invierte. Sería otra cosa. Nosotros no nos dedicamos solo a la carrera artística. Nos encantaría, pero no.
P.: ¿Y qué representa eso en 35 años de carrera? ¿Alguna vez dudaron de seguir?
G.D.: Nunca tuvimos dudas. Obvio que estás en un subibaja y vamos a seguir estando. Pero también aprendimos a vivir en eso. Es algo que te acostumbrás. Que lo tenés presente por tener los pies en la tierra. Para nosotros siempre fue así. Hoy podemos tener un show para mil personas y quizá la semana que viene otro para 30. Estamos curtidos y sabemos encontrarle el gustito a eso. Es la actualidad del rock. Pero siempre estamos pensando en variables. Uno puede encontrar un montón de cosas lindas en un show para diez amigos. Te pasa que ponés a prueba tu capacidad para ver de qué manera podés llevar a esa gente.
P.: En ese juego con el público también está la preparación de una lista. Sobre todo para un show que tiene como temática principal un recorrido por los 35 años de vida de la banda. ¿Cómo se hace para conformar a todos ya ustedes mismos con una selección de más de 140 temas?
G.D.: A nosotros nos encantaría hacer una lista completamente diferente a la del Niceto anterior. Pero siempre hay que buscar un equilibrio. Hay gente que viene a escuchar los temas que marcaron su adolescencia y no le podés fallar. Pero igual variamos la lista en un 65 por ciento. Porque también nosotros necesitamos que la gente cante, se mueva. Esa energía te empuja. Pero tenemos en claro que hay 10 canciones que tienen que estar siempre.
P.: ¿Y ustedes cómo se siente con esas canciones luego de tantos años?
G.D.: Los clásicos son eso. Están. Y van a seguir estando. Porque es tan bien lo que permite que cada show sea una fiesta. Pero también nos gusta siempre arriesgar un poco más. Y mostrar ciertas rarezas.
P.: Son una banda con 35 años de historia y 13 discos, pero ninguno en vivo. ¿Es una deuda pendiente o algo que no les atrae?
G.D.: El vivo me parece que está bueno, nos debemos un buen vivo. Pero es como que siempre nos ponemos muy autoexigentes. Hay dos cosas que hacen que todavía no esté lanzado el vivo. Una es esa la autoexigencia. La convivencia con el pifie. Que sea algo natural porque hay muchas bandas que sacan discos en vivo y tienen las guitarras sobregrabadas. No me interesa mentir con el vivo. ¿Qué sentido tiene? Y el otro motivo es el económico. Nos pasó de no tomar la decisión de no grabarlo y después arrepentirnos.
P.: Perseverancia, constancia, amor por lo que hacen. ¿Qué es lo que crees que define a estos 35 años como banda?
G.D.: No pensar demasiado. Lo hacemos porque nos gusta y le damos para adelante. No hay motivos suficientes como para dejar de hacerlo. Además, no tenemos inquietudes por otros proyectos más que por este. Nos gusta lo que hacemos. Lo que nos motiva es mejorar dentro de lo que hacemos estamos y así avanzar.
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