Ucrania rechazó el lunes los corredores humanitarios hacia Rusia y Bielorrusia propuestos por Moscú y se prepara para nuevas ofensivas en varias zonas del país, entre ellas Kiev, tras una noche de violentos bombardeos. Los tanques rusos ya ingresaron a la periferia de la capital y se ubicaron junto a edificios residenciales, lo que aumenta el temor de los residentes a un ataque inminente.
Guerra en Ucrania: los tanques de Rusia ya están en las calles de Irpin y acechan Kiev
El gobierno ruso movilizó blindados en el poblado lindante a la capital. Asimismo, Ucrania criticó a Rusia por no respetar las condiciones para la evacuación de civiles. Europa, en riesgo de una crisis energética.
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Después del fracaso por tercer día consecutivo de los corredores humanitarios, que Moscú abrió solo hacia Rusia, entre las protestas de Kiev, se multiplicaron los ataques rusos a las principales ciudades del país, de Jarkov a Mariupol, y se volvieron más intensos y cada vez más cercanos a la capital.
Según fuentes francesas, la primera línea rusa ya se encuentra a veinte kilómetros del centro de Kiev, con pocos progresos en los últimos días, pero sus tanques ya comenzaron a posicionarse en un área densamente poblada al oeste de la ciudad.
Un video geolocalizado de la CNN mostró a cinco blindados y su tripulación a pocos metros de un condominio de edificios en el distrito de Irpin, al norte de Kiev, ciudad que fue brutalmente bombardeada durante todo el fin de semana, con al menos ocho civiles muertos.
La ofensiva rusa, lanzada el 24 de febrero, llevó a más de 1,5 millones de personas a salir de Ucrania y muchas más fueron desplazadas dentro del país o están atrapadas en ciudades bombardeadas por Rusia. Además, la agravación del conflicto también está provocando turbulencias financieras y un aumento vertiginoso del precio del petróleo y del oro.
El ejército ruso anunció este lunes por la mañana la suspensión temporal de ataques en algunas zonas "con fines humanitarios" y la apertura de corredores humanitarios para evacuar a civiles de Kiev, Járkov, del puerto sitiado de Mariúpol y de la localidad de Sumy, cerca de la frontera rusa.
Pero la mitad de estos corredores se dirigen a Rusia y Bielorrusia y el gobierno ucraniano rechazó de pleno la propuesta.
"No es una opción aceptable", dijo la vice primera ministra ucraniana, Iryna Vereschuk.
A ello se sumó la denuncia del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) de que uno de los corredores humanitarios de Mariúpol –cuya evacuación fue suspendida varias veces durante el fin de semana por ataques- estaba minado.
Citando a un equipo del CICR en Mariúpol, explicó que "estaban listos ayer (domingo) a pesar de que no estaba del todo claro cuál era el acuerdo". Pero "en cuanto llegaron al primer puesto de control, se dieron cuenta de que la ruta que les habían indicado estaba de hecho minada", agregó.
Ucrania informó este lunes que la ofensiva de Rusia está enfocada en “rodear a Kiev, Járkov, Chernígov, Sumy y Mykolayiv".
Las fuerzas rusas "comenzaron a acumular recursos para atacar a Kiev", agregaron las Fuerzas Armadas.
En Kiev, los soldados ucranianos fueron vistos preparándose ante un posible ataque ruso. Colocaron explosivos en lo que dicen ser el último puente intacto en el camino de las fuerzas rusas.
"La capital se prepara para defenderse", dijo el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, en la aplicación Telegram. "¡Kiev resistirá! ¡Se defenderá!", agregó.
El domingo, el presiente ucraniano, Volodimir Zelenski, advirtió que Rusia se preparaba para bombardear Odesa, un puerto estratégico en el mar Negro.
El ataque con misiles contra el aeropuerto de Vinnytsia, unos 200 km al suroeste de Kiev, causó el domingo la muerte de cinco civiles y cuatro militares, según los socorristas ucranianos.
Cientos de civiles han perdido la vida y miles resultaron heridos en esta guerra. A los muertos se suma un doloroso éxodo hacia países vecinos.
En Irpin, una pequeña localidad en las afueras de Kiev, el alcalde dijo haber visto a dos adultos y dos niños muertos "ante sus ojos" cuando les cayó una bomba.
"Son monstruos. Irpin está en guerra, Irpin no se ha rendido", escribió Oleksandr Markushyn en la red Telegram, admitiendo sin embargo, que parte de la ciudad está en manos rusas.
Estados Unidos y la Unión Europea han impuesto sanciones sin precedentes contra empresas, bancos y oligarcas para asfixiar la economía rusa y presionar al presidente Vladímir Putin a detener su asalto.
Estados Unidos admitió que está barajando la opción de prohibir la importación de petróleo ruso, lo que hizo que el precio del crudo Brent rozara los 140 dólares, muy cerca de su récord histórico. Los precios del aluminio y el cobre también registraron este lunes precios inéditos.
El precio del petróleo, que podría acentuar una inflación ya alta, hizo que las principales bolsas europeas registraran este lunes retrocesos superiores al 4%. Mientras tanto, el gas natural europeo se disparó un 60%, a más de 300 euros el megavatio-hora, en un escenario de miedo por un posible corte de las entregas procedentes de Rusia.
Putin equiparó estas represalias económicas a una declaración de guerra, y prometió que Rusia logrará "neutralizar" a Ucrania, "ya sea por la negociación o por la guerra".
Voz disonante en este contexto internacional, China reiteró el lunes su amistad "sólida como una roca" con Rusia, pero se dijo dispuesta a participar en una mediación de paz "si fuera necesario".
Este lunes está prevista una tercera ronda de conversaciones ruso-ucranianas, pero las expectativas no son buenas. El mandatario ruso ha puesto como condición previa la aceptación por parte de Kiev de todas las exigencias de Moscú, especialmente la desmilitarización de Ucrania y un estatuto neutral para el país.
La Corte Penal Internacional (CPI) abrió la semana pasada una investigación sobre la situación en Ucrania y Estados Unidos señaló que disponía de informaciones "muy creíbles" sobre crímenes de guerra cometidos por Rusia.
Y en el inicio de las audiencias ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) este lunes, dentro de un requerimiento lanzado por Ucrania, Rusia estuvo ausente en el tribunal con sede en La Haya.
Por último, la seguridad de las centrales nucleares ucranianas también suscita mucha preocupación, tras el ataque ruso contra la instalación nuclear de Zaporiyia, la mayor de Europa. El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) de la ONU expresó el domingo su "profunda preocupación" por la situación de la planta, controlada ahora por Rusia y dónde la dirección y el personal no estarían pudiendo llevar a cabo su trabajo correctamente.
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