9 de marzo 2006 - 00:00

Consejo de la ONU ya trata caso iraní

Iraníes sostienen pancartas con la imagen del presidente Mahmud Ahmadinejad y del ayatollah Ali Khamenei en Khoramabad,provincia de Lorestan. A la derecha, el representante del Consejo Supremo de Seguridad de Teherán sonríe en lasede vienesa de la AIEA.
Iraníes sostienen pancartas con la imagen del presidente Mahmud Ahmadinejad y del ayatollah Ali Khamenei en Khoramabad, provincia de Lorestan. A la derecha, el representante del Consejo Supremo de Seguridad de Teherán sonríe en la sede vienesa de la AIEA.
Viena (EFE, AFP, Reuters, ANSA) - Irán se ubica cada vez más en el ojo de la tormenta. La Agencia Internacional para la Energía Atómica (AIEA) giró el caso al Consejo de Seguridad de la ONU donde, pese al debate previsible entre las principales potencias del mundo, podrían disponerse sanciones hasta militares para reprimir el desafío nuclear del país musulmán. Mohammed El Baradei, director general de la AIEA, anunció que el informe será enviado al Consejo, aunque trató de no cerrar todas las puertas y anunció que el diálogo con Teherán seguirá abierto.

«Soy aún optimista de que al final todas las partes entenderán que no hay alternativas» a una solución pacífica, aseguró. Sin embargo, su buen augurio era difícil de comprender en medio de las amenazas que circulan entre Irán y Estados Unidos.

El Baradei señaló que durantela reunión una gran mayoría se manifestó a favor de la intervención del Consejo, a la luz de los incumplimientos de Irán y su rechazo a satisfacer las medidas de confianza requeridas.

A pesar del descontento por la decisión, el gobierno iraní reafirmó su derecho a producir energía nuclear con fines pacíficos pero no se negó a seguir dialogando.

• Buena voluntad

«Pensamos que el caso puede ser resuelto a través de negociaciones. Hemos demostrado hasta ahora buena voluntad. Hemos hablado con los tres países europeos (Gran Bretaña, Alemania y Francia) en días pasados, y continuaremos las negociaciones si es necesario», planteó Hamid Reza Asefi, vocero de la cancillería iraní.

Poco antes, en la misma reunión de la OIEA, Estados Unidos y la UE dijeron que la intransigente negativa de Irán a suspender el enriquecimiento de uranio no deja otra opción al mundo que pedir la intervención del Consejo de Seguridad.

«Llegó el momento de que actúe el Consejo de Seguridad», advirtió Gregory Schulte, embajador norteamericano ante la AIEA, frente a los representantes de los 35 países que conforman la llamada Junta de Gobernadores del organismo, entre los que figura la Argentina.

• Reservas

Schulte recordó que Irán restringió las inspecciones de la AIEA y retomó el enriquecimiento de uranio, e incluso afirmó que «Irán ya tiene reservasde gas de uranio que, si es enriquecido, podría producir suficiente material para unas 10 cabezas nucleares».

El diplomático norteamericano subrayó que «en lugar de cumplir los requerimientos de la comunidad internacional, Irán emprendió un camino que lo lleva cada vez más al aislamiento y corre el riesgo de tener que afrontar consecuencias graves».

Por su parte, Thomas Seltzer, delegado de Austria -que ejerce la presidencia de la UE- ante el AIEA, urgió a Irán a «restablecer una suspensión completa de toda actividad relacionada con el enriquecimiento y el reprocesamiento» de uranio.

Esta reunión fue el último paso antes de que el Consejo de Seguridad, máximo órgano decisorio de la ONU, tome el caso iraní, en una votación que podría llevar a la imposición de sanciones a Teherán.

Sin embargo, no se espera que el Consejo tome este camino en su primera reunión e incluso EE.UU. pidió que el cuerpo exija a Irán congelar sus actividades nucleares o «hacer frente a las consecuencias», dejando las sanciones para una segunda etapa.

Lejos de dar señales de conformidad, el presidente iraní,
Mahmud Ahmadinejad, dijo que su país no renunciará a sus planes de enriquecer uranio.

• Opción vigente

En el Consejo es previsible que Gran Bretaña se asocie a la postura más intransigente del gobierno de George W. Bush. En reiteradas oportunidades, voceros del Pentágono dejaron claro que la opción militar es una de las que están muy vigentes para controlar a la república islámica. Los otros países con derecho a veto en el Consejo son Francia, China y Rusia. Estos dos últimos tienen fluidas relaciones comerciales con Irán. El Ejecutivo de Vladimir Putin, además, le provee a la teocracia iraní armamento y tecnología nuclear.

El canciller ruso, Seguei Lavrov, descartó una solución militar al diferendo con Irán y puso en duda la eficacia de eventuales sanciones contra Teherán. «Estamos convencidos de que no hay una solución militar a esta crisis. No pienso que las sanciones como medio para resolver una crisis hayan alcanzado jamás el objetivo en la historia reciente», afirmó Lavrov en Naciones Unidas, en declaraciones a la prensa.

Alemania, a su vez, manifestó que delegar el tema a la ONU «no significa el fin de la diplomacia», según el ministro de Exteriores de ese país,
Franz Walter Steinmeier. «Estamos convencidos de la obligación de buscar una solución diplomática», agregó.

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