Uribe aseguró que el acuerdo entre Colombia y EEUU no tiene marcha atrás
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Álvaro Uribe
Tras el cierre de las negociaciones, el texto del acuerdo, que sigue sin conocerse en su totalidad, debe ser sometido a análisis del Consejo de Estado, máxima instancia de la justicia contenciosa administrativa en Colombia. La firma del mismo se producirá en un par de semanas.
El acuerdo contiene 20 puntos básicos divididos en tres grandes temas: la presencia del personal estadounidense en Colombia, los términos para la realización de operaciones y el intercambio de información.
La versión periodística señala que las autoridades colombianas deben avalar cada movimiento de los estadounidenses y que desde esos lugares no se podrá preparar operaciones hacia otros países.
Uno de los puntos que más inquietud causa en los partidos de oposición en Colombia es el de la inmunidad, ya que en los últimos años se presentaron casos de delitos supuestamente cometidos por militares estadounidenses, presentes en el país por acuerdos de cooperación, que no pudieron ser investigados por la justicia colombiana.
Por medio del acuerdo, Estados Unidos entregará a Colombia información de inteligencia en tiempo real, que puede ser aportada por Bogotá a países que tienen serios problemas por el narcotráfico, como México, de acuerdo con la información.
El ex presidente colombiano Ernesto Samper (1994-1998) cuestionó en una columna publicada hoy que el gobierno hubiese tomado la decisión de firmar el acuerdo sin debatir en público su contenido.
Para el ex mandatario, el uso de las bases por parte de Estados Unidos "tendrá unas implicaciones en el cambio del relacionamiento externo de Colombia, parecidas a las que tuvo, hace más de un siglo, la pérdida del canal de Panamá".
Samper, que aunque pertenece al opositor Partido Liberal apoya al gobierno en algunos temas, dijo que lo ideal sería circunscribir el acuerdo a una sola base, la de Palanquero, ubicada en el central departamento de Cundinamarca, en el marco de un consenso con la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur).
"Se trataría de un experimento, inédito en el mundo, para construir una verdadera 'base hemisférica' resultante de un acuerdo multilateral, aplicada exclusivamente al combate del narcotráfico y del terrorismo y producto del desarrollo de una política de seguridad regional propia de la globalización contemporánea", dijo Samper.
"Sería una base-modelo muy distinta de la base-problema que hoy nos están ofreciendo. Todo ello sería posible, a menos que existiera una agenda oculta detrás de este controvertido y peligroso acuerdo", añadió.
El tema de las bases será discutido a finales de este mes en Argentina en una cumbre presidencial de la Unasur, a raíz de las críticas expresadas principalmente por los gobiernos de Bolivia, Ecuador y Venezuela.
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