Empezó la temporada estival de senderismo en los Alpes franceses pero los refugios de montaña ya se están quedando sin agua tras la ola de calor de junio que aceleró el derretimiento de la nieve y de los glaciares.
Advierten que en los Alpes Franceses se derriten los glaciares, falta nieve y hay poca agua
Advierten sobre sequía en un refugio cercano a un macizo mineral. “Estamos casi un mes adelantados en derretimiento", lamentó una cuidadora.
-
Europa exige a Irán reactivar el diálogo nuclear y amenaza con restablecer sanciones de la ONU
-
Investigan a Mbappé por supuestas donaciones a policías de Francia
Algunos neveros considerados eternos ahora se derriten en verano.
“Todo se ha secado”, aseguró la cuidadora del refugio de la Selle Noemie Dagan. Este se ubica a 2.673 metros en los Ecrins, un gran macizo mineral coronado por dos majestuosos picos de más de 4000 metros.
Y lamentó que “estamos casi un mes adelantados en cuanto al derretimiento de la nieve”. Algunos neveros considerados eternos ahora se derriten en verano.
Cambio climático, poca agua y nieve: así están los Alpes Franceses
Bajo este panorama, las precipitaciones se han vuelto más escasas y los glaciares cambian de forma a medida que se derriten, afectando al suministro de agua.
Los científicos dicen que el impacto del cambio climático es casi el doble de severo en los Alpes que a nivel global. Advierten que, para 2100, solo existirán restos de los glaciares actuales, si no desaparecen antes.
“Brutal” es el término que el estudioso Xavier Cailhol, del doctorado en Ciencias Ambientales y guía de alta montaña, usa para describir el impacto de la ola de calor en el macizo del Mont Blanc, la cima de Europa occidental.
Un ejemplo es el derretimiento acelerado del glaciar de Bossons, una gran cascada de hielo que domina el valle antes de llegar a Chamonix, la localidad a los pies del Mont Blanc.
Comenzó con una “mancha de piedra” que se hizo más grande, y “de hecho acelera el derretimiento en ese lugar”, porque su color oscuro absorbe más calor, explica.
El derretimiento es claramente visible desde Chamonix, lo que lo convierte en un recordatorio constante de lo que está sucediendo con los glaciares en todas partes, en “un símbolo”, según Cailhol.
La ola de calor que azotó a Europa
Una ola de calor abrasadora azotó al sur del viejo continente en las últimas 2 semanas, con temperaturas que superan los 40°C y disparan las alertas sanitarias en numerosos países. Las autoridades meteorológicas emitieron avisos por riesgos extremos, especialmente en regiones del Mediterráneo, donde también crece la preocupación por incendios forestales.
El fenómeno inició por un anticiclón procedente de África que afectó a buena parte del continente y provocó que, por las noches, los termómetros no bajaran de los 20 grados. Las cifras récord para este momento del año y las medidas de emergencia se repitieron en varios Estados.
Por su parte, servicios meteorológicos, organismos de salud y gobiernos debieron adoptar estrategias para controlar el impacto del calor extremo, aunque esto no evitó que se registraran fallecimientos, evacuaciones y suspensiones de actividades escolares. “Es algo nunca visto”, advirtió la ministra de Transición Ecológica de Francia, Agnès Pannier-Runacher.
Dejá tu comentario