12 de septiembre 2008 - 00:00

Morales llamó al diálogo tras violentas protestas que ya dejaron 15 muertos

Morales llamó al diálogo tras violentas protestas que ya dejaron 15 muertos
La Paz (AFP).- El presidente de Bolivia, Evo Morales, urgió ayer a la oposición a iniciar el diálogo para contener la violenta crisis política que se cobró 15 muertos y un centenar de heridos, mientras crecen las iniciativas locales y llamados internacionales para pacificar el país.

El jefe de Estado aseguró que "seguirá apostando por el diálogo, por la dignidad y la unidad del país pese a la provocación" que, según su gobierno, impulsan prefectos y líderes civiles de cinco de los nueve departamentos, donde se registran duras protestas.

El mandatario ratificó una invitación al prefecto opositor de Tarija, Mario Cossío, en representación de sus colegas de Santa Cruz, Beni, Pando y Chuquisaca, para iniciar un cabildeo en el palacio presidencial de La Paz que desactive la crisis política y la violencia.

Asimismo, descartó la posibilidad de convocar a las Fuerzas Armadas para pacificar el país a pesar -dijo- de que algunas organizaciones sociales "le piden mano dura".

Morales reveló que es el "primero en ordenar a las Fuerzas Armadas y a la Policía que está prohibido usar armas de fuego contra el pueblo", al referirse al corte de rutas y tomas violentas de oficinas públicas en regiones rebeldes que se cobraron la vida de ocho personas en el norte del país.

En su criterio, la oposición está movilizada en su contra porque defienden el neoliberalismo, modelo que les permitiría mantener sus privilegios, y que la lucha no es por el impuesto petrolero ni la autonomía, "sino por conspirar y buscar la división de Bolivia".

La crisis política en Bolivia se profundizó por las irreconciliables visiones de país que por un lado impulsa el oficialismo con un proyecto constitucional de corte estatista e indígena y por otro la oposición, que respalda la formación de gobiernos autónonos de cuño liberal.

La invitación de abrir el diálogo fue aceptada por el prefecto de Tarija, Mario Cossío en una acción que la autoridad calificó de "la última oportunidad para que el país se encamine a un proceso de reconciliación y deje atrás el riesgo de confrontación".

El prefecto tarijeño declaró que la decisión de acudir a la reunión con Morales es compartida por sus otros colegas de Santa Cruz, Beni, Pando y Chuquisaca, donde se registran cortes de rutas, choques entre campesinos y civiles, tomas y saqueos de oficinas públicas.

La Iglesia Católica, el Defensor del Pueblo, activistas de derechos humanos, países amigos y representantes de organizaciones multilaterales como la OEA, Naciones Unidas y la Unión Europea (UE) demandaron a oficialistas y opositores una tregua y la necesidad de un diálogo para descomprimir la crisis política.

En un comunicado, los jerarcas de la Iglesia Católica afirmaron que "una inmensa mayoría dice sí a la vida, rechaza el recurso de la violencia y confía en que las soluciones a los problemas se encuentren de forma pacífica y en base a acuerdos".

Un enviado del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Vegard Bye, se reunió el jueves con el prefecto de Tarija, Mario Cossío, y tenía previsto entrevistarse con el de Santa Cruz, Rubén Costas, cabeza visible de la oposición política a Morales buscando una salida al conflicto.

La presidencia francesa de la Unión Europea (UE) condenó el ayer los actos de violencia en Bolivia e instó a un "diálogo" entre las partes para evitar que la situación se deteriore aún más.

"La Unión Europea renueva su llamado a las partes involucradas para que inicien lo más pronto posible un diálogo constructivo, para evitar que la situación se deteriore aún más y conduzca a la pérdida de vidas humanas", indicó la presidencia francesa en un comunicado difundido en Bruselas.

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