19 de julio 2016 - 20:38

Turquía: sigue feroz purga de funcionarios y cancelan licencias a canales y radios

El primer ministro turco, Binali Yildirim.
El primer ministro turco, Binali Yildirim.
Por cuarto día consecutivo, el gobierno turco avanzó este martes en su purga y represalías posteriores al fallido golpe de Estado del viernes último, suspendió a 15.200 empleados del Ministerio de Educación y 21.000 maestros, pidió la renuncia de 1.577 decanos de las universidades públicas del país y canceló las licencias de 20 emisoras de radio y televisión.

El presidente estadounidense, Barack Obama, telefoneó a su homólogo de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, a quien urgió que investigue el golpe de estado "con el debido proceso" así como "de la mano de los valores democráticos", informó su portavoz, Josh Earnest.

El golpe fallido costó al menos 264 vidas, entre ellos 173 civiles, a lo que se añaden 1.535 heridos, según el último recuento hecho público hoy por la agencia de noticias oficiosa Anadolu.

Por otra parte, Ankara también solicitó formalmente a Washington la detención y posterior extradición del predicador islamista Fethullah Gulen, un ex aliado del oficialismo en Ankara auto exiliado en Estados Unidos, por considerarlo el cerebro detrás del fallido golpe de Estado, que dejó una gran crispación política y social.

Sin embargo, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, había advertido ayer que antes de comenzar a tramitar la extradición reclamarían pruebas concretas de la participación de Gulen, quien vive en el estado de Pensilvania, en el fallido golpe de Estado.

El primer ministro turco, Binali Yildirim, volvió a acusar hoy a Gulen, a quien calificó de "cabecilla terrorista" y prometió enviar toda la "información necesaria" a sus socios norteamericanos para garantizar la extradición.

"Enviaremos muchas pruebas. Pero quiero preguntar a nuestros amigos estadounidenses: ¿Pidieron ustedes pruebas al ir por los terroristas que derribaron las Torres Gemelas el 11 de septiembre? ¿Pidieron pruebas para internar a sospechosos en Guantánamo?", desafió el premier en un discurso ante el Parlamento en Ankara.

Posteriormente, Turquía remitió dos cartas a las autoridades estadounidenses, una al Departamento de Justicia, solicitando el arresto de Güllen, y otra al Departamento de Estado, pidiendo la extradición, confirmó Earnest en su conferencia de prensa diaria.

El vocero de la Casa Blanca aseguró que el gobierno de Estados Unidos y su departamento de justicia revisarán "el material" presentado por Turquía para solicitar la extradición, pero noquiso calificar la presentación de la documentación como una "solicitud formal" de extradición, Indicó, sin embargo, que las autoridades estadounidenses revisarán los archivos presentados por las autoridades turcas en formato electrónico y si cumplen o no los requisitos establecidos por los tratados entre ambos países para ese fin.

Hasta ahora, las autoridades de Estados Unidos venían repitiendo que Turquía no había realizado esa petición y que, en cualquier caso, sería necesario que Ankara aportara pruebas sobre la implicación en la asonada de Gülen, que reside desde 1999 en Pensilvania.

Entre el viernes a la noche y la madrugada del sábado pasado parte de las Fuerzas Armadas turcas se levantaron en armas contra el gobierno del presidente Recep Tayyip Erdogan e intentaron tomar el poder.

Sacaron a las calles tanques, cientos de soldados y hasta bombardearon desde el aire el Parlamento nacional. En total, 290 personas fallecieron durante esas 12 horas de caos e incertidumbre.

En su renovada cruzada contra Gulen, el gobierno está avanzando sobre todos los funcionarios, militares y medios de comunicación que considera son aliados, simpatizantes o al menos cercanos al predicador auto exiliado en Estados Unidos.

El Consejo Supremo de Radio y Televisión de Turquía (RTUK) anunció hoy en un comunicado que canceló las licencias de unas 20 emisoras de radio y televisión, como Bugun TV o Samanyolu Haber.

Esta decisión anula de forma completa las licencias de "todas las emisoras de radio y televisión que hayan dado respaldo a los conspiradores golpistas de FETO o mantengan lazos o vínculos con ella", explicó el texto, citado por la agencia de noticias EFE.

FETO es la organización que conecta las redes de simpatizantes de Gulen, un líder religioso que hasta 2013 era aliado del gobierno islamista de Recep Tayyip Erdogan y ahora es considerado el enemigo público número uno y el hombre que orquestó el golpe fallido del viernes pasado.

Desde su exilio auto impuesto en Pensilvania, Gulen negó toda relación con la asonada.

Varios de los medios que perdieron hoy su licencia ya habían sido intervenidos por el Estado durante el último año y sus responsables habían sido reemplazados por fideicomisarios. Otros, incluso, habían sido cerrados directamente.

Esta nueva censura se enmarcó en la ola de detenciones y purgas en todos los niveles del estado que sucedió al fallido golpe de Estado.

Hasta ayer la purga estatal había alcanzado a 2700 jueces, unos 8.000 policías y 30 de los 81 gobernadores del país, y más de 7.500 detenidos, entre ellos un tercio de los generales de las Fuerzas Armadas y 6.000 militares.

Hoy la purga se extendió masivamente al sistema educativo.

"A partir de hoy, 15.200 empleados públicos, tanto en los centros como en las provincias, han sido suspendidos del servicio y se inicia una investigación respecto a estas personas", informó la agencia de noticias semipública Anadolu.

A esta decisión se sumó la revocatoria de 21.000 licencias de maestros que trabajaban hasta hoy en escuelas privadas de todo el país, informó la cadena de televisión CNNTürk.

Al mismo tiempo, el Consejo Superior de Educación de Turquía pidió el cese de 1.577 decanos de las universidades publicas de todo el territorio, continuó CNNTurk.

La avanzada del gobierno de Erdogan provocó advertencias de Estados Unidos y las potencias europeas y hoy también de la oposición turca y de las Naciones Unidas.

El socialdemócrata Kemal Kilicdaroglu, el líder del mayor partido de la oposición en Turquía, el CHP, y uno de los primeros dirigentes políticos que anunció su rechazo al golpe de Estado el viernes a la noche, exigió la inmediata normalización del país tras el fallido levantamiento armado.

"La sociedad ha sufrido un serio trauma, nosotros debemos normalizar (la situación) rápidamente", dijo Kilicdaroglu tras reunirse esta mañana con el primer ministro turco, Binali Yildirim, quien por su parte agradeció al líder opositor su posicionamiento contra la intentona golpista.

La ONU, por su parte, criticó la suspensión masiva de jueces y fiscales dispuesta por el gobierno turco tras el intento de golpe de Estado y sostuvo que para proceder a una medida como esta "cada caso debe ser examinado antes de manera independiente e individual".

"Una suspensión masiva -como la que ha ocurrido en cuestión de 48 horas, con la remoción de al menos 2.745 jueces y fiscales- no permite una evaluación individual", declaró una portavoz del alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos de la ONU, Zeid Raad Al Husein.

El diplomático también llamó a que el gobierno turco reconsidere su idea de reinstalar la pena de muerte, una idea repetida varias veces por el presidente Erdogan en los últimos días, y señaló que de todas formas, la pena capital "no se puede aplicar de manera retroactiva si ésta no estaba vigente cuando el crimen fue cometido".

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