7 de diciembre 2017 - 20:34

Anuncio de Trump sobre Jerusalén reavivó violencia: 80 palestinos heridos tras despliegue israelí

El movimiento islamista instó a una nueva sublevación palestina.
El movimiento islamista instó a una nueva sublevación palestina.
La decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de reconocer Jerusalén como la capital de Israel desató este jueves disturbios y ataques a ambos lados de la frontera con los Territorios Palestinos, donde el grupo radical Hamas llamó a una tercera "intifada" (levantamiento).

El Ejército israelí atacó este jueves bases de Hamas en la Franja de Gaza, después de que dos cohetes lanzados desde el enclave palestino explotaran en el sur de Israel.

"El Ejército israelí responsabiliza a Hamas por las actividades hostiles desde la Franja de Gaza dirigidas contra Israel", indicó un comunicado de las Fuerzas Armadas.

Al menos 80 palestinos resultaron heridos hoy enfrentamientos con la policía en Ramalá, Hebrón, Belén, en Cisjordania, y cerca de la Franja de Gaza, según datos del Ministerio de Sanidad palestino. En algunos lugares se enfrentaron a los soldados israelíes lanzando piedras y neumáticos en llamas. La policía israelí reaccionó con balas de goma y gases lacrimógenos.

Un palestino resultó herido de gravedad de un disparo en el abdomen cerca de la Franja de Gaza, según fuentes palestinas. Una portavoz militar israelí explicó que los soldados dispararon contra los principales instigadores de la protesta cuando se negaron a detenerse por orden de los militares.

La Autoridad Nacional Palestina (ANP), del presidente Mahmud Abbas, declaró una huelga. Los negocios, escuelas, bancos e instituciones públicas permanecieron cerrados en Gaza, Cisjordania y Jerusalén oriental, mientra Israel reforzaba la presencia de su Ejército en la ocupada Cisjordania.

Tras deliberaciones, el estado Mayor decidió trasladar batallones adicionales a Cisjordania, informó este jueves el Ejército. También aumentó la cifra de quienes están en estado de alerta.

La situación podría escalar a partir del viernes, día para el que Hamas ha convocado un nuevo levantamiento contra Israel. El anuncio de Trump equivale a una "declaración de guerra contra los palestinos", dijo esta jornada el líder de la organización, Isamil Haniya, en Gaza.

"No importa lo que diga Trump, Jerusalén nunca será la capital de Israel", dijo por su parte Jamal Muheisen, miembro de la ANP, durante un mítin en Ramalá.

En Irán, la autoridad de propaganda islámica convocó para el viernes protestas tras el rezo del viernes en la capital Teherán. La milicia terrorista somalí Al Schabaab, cercana a Al Qaeda, instó hoy a los musulmanes a luchar contra Estados Unidos e Israel.

En el consulado general de Estados Unidos en Estambul se produjeron protestas contra la decisión de Trump. Manifestaciones similares se registraron en Jordania y Túnez.

Reino Unido y Canadá también manifestaron su oposición. Arabia Saudí pidió a su aliado estadounidense que dé marcha atrás e Irak convocó al embajador estadounidense en Bagdad para entregarle un mensaje de protesta.

El mismo viernes ha sido convocada también una sesión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU para deliberar sobre la situación, que rompe con la política seguida por Washington en las últimas décadas y con el consenso internacional sobre la Ciudad Santa. Ese consenso consiste en esperar a que el estatus de la ciudad se decida en las conversaciones de paz entre israelíes y palestinos.

Rusia advirtió a Estados Unidos sobre un posible fracaso en el proceso de paz en Cercano Oriente al considerar que puede minar el proceso de paz, dijo el Kremlin en un comunicado tras una conversación telefónica entre el presidente ruso, Vladimir Putin, y su par turco Recep Tayyip Erdogan.

El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Lavrov, dijo que comunicó a su par estadounidense, Rex Tillerson, la preocupación de países árabes sobre la decisión de la Casa Blanca. "Tenemos muchas preguntas", dijo Lavrov tras un encuentro con Tillerson en Viena, según indicaron medios rusos.

El anuncio hace que los palestinos moderados dejen también de ver a Washington como un impulsor o mediador del conflicto. "Su ayuda no es deseada", dijo el primer ministro palestino, Rami Hamdalá, durante una visita a Gaza.

Por su parte, Erdogan que acusó hoy a Donald Trump de haber lanzado "la región a una espiral de fuego", ha convocado para el próximo miércoles una cumbre extraordinaria de la Organización para la Cooperación Islámica (OCI) en Estambul. La OIC agrupa a 57 países y se presenta como la "voz colectiva de los musulmanes en el mundo".

Erdogan dijo incluso que que analizará la crisis con el papa Francisco y con Putin, así como con los Gobiernos de Alemania, Reino Unido, Francia y España.

La Unión Europea (UE) anunció su intención de asumir un papel más activo en el estancado proceso de paz, al considerar que la decisión de Estados Unidos podría restar peso a Washington en su papel en la reactivación de las negociaciones.

"La UE se acercará más a las partes enfrentadas y a sus socios regionales e internacionales", dijo hoy la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini.

El próximo lunes está previsto un encuentro con el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, en el marco de un encuentro de ministros de Exteriores en Bruselas. Netanyahu cree que otros países seguirán la decisión de Trump.

La primera "intifada" palestina comenzó en diciembre hace 30 años y dejó unos 2.200 palestinos y 200 israelíes muertos entre 1987 y 1993. En la "intifada de Al Aqsa" o segunda intifada entre 2000 y 2005 murieron 3.500 palestinos y más de 1.000 israelíes en atentados.

Israel reclama Jerusalén como su capital "eterna e indivisible", algo que no reconoce la comunidad internacional. Los palestinos reivindican la parte oriental de la ciudad, ocupada en 1967 y anexionada años después por Israel, como la capital de su futuro Estado, una reivindicación a la que infringió un duro golpe Trump la víspera.

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