14 de noviembre 2006 - 00:00

Ratificó Bush dureza con Irán y habló de "aislarlo"

George W. Bush tuvo ayer un día movido, en el que se entrevistó con la comisión de especialistas sobre Irak (arriba) y con el premier israelí, Ehud Olmert (abajo). Irak e Irán son dilemas de difícil solución para la Casa Blanca.
George W. Bush tuvo ayer un día movido, en el que se entrevistó con la comisión de especialistas sobre Irak (arriba) y con el premier israelí, Ehud Olmert (abajo). Irak e Irán son dilemas de difícil solución para la Casa Blanca.
Washington (EFE, AFP, Reuters, ANSA) - George W. Bush comenzó ayer a reelaborar su estrategia en Irak con una comisión bipartidaria creada por el Congreso que le aconsejaría iniciar un diálogo con Siria e Irán para frenar la violencia en ese país árabe. A pesar de eso, el presidente de EE.UU. condicionó las negociaciones con Teherán a la suspensión de sus planes nucleares -sospechados de poseer fines militares- y le advirtió que, de continuarlos, deberá afrontar un «aislamiento económico».

Las conclusiones de estas personalidades independientes son muy aguardadas, sobre todo ante la persistente violencia en Irak (ver aparte) y la ausencia de una perspectiva para un restablecimiento de la estabilidad y un retiro de tropas.

Bush declaró que tomaría en consideración las propuestas del «Grupo de Estudios sobre Irak», lo que abriría las puertas a un posible cambio de política en el país árabe tras las elecciones legislativas del 7 de noviembre, en las que el Partido Republicano sufrió un duro golpe.

  • Consultas

  • Los miembros del bloque, dirigido por el ex secretario de Estado republicano James Baker y el ex legislador demócrata Lee Hamilton, están realizando sus últimas consultas antes de presentar sus propuestas, lo que ocurrirá antes de fin de año.

    El grupo se reunió también con la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, el secretario renunciante de Defensa, Donald Rumsfeld,y altos mandos militares. Hoy tiene previsto encontrarse con líderes demócratas, desde enero mayoritarios en las dos cámaras del Congreso y que reclaman un retiro gradual de las tropas apostadas en Irak.

    Entre las posibles recomendaciones, el grupo podría abogar que Estados Unidos involucre más a Irán y Siria en alcanzar la estabilidad en su vecino Irak. Es una propuesta que cuenta con el beneplácito del primer ministro británico, Tony Blair. En una intervención sobre política exterior en Londres, el jefe del gobierno británico desveló anoche su «estrategia global para Oriente Medio», que consiste en que la República Islámica retire su apoyo a grupos terroristas y coopere con las potencias occidentales.

    Irán, que según Blair apoya a terroristas en Irak, Líbano y Palestina, afronta «una clara elección estratégica». Si decide apoyar el proceso de paz en Oriente Medio, deja de apoyar el terrorismo en Irak y en el Líbano y cumple sus obligaciones sobre no proliferación nuclear, «será posible una nueva asociación», dijo el premier británico. « Alternativamente, se enfrentan a las consecuencias de no hacerlo: el aislamiento», coincidió con Bush. El premier también ofrecerá sus ideas sobre Irak al grupo de expertos estadounidenses, en una videoconferencia prevista para hoy.   

  • «Eje del mal»

    Irán y Siria son los dos grandes enemigos de Israel, y también considerados parte del «eje del mal» por Estados Unidos. Bush advirtió ayer que un Irán dotado de armas nucleares sería una fuerza «increíblemente desestabilizadora» para su región y rechazó un diálogo directo a menos que Teherán suspenda sus tareas atómicas sensibles. «Si los iraníes quieren dialogar con nosotros, ya les hemos mostrado el camino, y éste es que suspendan de manera verificable las actividades de enriquecimiento de uranio», dijo Bush durante su reunión con el primer ministro israelí Ehud Olmert. Israel se considera el blanco designado de las actividades nucleares y balísticas iraníes (ver nota aparte).

    «Es muy importante que el mundo se una para decir a los iraníes que si deciden continuar con el programa serán aislados», dijo el mandatario norteamericano. «Una de las fuentes de ese aislamiento sería la económica», dijo el ocupante de la Casa Blanca, quien insistió en que Irán debe sufrir consecuencias por su «intransigencia».
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