Luego del anuncio de Terry Jones hubo llamados a quemar banderas estadounidenses en Bélgica y advertencias de represalias en Irak.
El pastor evangélico estadounidense Terry Jones dijo que no quemará los ejemplares del Corán en el aniversario de los ataques del 11-S si puede reunirse mañana con un grupo de musulmanes que planea construir una mezquita en Nueva York cerca del lugar donde estaban las Torres Gemelas.
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Jones anunció que desistió de la polémica iniciativa, al menos mañana, después de los anuncios contradictorios que viene haciendo al respecto desde el jueves y que mantienen en vilo a gobiernos y fuerzas de seguridad de decenas de países.
El alocado anuncio del religioso generó protestas internacionales y lo puso bajo presión del gobierno norteamericano. Hoy mismo hubo protestas en Afganistán, donde un manifestante fue acribillado por militares de la OTAN en el noroeste del país.
Jones dijo que resolvió la suspensión en espera con los responsables del proyecto para erigir una mezquita en el Ground Zero. "Al momento no prevemos hacerlo. Creemos que el imán mantendrá su palabra sobre lo que prometió ayer, creemos que, como prometió, nos reuniremos con el imán en Nueva York, mañana", sostuvo el pastor de la pequeña iglesia evangelista, Dove World Outreach Center.
El jueves el gobierno de Estados Unidos presionó fuertemente a Jones para que se abstenga de quemar ejemplares del Corán, por el riesgo de represalias contra los militares desplegados en países islámicos, en especial Afganistán, donde hoy había protestas en varias ciudades.
También hubo llamados a quemar banderas estadounidenses en Bélgica y anuncios de represalias en Irak, donde hay 50 mil militares norteamericanos.
Gobiernos de todos los continentes se expresaron contra el anuncio del pastor bautista, unos declarándose respetuosos de todos los credos, otros preocupados por el riesgo de una oleada de protestas y represalias.
La Interpol declaró el jueves alerta mundial, antes de que Jones informara que resolvió suspender la quema, aunque luego corrigió esta postura y dijo que la estaba revisando, para anunciar hoy por la mañana que sí cumplirá con la suspensión. El mensaje de Interpol llegó a los 188 países miembros advirtiendo que hay "una gran posibilidad" de atentados si se lleva a cabo la quema.
Según parece, sus vaivenes se deben a promesas que dijo haber recibido para discutir la construcción de la mezquita en Nueva York.
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