27 de abril 2020 - 09:37

Coronavirus: en medio de las críticas, Boris Johnson ratificó el confinamiento en Reino Unido

En su primera aparición pública tras su enfermedad, el primer ministro dijo que flexibilizar la cuarentena podría producir un segundo pico de coronavirus en Reino Unido.

El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, enfrenta críticas de la prensa y la oposición laborista.

El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, enfrenta críticas de la prensa y la oposición laborista.

Foto: Reuters

Recuperado tras su convalecencia por coronavirus, el primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, retomó el lunes las riendas del gobierno británico y de la controvertida gestión de la pandemia afirmando que el país "empezó a invertir la tendencia" pero debe "seguir adelante" con el confinamiento.

"Gracias a nuestra determinación nacional colectiva estamos a punto de lograr esa primera misión clara: evitar que nuestro servicio nacional de salud se vea abrumado por el coronavirus de una manera que trágicamente hemos visto en otros lugares. Y así es como hemos empezado a invertir la tendencia", dijo Boris Johnson en su primera aparición pública desde que salió del hospital del 12 de abril.

"Creo que llegamos ahora al final de la primera fase de este conflicto y estamos cerca del éxito", agregó ante las cámaras de televisión situadas a toda prisa frente a la puerta de Downing Street cuando el ejecutivo anunció una comparecencia inesperada.

Sin embargo, Johnson advirtió del "riesgo de un segundo pico" de la epidemia en Reino Unido si las medidas se relajan demasiado pronto o demasiado bruscamente y llamó al país a "contener la impaciencia" por salir del confinamiento.

Boris Johnson #StayHomeSaveLives on Twitter

De momento, afirmó, no está en condiciones de precisar "cuán rápido o despacio o incluso cuándo" se levantarán las medidas de confinamiento impuestas el 23 de marzo y prolongadas al menos hasta el 7 de mayo.

El coronavirus "es un agresor inesperado e invisible cuando plasma su ataque físico, como puedo decir por experiencia personal", dijo el primer ministro.

Boris Johnson pasó diez días enfermo en su residencia oficial y después una semana en un hospital londinense, incluido una complicada internación en terapia intensiva. El resto de su convalecencia la transcurrió en Chequers, residencia de campo de los primeros ministros británicos.

Al mismo tiempo su ejecutivo era duramente criticado por la prensa y la oposición por la gestión de la crisis sanitaria.

"Si se continúa avanzando como se ha hecho hasta ahora, si permite ayudar a nuestro sistema de salud para salvar vidas, si Reino Unido puede mostrar el mismo espíritu optimista y la misma energía que el capitán Tom Moore (un veterano de guerra casi centenario que inspiró días atrás una recaudación millonaria para la salud;, si podemos expresar el mismo espíritu de unidad y determinación que hemos demostrado en estas seis semanas, no tengo absolutamente ninguna duda, de que venceremos al virus, que juntos superaremos todo esto más rápido", cerró.

"Reino surgirá tan fuerte como nunca antes", completó Boris Johnson.

Con 20.732 fallecimientos registrados en hospitales, Reino Unido se encuentra entre los países europeos más afectados. Pero el balance real es aún mayor si se suman las muertes en las residencias de ancianos que no se contabilizan de manera oficial y ascienden a miles, según representantes del sector.

Sin embargo, el domingo las autoridades registraron 413 fallecimientos en las últimas 24 horas, el balance más bajo desde el 31 de marzo.

La semana pasada, como anticipo de su retorno a la actividad, Boris Johnson había hablado por teléfono con el presidente estadounidense Donald Trump y la reina Isabel.

"Impaciente" por reunirse con el jefe de gobierno, el recientemente elegido nuevo líder del opositor Partido Laborista, Keir Starmer, le envió una carta reiterándole sus críticas.

Según Starmer se cometieron graves "errores" y el gobierno fue "demasiado lento", tanto en decidir y luego revisar el confinamiento por coronavirus como en la realización de test y el suministro de equipos de protección al personal sanitario y a centros como las residencias de la tercera edad.

Respecto a las consecuencias económicas, el Banco de Inglaterra advirtió el jueves que el país enfrentará la peor recesión desde "hace siglos".

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