7 de enero 2022 - 00:01

Biden, implacable con Trump: “No permitiré que nadie ponga un puñal en la garganta de la democracia”

Estados Unidos arde en medio de polémicas. Debilitado en las encuestas, el presidente demócrata abandonó su discurso de unidad nacional y salió a la ofensiva. Describió lo hecho por simpatizantes de su rival –a quien calificó de “perdedor”– como una “insurrección armada”.

CEREMONIA. Joe Biden escucha a su vicepresidenta, Kamala Harris, en un Capitolio solemne para recordar el sangriento copamiento del 6 de enero del año pasado.
CEREMONIA. Joe Biden escucha a su vicepresidenta, Kamala Harris, en un Capitolio solemne para recordar el sangriento copamiento del 6 de enero del año pasado.

Washington - Joe Biden acusó ayer a Donald Trump de haber “intentado impedir un traspaso pacífico del poder” y prometió que no dejará que “nadie ponga un puñal en la garganta de la democracia estadounidense”, en un discurso combativo en el primer aniversario del asalto al Capitolio.

Sin nombrarlo, refiriéndose a él solo como “el expresidente” o “el expresidente perdedor”, una fórmula que probablemente enfurezca al millonario republicano, el demócrata de 79 años lanzó un ataque verbal sin precedentes a su gran rival desde el propio Capitolio, donde miles de simpatizantes de Trump intentaron el 6 de enero del año pasado año evitar la certificación de la victoria de Biden.

El presidente, complicado en las encuestas, acusó a su predecesor de haber “tratado de evitar el traspaso de poder pacífico” durante lo que calificó como una “insurrección armada”.

Trump “ha creado y difundido una red de mentiras sobre las elecciones de 2020 y lo ha hecho porque valora el poder por encima de los principios, porque antepone su propio interés al interés de su país” y porque “su ego herido le importa más que nuestra democracia”, embistió Biden, quien nunca lo había atacado tan frontalmente.

La respuesta de Trump, previsiblemente, no se hizo esperar (ver nota aparte).

“¿Vamos a ser una nación que acepte la violencia política como norma? ¿Vamos a ser una nación que no vive a la luz de la verdad sino a la sombra de la mentira?”, se preguntó Biden.

“No podemos permitirnos el lujo de convertirnos en ese tipo de nación”, dijo, estimando que Estados Unidos libra una “lucha” entre democracia y autocracia tanto fuera como dentro de sus fronteras. “No busqué esta batalla”, reconoció Biden, cuando según una encuesta reciente solo el 55% de los estadounidenses piensa que su elección es legítima.

“No permitiré que nadie ponga un puñal en la garganta de la democracia”, advirtió el demócrata.

Saldo trágico

Cinco agentes de policía y una manifestante trumpista murieron en el asalto, mientras que 140 agentes resultaron heridos.

En la misma ceremonia solemne en el Capitolio, la vicepresidenta Kamala Harris llamó “a unirse en defensa” de la democracia, porque “el espíritu estadounidense se ha puesto a prueba”.

El discurso de Biden marca una ruptura, con la que decidió mostrarse más combativo, tratando con desprecio a Trump y a sus más acérrimos seguidores. Hasta ahora había privilegiado un discurso de reconciliación.

Sin embargo, la reconciliación parece lejana. El aniversario del 6 de enero, lejos de ser un momento de unidad nacional, sacó a la luz ayer las profundas divisiones políticas en Estados Unidos.

Réplica

El líder de los republicanos en el Senado, Mitch McConnell, no estuvo presente en las ceremonias en Washington y, en lugar de ello, emitió un comunicado en el que acusó a los demócratas.

“Fue sorprendente ver a algunos demócratas en Washington intentar aprovechar este aniversario para promover objetivos políticos partidistas que existían mucho antes de este evento”, dijo en el comunicado, a la vez que calificó el 6 de enero de 2021, sin precisiones sobre responsabilidades, como un “día oscuro para el Congreso y para el país”.

Trump conserva una inmensa influencia sobre el Partido Republicano y una intención de voto que lo haría competitivo si se votara ahora. Muy pocos republicanos condenan sin ambigüedades el asalto al Capitolio.

El senador republicano Mitt Romney es una de las excepciones y este jueves afirmó en Twitter: “Nos estamos poniendo en peligro al ignorar las lecciones del 6 de enero. La democracia es frágil, no puede sobrevivir sin líderes íntegros y valientes que estén más preocupados por la fuerza de nuestra República que por ganar las próximas elecciones”.

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