17 de diciembre 2011 - 22:03

Recrudece la violencia en Egipto: diez muertos por enfrentamientos contra las fuerzas militares

Los manifestantes egipcios incendiaron el Ministerio de Transporte en El Cairo.
Los manifestantes egipcios incendiaron el Ministerio de Transporte en El Cairo.
Los enfrentamientos entre manifestantes hostiles al poder militar y las fuerzas del orden se reanudaron este sábado en El Cairo, al día siguiente de unos choques sangrientos que el primer ministro Kamal el Ganzuri tildó de "contrarrevolución".

El balance de los enfrentamientos del viernes ante la sede del Gobierno, en el centro de El Cairo, subió a diez muertos, indicó el sábado por la noche el ministerio de Salud citado por la agencia oficial MENA.

Se trata de los más graves episodios de violencia desde los choques similares que dejaron 42 personas muertas, fundamentalmente en El Cairo, pocas horas antes de la primera fase de las elecciones legislativas del 28 de noviembre.

Este sábado por la mañana, las fuerzas del orden tomaron el control de las inmediaciones de la sede de Gobierno. Soldados y policías cerraron los accesos a la zona, desplegando alambradas a cientos de metros de la plaza Tahrir, epicentro de la movilización.

Pero tras varias horas de calma se produjeron enfrentamientos esporádicos por la mañana con grupos de manifestantes, que lanzaron piedras y cócteles molotov. Unos hombres vestidos de civil les lanzaban piedras y botellas incendiarias desde los tejados de los edificios vecinos.

Además podían verse llamas saliendo de un edificio del ministerio de Transportes, situado en la zona, así como de otro edificio público.

Hacia la medianoche los soldados se retiraron detrás de un muro de cemento levantado a las apuradas por lo tarde en una calle que lleva hacia oficinas gubernamentales.

El primer ministro Kamal el Ganzuri indicó que 18 personas fueron heridas de bala, pero aseguró que ni la policía ni el ejército abrieron fuego. Acusó a "elementos infiltrados" que "no quieren el bien de Egipto", sin dar más precisiones.

"Los que están en la plaza Tahrir no son los jóvenes de la revolución", afirmó, refiriéndose a la revuelta que acabó con el régimen de Hosni Mubarak en febrero.

"No es una revolución, sino una contrarrevolución", dijo el primer ministro, en alusión a los enfrentamientos con las fuerzas del orden del viernes.

En ese cuadro de confusión, 11 de los 30 miembros de un Consejo Consultivo establecido por el ejército para dialogar con las fuerzas políticas presentaron su renuncia en protesta por la represión.

"Habíamos hecho algunas recomendaciones el viernes, pero hemos sido sorprendidos al ver que no han sido seguidas, y que el sábado todavía hay más víctimas", dijo el presiente de ese Consejo, Abul Ela Madi, dirigente del partido islamista moderado Wassat.

Luego de la renuncia los militares en el poder "lamentaron" la decisión, indicó la agencia oficial MENA.

El consejo militar publicó luego en su página Facebook y en YouTube una secuencia de manifestantes saqueando una oficina gubernamental el viernes con un breve mensaje preguntando: "¿No es nuestro derecho proteger la propiedad del pueblo?".

Esta secuencia es la última de una guerra mediática con los activistas que hicieron circular en Twitter una foto de soldados golpeando a una mujer que ya estaba en tierra, y otra con soldados haciendo gestos obscenos a los manifestantes.

Los enfrentamientos comenzaron el viernes por la mañana, entre las fuerzas del orden y los manifestantes que desde finales de noviembre acampaban ante la sede del gobierno para protestar por la decisión del ejército de nombrar a un primer ministro, Kamal el Ganzuri, que ya fue jefe de gobierno del presidente derrocado Hosni Mubarak.

Los manifestantes piden también el final del poder militar instalado desde la dimisión de Mubarak, y critican en particular al jefe del ejército y jefe de Estado de hecho, el mariscal Husein Tantaui.

Los enfrentamientos se produjeron en pleno período electoral. Egipto celebra desde el 28 de noviembre y hasta enero elecciones legislativas, que por el momento dominan los partidos islamistas, en detrimento de los partidos liberales y los movimientos nacidos de la revolución.

En la primera fase de las elecciones, en un tercio del país, 65% de los votos fueron para los partidos islamistas. Concretamente, los Hermanos Musulmanes tuvieron el 36% y los fundamentalistas salafistas el 24%.

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