23 de julio 2020 - 00:00

El Senado de Chile se aprestaba a aprobar la reforma de pensiones

Santiago - El Senado de Chile se predisponía a adoptar al cierre de esta edición una ley que permitirá a los chilenos retirar hasta el 10% de las contribuciones a su jubilación, una medida contra la crisis del coronavirus que crea una fisura en el sistema privado de pensiones, emblemático de la era de Augusto Pinochet.

Tras su segura aprobación por la Cámara alta, este proyecto volverá a la Cámara de Diputados para su despacho definitivo probablemente hoy, en lo que supondrá un revés al gobierno de Sebastián Piñera.

Si bien es una medida excepcional -promovida por la oposición con el argumento de la falta de respuesta del gobierno a la crisis-, representa la primera gran transformación de este sistema privado instaurado por la dictadura (1973-1990). El mecanismo es pionero en establecer la capitalización jubilatoria absolutamente individual y es uno de los motores del sistema económico chileno.

La aprobación del proyecto de ley hace una semana en la Cámara de Diputados fue celebrada con bocinas y cacerolazos en todo Chile. Su aval definitivo se daba por descontado tras el apoyo de al menos cinco senadores de la coalición de gobierno, que se sumaron a los 24 de la oposición.

De esta forma, los 10,9 millones de afiliados a las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) podrán retirar hasta un máximo de 4,3 millones de pesos (5.400 dólares) y un mínimo de un millón de pesos (1.250 dólares) de sus fondos de pensiones. Quienes tengan ahorrado menos de ese mínimo podrán retirar la totalidad de sus fondos. A fines de mayo Perú adoptó una medida similar y cientos de miles de personas se inscribieron para retirar hasta 3.700 dólares.

Piñera resiste la medida e intentó sin éxito revertir la decisión de varios miembros de su coalición, mejorando el paquete de medidas anunciado para la clase media, con un bono de casi 630 dólares y un crédito blando por 1.900 dólares, en una iniciativa que recién se tramita en el Congreso.

Además prometió “cirugía mayor” al sistema de jubilaciones, cuestionado desde hace años por las bajísimas pensiones que entrega y por no cumplir su promesa de igualar al año 2020 el último salario con la jubilación.

Pero con estudios y comisiones oficiales que alertan por lo menos desde 2005 sobre la debacle del sistema, ningún intento de reforma ha logrado prosperar.

“Que no haya prosperado una reforma tiene que ver con el enorme poder que significa administrar más de 80% del PBI” chileno”, dice el economista de la Fundación Sol, Marco Kremerman, sobre los 201.000 millones de dólares que en casi 40 años han logrado acumular los fondos privados de pensiones chilenos.

Y desde esta posición, agrega el economista, “el poder de lobby de las AFP es enorme”.

Las medidas del gobierno ante la crisis económica no fueron eficaces, y el escenario se volvió insostenible para miles de familias, que enfrentaron infinitas trabas para acceder a recursos de emergencia que se retrasaron.

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