El primer ministro israelí, Ehud Olmert, ha pedido hoy la dimisión del presidente, Moshé Katzav, a raíz de la intención del fiscal general, Menahem Mazuz, de llevarlo a juicio por una serie de delitos sexuales.
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"En estas circunstancias, no me cabe la menor duda de que el presidente no puede continuar en su puesto y de que debe abandonar la residencia presidencial", dijo Olmert al iniciar una comparecencia pública en la Conferencia de Herzliya, localidad próxima a Tel Aviv.
Olmert, que arrancó una ovación del público asistente, prosiguió diciendo: "Éste es un día triste para el Estado de Israel".
El primer ministro israelí, a quien la semana pasada le informó la fiscalía de la apertura de un expediente por supuestas irregularidades en la privatización de uno de los grandes bancos de Israel, comenzó su discurso minutos después de que, en Jerusalén, concluyera una comparecencia ante la prensa de Katzav, la primera desde que formalmente le comunicaron su procesamiento.
Las declaraciones del primer ministro se suman a las de un gran número de diputados que exigen la dimisión inmediata del presidente, quien hoy dijo públicamente que "la ley no le exige dimitir" y por tanto ha pedido una "exención" de tres meses hasta aclarar las denuncias en su contra.
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