30 de septiembre 2010 - 16:29

"Se ha derramado sangre ecuatoriana inútilmente"

Rafael Correa a minutos de su rescate.
Rafael Correa a minutos de su rescate.
A minutos de ser recatado del hospital donde estuvo secuestrado -como él lo denifinió- durante gran parte la de jornada, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, se dirigió a miles de sus partidarios en la Plaza de la Independencia de Quito. "Es un día de profunda tristeza que jamás creí que iba a llegar en mi Gobierno", señaló emocionado y lanzó "se ha derrado sangre ecuatoriana inútilmente".

"Hoy el presidente no ha claudicado como hicieron otros cobardes", dijo Correa, aludiendo a su negativa a negociar con los policías que lo retuvieron. "Jamás aceptamos negociar nada bajo presión, nada. Por el diálogo todo", dijo Correa, que les dijo a sus captores: "o salgo como presidente de una nación digna o salgo como un cadaver".

La gente coreaba "Lucio, asesino, Lucio, asesino", en alusión al ex presidente Lucio Gutiérrez, un ex militar golpista electo presidente y derrocado en 2005. Correa asentía -"es eso, es eso"- reiterando su acusación de que Gutiérrez estaba tras la rebelión de la policía.

Gutiérrez había rechazado poco antes cualquier vinculación con la asonada: "mis primeras palabras son para rechazar las cobardes, las falsas, las temerarias acusaciones del presidente Correa", dijo a una cadena de noticias internacional desde Brasil.

El levantamiento de los policías se inició el jueves por la mañana con la toma de varios cuarteles en Quito, Guayaquil (oeste) y Cuenca (sur). El presidente acudió a uno de los cuarteles en Quito a hablar con los policías y a decirles que no cedería ante sus presiones.

"Señores si quieren matar al presidente, aquí está, mátenlo si les da la gana, mátenlo si tienen poder, mátenlo si tienen valor en vez de estar en la muchedumbre cobardemente escondidos", exclamó Correa al realizar un gesto dramático: se aflojó la corbata y se desabotonó el cuello de la camisa.

Los sublevados atacaron al mandatario y a su comitiva a la salida del cuartel con gases lacrimógenos, y Correa tuvo que ser ingresado en camilla en un hospital policial aledaño, donde fue cercado por los policías.

Luego, policías rebeldes ocuparon el Parlamento y militares de la Fuerza Aérea bloquearon la pista del aeropuerto de Quito. El levantamiento fue tildado de "golpe de Estado" por Correa y provocó la movilización del resto de países latinoamericanos.

Poco después de la liberación del presidente, se inició en Buenos Aires una reunión de Unasur a la que asistieron la presidenta argentina Cristina Kirchner, el boliviano Evo Morales, el peruano Alan García y el uruguayo José Mujica.

Antes, la Organización de Estados Americanos (OEA) celebró un encuentro en Washington en el que el secretario general de la organización, José Miguel Insulza, calificó a la crisis ecuatoriana de "tentativa de golpe de Estado".

La ley de servicio público que originó el conflicto ya había provocado una crisis entre Correa y su bloque legislativo, que el miércoles rechazó algunos artículos de la iniciativa para reducir la nómina estatal.

Dejá tu comentario

Te puede interesar