Mona Gallosi es mucho más que una bartender: es una creadora de experiencias, una visionaria que transformó la coctelería en un arte integral. Con una trayectoria marcada por la innovación, la empatía y la excelencia, se consolidó como referente indiscutida de la mixología en Argentina. Hoy, al frente de Punto Mona, su bar en el corazón gastronómico de Chacarita, continúa desafiando límites y proponiendo nuevas formas de vivir la hospitalidad. En esta entrevista, comparte su mirada, su recorrido y los desafíos de su proyecto más personal.
Mona Gallosi: "Me sedujo la idea de apostar a un polo que todavía puede sorprender"
Entrevista a la reconocida bartender sobre Punto Mona, su bar en Chacarita, que la ubica en otro rubro: el de empresaria, un significativo paso adelante en su carrera.
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Mona Gallosi se consolida como empresaria al frente de Punto Mona, su bar en Chacarita, combinando coctelería y experiencias culturales.
Periodista: ¿Qué factores llevaron a elegir Chacarita como ubicación para el proyecto y no otros polos gastronómicos más consolidados?
Mona Gallosi: Chacarita tiene algo único: está en pleno crecimiento, con una identidad barrial muy fuerte y una comunidad creativa increíble. No quería perderme de ser parte de ese momento. Además, me sedujo la idea de apostar a un polo que no está saturado, donde todavía se puede sorprender.
P.: ¿Cómo surgió la incorporación de ferias de vinilos y DJ sets en formato analógico dentro de la propuesta?
M.G.: La música es parte esencial de mi vida y de mi trabajo. El vinilo tiene ese sonido cálido y esa conexión física que me recuerda mucho a lo artesanal de la coctelería. Incorporar ferias y DJ sets en vinilo fue una manera de sumar un lenguaje más a la experiencia del bar, algo que no sólo se escucha, sino que también se vive.
P.: ¿Cuál fue el criterio para el desarrollo del menú gastronómico y su integración con la carta de coctelería?
M.G.: Buscamos que ambos hablen el mismo idioma: platos versátiles, con personalidad, que se puedan compartir y que acompañen desde un clásico aperitivo hasta un cóctel más complejo. La idea es que comer y beber sean partes de un mismo viaje sensorial.
P.: ¿Qué concepto estético y sensorial guió el diseño de la ambientación y la decoración del espacio?
M.G.: Quería que Punto Mona respirara ciudad. Nos inspiramos en la energía nocturna y en ese mix de glamour y pulso urbano que tienen ciudades como Nueva York o Buenos Aires. Trabajamos sobre la base de un galpón del distrito audiovisual de Chacarita y lo transformamos con luz, color y detalles que evocan movimiento, industria y modernidad, pero con calidez. La idea era que cada rincón invite a quedarse, que sea parte de la visita tanto como un buen cóctel.
P.: En un contexto económico desafiante, ¿qué estrategias se aplican para mantener el equilibrio entre calidad y rentabilidad?
M.G.: Priorizamos trabajar con productos de estación y proveedores confiables. Optimizamos procesos para reducir desperdicios y capacitamos mucho al equipo para que cada servicio sea eficiente. La rentabilidad viene de cuidar cada detalle, no de bajar la calidad.
Una agenda cultural que hace la diferencia
P.: ¿Con qué criterios se seleccionan los eventos culturales y actividades que integran la agenda del lugar?
M.G.: Buscamos propuestas que se alineen con la identidad de Punto Mona: calidad, autenticidad y una mirada artística o cultural que le aporte algo más al cliente. No se trata de llenar el calendario, sino de curar lo que ofrecemos.
P.: ¿Cómo se proyecta la evolución del espacio en los próximos cinco años, en términos de propuesta y posicionamiento?
M.G.: Queremos seguir siendo un punto de referencia para quienes buscan experiencias integrales, no sólo salir a comer o beber. Me imagino a Punto Mona creciendo en programación cultural, en colaboraciones con otros artistas y bares, y quizá expandiendo el concepto a otros lugares.
Dirección: Fraga 93, Chacarita.
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