Luego del escándalo, Sarah Ferguson pidió perdón

Sarah Ferguson, Duquesa de York, quien fue grabada en un video en el que al aparecer se ofrecía a vender acceso a su ex marido, el príncipe Andrés, pidió disculpas por su "grave error de juicio".

Según las imágenes en Internet del diario News of the World, Ferguson fue captada mediante una cámara oculta pidiendo 40.000 libras en efectivo y 500.000 en una transferencia, asegurando que daría acceso al periodista y falso empresario a su ex marido, que también es enviado de comercio del Reino Unido.

El príncipe Andrés, segundo hijo de la reina Isabel II y cuarto en la línea sucesoria, negó "categóricamente" tener conocimiento del encuentro, dijo el Palacio de Buckingham en un comunicado.

La duquesa, conocida como "Fergie", ya se ha visto envuelta por la polémica en otras ocasiones. Sarah dijo lamentar profundamente lo ocurrido y admitió que tenía problemas financieros, según medios británicos.

"Lamento profundamente la situación y el embarazo que ha causado", declaró en un comunicado. "Es verdad que mi situación financiera es complicada, sin embargo, no es excusa para un grave error de juicio, y lamento mucho que esto haya ocurrido", agregó.

En la grabación, Ferguson deja en claro que el Príncipe "nunca acepta ni un penique a cambio de nada". Sin embargo, el caso será un nuevo motivo de sonrojo para la Casa Real británica y Andrés, que se divorció amistosamente en 1996 después de diez años de matrimonio.

"Quinientas mil libras cuando puedas, para mí (...) abren puertas", dijo Ferguson en la grabación antes de estrechar la mano del falso empresario en la grabación realizada en un lujoso piso de Londres. "Así se abrirán todos los canales para lo que necesites, para lo que quieras (...) Podemos hacer mucho", agregó.

El diario publicó que Ferguson -cuya compañía de promociones Hartmoor, con sede en Nueva York, cerró el año pasado-, dijo que era una "auténtica aristócrata" y que Andrés y ella son "la pareja divorciada más feliz del mundo".

En un encuentro anterior, el periódico dijo que la duquesa de York afirmó no tener "un sitio donde caerse muerta".

A pesar de que Ferguson no consiguió la fama mundial de la princesa Diana, se hizo muy popular en Estados Unidos después de varias apariciones en televisión y de escribir varios manuales para perder peso, además de realizar obras benéficas.