El primer ministro saliente israelí, Ehud Olmert, amenazó con una reacción "dolorosa, dura, fuerte y sin compromisos" tras los nuevos ataques con cohetes por parte de milicianos palestinos contra el sur de Israel.
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Al comienzo de la reunión semanal del gabinete de gobierno, Olmert dijo que "el Estado de Israel tiene una amplia gama de opciones que se utilizarán para que el sur esté completamente tranquilo".
Olmert añadió que la reacción israelí "no corresponderá a las expectativas de las organizaciones terroristas", sin ofrecer más detalles. En la última ofensiva israelí en Gaza murieron al menos 1.452 personas, según datos palestinos, y unas 20.000 viviendas resultaron dañadas o destruidas.
Durante la noche, un cohete impactó en la ciudad costera de Ascalón, en el sur del país. Desde el viernes por la mañana fueron lanzados diez proyectiles, confirmó hoy un portavoz militar israelí.
Uno de los proyectiles cayó en las proximidades de una escuela, que se encontraba cerrada con motivo del día de descanso judío de sabbat. Según el portavoz militar en Tel Aviv, no hubo heridos aunque varias personas sufrieron un shock.
Desde que finalizó la ofensiva militar israelí en la Franja de Gaza el pasado 18 de enero, milicianos palestinos han lanzado más de un centenar de cohetes contra Israel, según el Ejército. La mayoría eran Qassam, de fabricación artesanal y con un alcance mucho menor a los Grad, de diseño soviético, que también fueron usados estos días.
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