La temporada de verano 2022 sorprendió a la industria del turismo en la costa atlántica en todos los sentidos: ocupación full capacity -en nuestro balneario tuvimos una ocupación del 99% durante enero que batió todas las estadísticas-, facturación récord y por sobre todas las cosas el regreso de las vacaciones familiares extendidas, fenómeno que no se producía desde hace varios años.
El regreso de las vacaciones familiares extendidas
Los usos y costumbres de las familias argentinas durante los últimos años habían cambiado: las "escapadas" de fin de semana se volvieron muy habituales. Este año, la situación fue otra: recuperamos el veraneante que se instala por quincena o mes y convierte a los diversos destinos de la costa atlántica en su lugar de vacaciones elegido, planeado y disfrutado al 100%.
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Los usos y costumbres de las familias argentinas durante los últimos años habían cambiado: las “escapadas” de fin de semana se volvieron muy habituales y también las familias que veraneaban en una modalidad dual: una parte se instalaba en la costa mientras algunos miembros debían regresar entre semana para asistir a sus trabajos.
Este año, la situación fue otra: recuperamos el veraneante que se instala por quincena o mes y convierte a los diversos destinos de la costa atlántica en su lugar de vacaciones elegido, planeado y disfrutado al 100%.
Diversos factores colaboraron para que se produzca este fenómeno. Por un lado, las restricciones impuestas para viajar al exterior y la situación sanitaria crítica de algunos países de la región, lo que desalentó a las familias argentinas a vacacionar en países limítrofes como Brasil o Uruguay que solían ser muy frecuentados. Por otro lado, la brecha cambiaria que ya no es tan beneficiosa y suele ser un factor determinante a la hora de planificar un viaje.
Pero también influyeron otras cuestiones clave: por un lado, la sofisticación de la propuesta hotelera y sobre todo gastronómica en las distintos destinos del partido de la costa, pero el impacto más importante -desde mi punto de vista- fue producido por efecto del home office por consecuencia de la pandemia, que permitió que muchos veraneantes pudieran instalarse en los distintos destinos vacacionales por un tiempo más prolongado, logrando un mix de trabajo + relax a distancia muy beneficioso para todos los involucrados en la cadena: turistas que ya no tuvieron que transitar las rutas durante los fines de semana y actores del mercado turístico que pudieron recuperarse financiera y emocionalmente del fuerte golpe generado por efecto del Covid-19.
Sea cual sea la causa, es un hecho que las costumbres argentinas cambiaron esta temporada. Desde el sector turístico celebramos el regreso de los visitantes nuevos y por sobre todas las cosas de esos históricos que luego de alejarse algunos años regresaron para disfrutar de una costa atlántica en todo su esplendor. Como dice la frase “siempre se vuelve al primer amor”, y este año fue más visible que nunca.
Socio Rada Beach Pinamar
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