5 de junio 2007 - 00:00

Un polaco pasó 19 años en coma, despertó y se encontró con un país nuevo

Un polaco pasó 19 años en coma, despertó y se encontró con un país nuevo
Varsovia (ANSA, Reuters, El Mundo, LF) --Un ferroviario polaco de 65 años entró en coma durante el régimen comunista y despertó en la actualidad en un país democrático, unido a la Unión Europea y bajo una economía de mercado en plena expansión.

Lo que le ocurrió a Jan Grzebsky recuerda el argumento de la película alemana de 2003 «Good bye Lenin!». Pero se trata de una historia real.

En 1988, Jan Grzebsky entró en un estado de total inconsciencia por un trauma craneano luego de sufrir un accidente de trabajo. En esa época, Polonia se encontraba bajo la llamada Cortina de Hierro y el activismo del sindicato libre Solidaridad comenzaba a encontrar en el sistema comunista las brechas que llevarían finalmente a su colapso. Los médicos consideraron entonces que Grzebsky ya no tenía cura y expresaron que podía, como máximo, vivir en ese estado unos dos o tres años antes de morir. Sin embargo, Gertruda, la esposa de Jan, siempre creyó en su recuperación.

«Fue ella quien me salvó, no lo olvidaré jamás», manifestó el desconcertado pero feliz ferroviario a TVN24.

El médico de Jan Grzebsky, Boguslaw Poniatowski, comentó que «durante 19 años la esposa de Jan hizo las veces de una experta enfermera, cambiando, por ejemplo, la posición del paciente en coma cada hora para evitar que se le formaran llagas, y lo cuidó amorosamente».

Todo esto maravilló al ferroviario Grzebsky cuando el 12 de abril pasado finalmente despertó de su sueño: «Ella fue la que siempre me cuidó. Salvó mi vida», dijo. Afirmó, además, tener vagos recuerdos de los intentos de comunicación que sus hijos y su mujer tuvieron con él mientras estuvo inconsciente.

Gertruda, por su parte, reconoció que la partedifícil de la situación de su esposo fue enfrentar los comentarios de las personas que sólo esperaban la muerte de Grzebski, como la única salida posible a la triste situación que atravesaba su familia.

«Lloré mucho y recé mucho. Quienes iban a vernos se la pasaban preguntando: '¿Cuándo va a morir?'. Pero no está muerto», señaló la mujer, quien lamentó que las personas que gozan de salud y una buena situación no aprecien lo que tienen.

Pero lo más sorprendente de su experiencia radica en el «mundo nuevo» que descubrió después de 19 años.

«Cuando entré en coma -narró a la prensa con sorprendente lucidez-en los estantes de los negocios de Varsovia solamente se podía encontrar té y vinagre, la carne estaba racionada y para conseguir combustible había largas colas.» «Hoy -aseveró- veo gente por las calles con teléfonos celulares y la abundancia de mercaderías me deja estupefacto.»

En estos 19 años Grzebsky atravesó un túnel oscuro que se extendió en el tiempo de una revolución incruenta y durante la cual sus cuatro hijos se casaron y le dieron 11 nietos.

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