Bush pidió apoyo a su plan para Irak a un Congreso hostil
-
Violento ataque con cuchillo en Alemania: detienen a una mujer y hay 18 heridos, cuatro en estado crítico
-
El régimen de Maduro detuvo a otro argentino en Venezuela

George W. Bush pidió ayer al Congreso, ahora dominado por el Partido Demócrata, que se una detrás de su plan para reforzar las tropas en Irak. La energía ocupó otro importante capítulo de su esperado discurso de anoche.
Además, en alusión al cambio de composición del Parlamento y con intención de lograr adhesiones a su plan, señaló que «el Congreso cambió, pero no cambiaron nuestras responsabilidades». A pesar de la oposición a su plan de la opinión pública, de los demócratas y hasta parte de su propio Partido Republicano, el presidente de EE.UU. exigió que «ambos partidos, así como el Ejecutivo y el Legislativo deben actuar en estrecha colaboración».
El mandatario dedicó también su exposición a asuntos como la energía, el medio ambiente, la inmigración, la reforma sanitaria y la defensa.
En lo que respecta al medio ambiente y la energía, Bush afirmó que es crucial «diversificar las fuentes energéticas de Estados Unidos y la forma de avanzar en este sentido es a través de la tecnología».
Para eso pidió al Congreso poderes para estimular la producción y el consumo de fuentes de energía alternativas y renovables. Además le solicitó que fije una meta de reducción del consumo de gasolina estadounidense de 20% en 10 años, principalmente a través de un incremento de cinco veces del uso de combustibles producidos domésticamente como el etanol para 2017.
Acerca de la reforma migratoria, Bush insistió en la propuesta que formula desde el comienzo de su mandato: el establecimiento de un programa de trabajadores temporales que hagan los trabajos que no quieren hacer los estadounidenses.
El presidente anunció también un esfuerzo para equilibrar el presupuesto a través de políticas que estimulen el crecimiento y equilibren el gasto.
En el plano de la salud, propuso un plan para hacer más asequible la cobertura a través de seguros sanitarios que puedan ser tomados por los ciudadanos de manera individual, al margen de las empresas en las que trabajan.
Bush preparó su intervención consciente de que es el presidente menos popular antes de un discurso sobre el estado de la Unión desde los tiempos de Richard Nixon en 1974. Un sondeo de CBS News situó su popularidad en 28%, mientras 64% de los entrevistados reprobó su desempeño.
Otro estudio, del diario «The Washington Post» y la cadena de noticias ABC mostró que apenas 33 de cada 100 estadounidenses aprueban su gestión.
Dejá tu comentario